9 Alimentos Lácteos Bajos en Lactosa
Para aquellos que buscan disfrutar de los beneficios de los productos lácteos sin experimentar los efectos adversos de la intolerancia a la lactosa, existen una variedad de opciones deliciosas y nutritivas disponibles․ Desde leche baja en lactosa hasta yogurt sin lactosa, queso, kefir, crema agria, suero de leche, queso cottage, yogurt y alternativas lácteas como la leche de almendras, soja, arroz y coco, hay algo para todos los gustos y necesidades․
Introducción
La intolerancia a la lactosa es una condición común que afecta a personas de todas las edades․ Se caracteriza por la incapacidad del cuerpo para digerir la lactosa, un azúcar natural que se encuentra en la leche y otros productos lácteos․ La lactosa se descompone en glucosa y galactosa por la enzima lactasa, que se produce en el intestino delgado․ En las personas con intolerancia a la lactosa, la producción de lactasa es limitada o ausente, lo que lleva a una acumulación de lactosa en el intestino delgado․ Esta acumulación puede provocar síntomas desagradables como gases, hinchazón, diarrea y calambres abdominales․
A pesar de los desafíos que presenta la intolerancia a la lactosa, es posible disfrutar de una dieta saludable y equilibrada que incluya productos lácteos․ La buena noticia es que existen muchas opciones lácteas bajas en lactosa o sin lactosa disponibles en el mercado, lo que permite a las personas con intolerancia a la lactosa obtener los beneficios nutricionales de los productos lácteos sin experimentar efectos secundarios․
En este artículo, exploraremos nueve alimentos lácteos bajos en lactosa que pueden incluirse en una dieta saludable para personas con intolerancia a la lactosa․ Desde leche baja en lactosa hasta yogurt sin lactosa, queso, kefir, crema agria, suero de leche, queso cottage, yogurt y alternativas lácteas como la leche de almendras, soja, arroz y coco, hay una gran variedad de opciones para elegir;
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
La intolerancia a la lactosa es una condición digestiva que se produce cuando el cuerpo no produce suficiente lactasa, una enzima que se necesita para digerir la lactosa․ La lactosa es un azúcar natural que se encuentra en la leche y otros productos lácteos․ Cuando las personas con intolerancia a la lactosa consumen productos lácteos, la lactosa no se descompone adecuadamente en el intestino delgado, lo que lleva a una acumulación de lactosa․
Esta acumulación de lactosa puede causar una variedad de síntomas desagradables, como gases, hinchazón, diarrea, calambres abdominales y náuseas․ La gravedad de los síntomas puede variar de una persona a otra y depende de la cantidad de lactosa consumida․ La intolerancia a la lactosa es más común en personas de ascendencia asiática, africana y latinoamericana, aunque puede afectar a personas de cualquier origen étnico․
La intolerancia a la lactosa no es una alergia a la leche, aunque los síntomas pueden ser similares․ La alergia a la leche es una reacción del sistema inmunológico a las proteínas de la leche, mientras que la intolerancia a la lactosa es una incapacidad para digerir el azúcar de la leche․ La intolerancia a la lactosa no es una condición grave y generalmente se puede controlar mediante la gestión de la ingesta de lactosa․
Síntomas de la intolerancia a la lactosa
Los síntomas de la intolerancia a la lactosa suelen aparecer entre 30 minutos y dos horas después de consumir productos lácteos․ La gravedad de los síntomas puede variar de una persona a otra y depende de la cantidad de lactosa consumida․ Algunos síntomas comunes incluyen⁚
- Gases⁚ La acumulación de lactosa en el intestino delgado produce gas, lo que puede causar flatulencia y eructos․
- Hinchazón⁚ La fermentación de la lactosa por las bacterias intestinales produce gas, lo que puede causar hinchazón abdominal․
- Diarrea⁚ La lactosa no digerida atrae agua al intestino delgado, lo que puede provocar diarrea․
- Calambres abdominales⁚ Los calambres abdominales pueden ser causados por la distensión del intestino delgado debido a la acumulación de gas y líquido․
- Náuseas⁚ La acumulación de lactosa en el intestino delgado puede causar náuseas․
Si experimenta alguno de estos síntomas después de consumir productos lácteos, es posible que tenga intolerancia a la lactosa․ Es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y discutir las opciones de tratamiento․
Opciones lácteas bajas en lactosa
Para aquellos que buscan disfrutar de los beneficios de los productos lácteos sin experimentar los efectos adversos de la intolerancia a la lactosa, existen una variedad de opciones deliciosas y nutritivas disponibles․ Estas opciones se clasifican en dos categorías principales⁚ productos lácteos con lactosa reducida y alternativas lácteas․
