Dolor de pulgar⁚ lesiones, artritis y causas no artríticas

El dolor de pulgar es una queja común que puede tener una variedad de causas, desde lesiones hasta artritis. Comprender las posibles causas del dolor de pulgar es esencial para un diagnóstico y tratamiento precisos.

Introducción

El pulgar es una parte esencial de la mano, responsable de una amplia gama de movimientos y funciones, desde agarrar y sujetar hasta escribir y teclear. El dolor de pulgar puede ser un problema incapacitante que afecta significativamente la vida diaria de un individuo. Las causas del dolor de pulgar son variadas y pueden incluir lesiones, artritis, afecciones no artríticas y dolor referido. Comprender las causas subyacentes del dolor de pulgar es esencial para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento eficaz. Este artículo profundiza en las causas comunes del dolor de pulgar, incluyendo lesiones, artritis, afecciones no artríticas y proporciona información sobre los síntomas, el diagnóstico y las opciones de tratamiento.

Causas comunes de dolor de pulgar

El dolor de pulgar puede ser causado por una variedad de factores, que incluyen lesiones, artritis y afecciones no artríticas. Las lesiones del pulgar, como las lesiones por uso excesivo, el síndrome del túnel carpiano, la tenosinovitis de De Quervain y el dedo en gatillo, son causas comunes de dolor. La artritis, particularmente la osteoartritis y la artritis reumatoide, también pueden afectar la articulación del pulgar, causando dolor, rigidez e inflamación. Además, otras afecciones, como el dolor referido, las afecciones médicas generales y los quistes ganglionares, pueden contribuir al dolor de pulgar.

Lesiones del pulgar

Las lesiones del pulgar son una causa común de dolor. Estas lesiones pueden ocurrir debido a un trauma repentino, como una caída o un golpe directo, o pueden desarrollarse gradualmente con el tiempo debido al uso excesivo o al esfuerzo repetitivo. Las lesiones comunes del pulgar incluyen esguinces, distensiones, fracturas, luxaciones y tendinitis. Las lesiones del pulgar pueden causar dolor, inflamación, rigidez y dificultad para mover el pulgar.

Lesión de pulgar por uso excesivo y esfuerzo repetitivo

Las lesiones por uso excesivo del pulgar, también conocidas como lesiones por esfuerzo repetitivo, ocurren cuando se realiza un movimiento repetitivo o se aplica una fuerza excesiva al pulgar durante un período prolongado. Esto puede provocar inflamación y dolor en los tendones, músculos y articulaciones del pulgar. Actividades como el uso de herramientas manuales, la escritura, el uso de un mouse de computadora y los deportes de raqueta pueden contribuir a este tipo de lesiones.

Síndrome del túnel carpiano

El síndrome del túnel carpiano es una condición que ocurre cuando el nervio mediano, que recorre la mano y el brazo, se comprime en el túnel carpiano, un espacio estrecho en la muñeca. Esto puede causar dolor, entumecimiento y hormigueo en el pulgar, el índice, el medio y parte del dedo anular. Si bien el síndrome del túnel carpiano generalmente afecta la muñeca y la mano, puede irradiarse al pulgar y causar dolor en la base del mismo.

Tenosinovitis de De Quervain

La tenosinovitis de De Quervain es una condición que afecta los tendones en el lado del pulgar de la muñeca. Los tendones se inflaman y se irritan, causando dolor y sensibilidad en el lado del pulgar de la muñeca, especialmente al mover o girar el pulgar. Esta condición es común en personas que realizan movimientos repetitivos de la mano y la muñeca, como escribir, usar herramientas o tocar instrumentos musicales. El dolor puede irradiarse hacia el pulgar, dificultando la realización de tareas cotidianas.

Dedo en gatillo

El dedo en gatillo, también conocido como tenosinovitis estenosante, es una condición que afecta a los tendones que flexiona los dedos. Un nódulo o engrosamiento en el tendón se forma en el túnel de la vaina tendinosa, lo que dificulta el movimiento suave del tendón. Esto provoca un chasquido o un “bloqueo” del dedo, haciendo que se bloquee en una posición