Los productos lácteos con lactosa reducida se elaboran utilizando enzimas que descomponen la lactosa en sus azúcares simples, glucosa y galactosa, que son más fáciles de digerir․ Estas opciones incluyen⁚
- Leche baja en lactosa⁚ Se trata de leche de vaca a la que se le ha añadido la enzima lactasa para descomponer la lactosa․
- Yogurt sin lactosa⁚ Se elabora con leche baja en lactosa o con cultivos bacterianos que producen lactasa․
- Queso⁚ Algunos tipos de queso, como el queso cheddar, el queso suizo y el queso parmesano, contienen niveles bajos de lactosa․
Las alternativas lácteas son bebidas a base de plantas que no contienen lactosa․ Estas opciones incluyen⁚
- Leche de almendras⁚ Se elabora a partir de almendras molidas y agua․
- Leche de soja⁚ Se elabora a partir de semillas de soja molidas y agua․
- Leche de arroz⁚ Se elabora a partir de arroz molido y agua․
- Leche de coco⁚ Se elabora a partir de la pulpa del coco․
Leche baja en lactosa
La leche baja en lactosa es una opción popular para las personas con intolerancia a la lactosa․ Se elabora utilizando la enzima lactasa, que descompone la lactosa en sus azúcares simples, glucosa y galactosa, que son más fáciles de digerir․ Esto significa que la leche baja en lactosa contiene menos lactosa que la leche normal, lo que la hace más tolerable para las personas con intolerancia a la lactosa․
La leche baja en lactosa se encuentra disponible en una variedad de sabores, incluyendo entera, semidesnatada, desnatada y sin grasa․ También está disponible en diferentes formatos, como en botellas, cajas y tetrabriks․ La leche baja en lactosa se puede utilizar de la misma manera que la leche normal, en cereales, batidos, salsas y recetas․
Es importante tener en cuenta que la leche baja en lactosa no es completamente libre de lactosa․ Si bien contiene menos lactosa que la leche normal, todavía puede contener pequeñas cantidades de lactosa․ Si eres particularmente sensible a la lactosa, es posible que debas probar otras opciones, como la leche sin lactosa o las alternativas lácteas․
La leche baja en lactosa es una opción saludable y nutritiva para las personas con intolerancia a la lactosa․ Es una buena fuente de calcio, vitamina D y otros nutrientes esenciales․ Si estás buscando una opción láctea que sea fácil de digerir, la leche baja en lactosa es una excelente opción․
Yogurt sin lactosa
El yogurt sin lactosa es una opción deliciosa y nutritiva para las personas con intolerancia a la lactosa․ Se elabora utilizando leche sin lactosa, lo que significa que no contiene lactosa․ Esto lo hace más fácil de digerir para aquellos que tienen dificultades para procesar la lactosa․
El yogurt sin lactosa está disponible en una amplia variedad de sabores y estilos, desde sabores clásicos como natural y fresa hasta opciones más exóticas como mango y frambuesa․ También se puede encontrar en versiones con diferentes niveles de grasa, como descremado, semi-descremado y entero․
El yogurt sin lactosa ofrece numerosos beneficios para la salud․ Es una excelente fuente de calcio, vitamina D y proteínas․ Además, contiene probióticos, que son bacterias beneficiosas que ayudan a mantener una flora intestinal saludable․ Estos probióticos pueden mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de ciertas enfermedades․
El yogurt sin lactosa es versátil y se puede disfrutar de muchas maneras․ Se puede comer solo, como un refrigerio saludable, o agregarse a batidos, smoothies, salsas y aderezos․ También se puede utilizar en recetas de postres y hornear․
Si estás buscando una opción láctea saludable y deliciosa que sea fácil de digerir, el yogurt sin lactosa es una excelente opción․
Queso
El queso es un alimento versátil y delicioso que puede disfrutarse de muchas maneras․ Si bien muchos tipos de queso contienen lactosa, existen opciones bajas en lactosa que son adecuadas para personas con intolerancia a la lactosa․
Los quesos duros, como el cheddar, el suizo y el parmesano, tienden a tener menos lactosa que los quesos blandos, como el queso crema o el mozzarella․ Esto se debe a que durante el proceso de maduración, la mayoría de la lactosa se descompone en ácido láctico․
Algunos quesos se elaboran con leche sin lactosa o se procesan para reducir su contenido de lactosa․ Estos quesos están etiquetados como “sin lactosa” o “bajos en lactosa”․
El queso es una excelente fuente de calcio, vitamina D, proteínas y otras vitaminas y minerales esenciales․ También es rico en grasas saludables, que pueden ayudar a mantener la salud del corazón․
El queso se puede disfrutar como aperitivo, en sándwiches, ensaladas, pizzas, pastas y otros platos․ También se puede usar en la preparación de salsas y aderezos․
Si eres intolerante a la lactosa, es importante leer cuidadosamente las etiquetas de los productos lácteos para asegurarte de que el queso que estás comprando sea bajo en lactosa o sin lactosa․
Recuerda que la cantidad de lactosa en el queso varía según el tipo de queso y el proceso de elaboración․ Es posible que algunas personas con intolerancia a la lactosa puedan tolerar pequeñas cantidades de ciertos tipos de queso, mientras que otras pueden necesitar evitarlo por completo․
Kefir
El kéfir es una bebida fermentada de origen lácteo que ha ganado popularidad en los últimos años por sus beneficios para la salud․ Se elabora a partir de leche de vaca, cabra u oveja, a la que se añaden granos de kéfir, que son colonias de bacterias y levaduras․ Durante el proceso de fermentación, las bacterias descomponen la lactosa, lo que reduce su contenido en la bebida final․
El kéfir es una excelente opción para personas con intolerancia a la lactosa, ya que contiene una cantidad significativamente menor de lactosa que la leche normal․ Se estima que contiene alrededor de un 1% de lactosa, en comparación con el 4-5% de la leche de vaca․
Además de ser bajo en lactosa, el kéfir es una fuente rica en probióticos, que son microorganismos vivos que benefician la salud digestiva․ Estos probióticos ayudan a restaurar el equilibrio de la flora intestinal, lo que contribuye a una mejor digestión, absorción de nutrientes y fortalecimiento del sistema inmunológico․
El kéfir también es una fuente de calcio, vitamina D, proteínas y otros nutrientes esenciales․ Su sabor ligeramente ácido y su textura cremosa lo hacen una bebida refrescante y deliciosa․
El kéfir se puede consumir solo o como ingrediente en batidos, smoothies, salsas y otros platos․ También se puede utilizar para hacer pan, galletas y otros productos horneados․
Si eres intolerante a la lactosa, es importante comenzar con pequeñas cantidades de kéfir y aumentar gradualmente la cantidad a medida que tu cuerpo se adapta․ Si experimentas algún síntoma de intolerancia a la lactosa, como hinchazón, gases o diarrea, debes reducir la cantidad de kéfir que consumes o evitarlo por completo․
Crema agria
La crema agria, un ingrediente versátil en la cocina, puede ser una opción viable para las personas con intolerancia a la lactosa․ Aunque se elabora a partir de crema de leche, el proceso de fermentación que transforma la crema en crema agria reduce significativamente su contenido de lactosa․
La fermentación de la crema agria se produce gracias a la acción de bacterias lácticas que descomponen la lactosa en ácido láctico․ Este proceso no solo reduce la cantidad de lactosa, sino que también le confiere a la crema agria su sabor y textura característicos․
La cantidad de lactosa en la crema agria varía según el fabricante y el proceso de elaboración․ En general, se considera que la crema agria contiene menos del 1% de lactosa, lo que la convierte en una opción más tolerable para muchas personas con intolerancia a la lactosa․
La crema agria es una fuente de calcio, vitamina D y proteínas, y se utiliza ampliamente en salsas, aderezos, sopas, dips y como acompañamiento para platos principales․ Su sabor ligeramente ácido y su textura cremosa la hacen un ingrediente delicioso y versátil․
Si eres intolerante a la lactosa, es recomendable que consultes la etiqueta del producto para conocer el contenido de lactosa․ También puedes elegir crema agria orgánica o de producción artesanal, que a menudo tienen un menor contenido de lactosa․
Recuerda que la tolerancia a la lactosa varía de persona a persona․ Es importante que experimentes con diferentes marcas y cantidades de crema agria para determinar tu tolerancia individual․
Suero de leche
El suero de leche, un subproducto de la elaboración del queso, es una opción láctea sorprendentemente baja en lactosa․ Durante el proceso de elaboración del queso, las bacterias lácticas descomponen la lactosa de la leche, dejando un producto final con un contenido de lactosa significativamente reducido․
En general, el suero de leche contiene menos del 1% de lactosa, lo que lo convierte en una opción adecuada para muchas personas con intolerancia a la lactosa․ Su sabor ligeramente ácido y su textura ligera lo hacen un ingrediente versátil en la cocina․
El suero de leche se utiliza a menudo en panadería para añadir humedad y sabor a los productos horneados․ También se puede utilizar en sopas, salsas y aderezos, y se puede consumir solo como bebida refrescante․
Además de su bajo contenido de lactosa, el suero de leche es una buena fuente de calcio, proteínas y vitaminas del grupo B․ También es rico en electrolitos, lo que lo convierte en una bebida hidratante․
Si eres intolerante a la lactosa, es importante que elijas suero de leche específicamente diseñado para personas con intolerancia a la lactosa․ Estos productos a menudo están etiquetados como “sin lactosa” o “bajos en lactosa”․
Recuerda que la tolerancia a la lactosa varía de persona a persona․ Es fundamental que experimentes con diferentes marcas y cantidades de suero de leche para determinar tu tolerancia individual․
El suero de leche es una opción láctea saludable y deliciosa que puede disfrutarse sin preocupaciones por la intolerancia a la lactosa․
Queso cottage
El queso cottage, un queso fresco y suave, es una excelente opción para aquellos con intolerancia a la lactosa․ Su proceso de elaboración, que implica la separación del suero de la cuajada, reduce significativamente el contenido de lactosa․
Un gramo de queso cottage contiene aproximadamente 0․05 gramos de lactosa, lo que lo convierte en un alimento lácteo de baja lactosa․ Además, su textura suave y su sabor delicado lo hacen versátil para su consumo․
El queso cottage es una fuente rica en proteínas y calcio, nutrientes esenciales para la salud ósea y muscular․ También es bajo en grasas y calorías, lo que lo convierte en una opción saludable para el control de peso․
Se puede disfrutar solo, como parte de un desayuno saludable, o como ingrediente en una variedad de platos․ Se puede añadir a ensaladas, sopas, tortillas y salsas, aportando sabor y textura․
Al elegir queso cottage, asegúrate de revisar la etiqueta para confirmar que es bajo en lactosa o sin lactosa․ Algunas marcas pueden añadir ingredientes que aumentan el contenido de lactosa, por lo que es crucial leer la información nutricional․
Si eres intolerante a la lactosa, es recomendable comenzar con pequeñas cantidades de queso cottage y observar tu reacción․ Si no experimentas molestias digestivas, puedes aumentar gradualmente la cantidad que consumes․
El queso cottage es una opción láctea saludable y deliciosa que se adapta a las necesidades de las personas con intolerancia a la lactosa․
Yogurt
El yogurt, un alimento lácteo fermentado, ofrece una alternativa deliciosa y nutritiva para las personas con intolerancia a la lactosa․ La fermentación del yogurt convierte la lactosa en ácido láctico, lo que reduce significativamente su contenido de lactosa․
En general, el yogurt sin lactosa contiene menos de 0․5 gramos de lactosa por porción, mientras que el yogurt tradicional puede tener entre 5 y 12 gramos․ Por lo tanto, el yogurt sin lactosa es una opción mucho más tolerable para las personas con intolerancia a la lactosa․
Además de ser bajo en lactosa, el yogurt es una fuente rica en calcio, vitamina D, proteínas y probióticos․ El calcio y la vitamina D son esenciales para la salud ósea, mientras que las proteínas contribuyen al desarrollo muscular y la saciedad․ Los probióticos, bacterias beneficiosas para la salud intestinal, ayudan a mejorar la digestión y a fortalecer el sistema inmunológico․
El yogurt sin lactosa se puede disfrutar de diversas maneras․ Se puede consumir solo, como parte de un desayuno saludable, o como ingrediente en recetas como batidos, salsas y aderezos․ También se puede utilizar como base para postres como el helado o el parfait․
Al elegir yogurt sin lactosa, es importante revisar la etiqueta para confirmar que no contiene lactosa o que tiene un contenido de lactosa muy bajo․ Algunas marcas pueden añadir ingredientes que aumentan el contenido de lactosa, por lo que es crucial leer la información nutricional․
Si eres intolerante a la lactosa, es recomendable comenzar con pequeñas cantidades de yogurt sin lactosa y observar tu reacción․ Si no experimentas molestias digestivas, puedes aumentar gradualmente la cantidad que consumes․
El yogurt sin lactosa es una opción láctea saludable y deliciosa que se adapta a las necesidades de las personas con intolerancia a la lactosa․
Leche de almendras
La leche de almendras, una alternativa láctea de origen vegetal, es una opción popular para las personas con intolerancia a la lactosa․ Elaborada a partir de almendras molidas y agua, es naturalmente libre de lactosa y proporciona una fuente de calcio, vitamina E y fibra․
La leche de almendras es conocida por su sabor suave y ligeramente dulce, lo que la convierte en una opción versátil para beber sola, en recetas como batidos y cereales, o como ingrediente en salsas y aderezos․ Además, es baja en calorías y grasas saturadas, lo que la convierte en una opción saludable para el corazón․
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la leche de almendras no contiene proteínas lácteas, por lo que no es una fuente significativa de proteínas como la leche de vaca․ Además, algunas marcas pueden añadir azúcar o otros ingredientes que pueden afectar su valor nutricional․ Por lo tanto, es fundamental revisar la etiqueta para elegir una opción sin azúcar añadida y con un perfil nutricional adecuado․
La leche de almendras es una alternativa láctea versátil y saludable para las personas con intolerancia a la lactosa․ Su sabor suave y su contenido nutricional la convierten en una opción popular para diversos usos․ Sin embargo, es importante elegir una marca sin azúcar añadida y considerar su contenido de proteínas y otros nutrientes para satisfacer tus necesidades dietéticas․
Si estás buscando una alternativa láctea baja en lactosa, la leche de almendras es una opción que vale la pena considerar․ Su sabor suave y su perfil nutricional la convierten en una opción versátil y saludable para disfrutar en diversas recetas y aplicaciones․
Leche de soja
La leche de soja, una alternativa láctea de origen vegetal, es una opción popular para las personas con intolerancia a la lactosa, así como para aquellos que buscan una fuente de proteínas vegetales․ Elaborada a partir de semillas de soja molidas y agua, es naturalmente libre de lactosa y proporciona una fuente de proteínas, calcio, hierro y vitamina B12․
La leche de soja tiene un sabor ligeramente dulce y un poco a nuez, lo que la convierte en una opción versátil para beber sola, en recetas como batidos y cereales, o como ingrediente en salsas y aderezos․ Además, es baja en grasas saturadas y colesterol, lo que la convierte en una opción saludable para el corazón․
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la leche de soja puede contener alérgenos como la soja․ Si eres alérgico a la soja, deberás evitar esta alternativa láctea․ Además, algunas marcas pueden añadir azúcar o otros ingredientes que pueden afectar su valor nutricional․ Por lo tanto, es fundamental revisar la etiqueta para elegir una opción sin azúcar añadida y con un perfil nutricional adecuado․
La leche de soja es una alternativa láctea versátil y saludable para las personas con intolerancia a la lactosa o que buscan una fuente de proteínas vegetales․ Su sabor único y su contenido nutricional la convierten en una opción popular para diversos usos․ Sin embargo, es importante elegir una marca sin azúcar añadida y considerar su contenido de proteínas y otros nutrientes para satisfacer tus necesidades dietéticas․
Si estás buscando una alternativa láctea baja en lactosa y rica en proteínas, la leche de soja es una opción que vale la pena considerar․ Su sabor único y su perfil nutricional la convierten en una opción versátil y saludable para disfrutar en diversas recetas y aplicaciones․
Leche de arroz
La leche de arroz, elaborada a partir de arroz molido y agua, es una alternativa láctea naturalmente libre de lactosa, ideal para personas con intolerancia a la lactosa o que siguen una dieta vegana․ Su sabor suave y ligeramente dulce la convierte en una opción versátil para beber sola, en cereales, batidos, sopas y salsas․ Además, es naturalmente baja en grasas y colesterol, lo que la convierte en una opción saludable para el corazón․
La leche de arroz es una buena fuente de carbohidratos, proporcionando energía al cuerpo․ También es una fuente de fibra, lo que puede contribuir a la salud digestiva․ Sin embargo, es importante tener en cuenta que la leche de arroz es baja en proteínas y calcio en comparación con otras alternativas lácteas․
Para compensar la falta de calcio, algunas marcas fortifican su leche de arroz con calcio, lo que la convierte en una opción más completa․ También se puede encontrar leche de arroz enriquecida con vitamina D, otro nutriente esencial para la salud ósea․ Al elegir leche de arroz, es fundamental revisar la etiqueta para asegurar que esté fortificada con calcio y vitamina D, y que no contenga azúcar añadida․
La leche de arroz es una alternativa láctea baja en lactosa y versátil, ideal para personas con intolerancia a la lactosa o que buscan una opción baja en grasas y colesterol․ Sin embargo, es importante complementar su consumo con otras fuentes de calcio y proteínas para asegurar una nutrición completa․ Al elegir leche de arroz, es fundamental revisar la etiqueta para seleccionar una opción fortificada con calcio y vitamina D, y sin azúcar añadida․
Si buscas una alternativa láctea suave y dulce, la leche de arroz es una opción que vale la pena considerar․ Su perfil nutricional, combinado con su versatilidad en la cocina, la convierte en una opción saludable y deliciosa para disfrutar en diversas recetas․
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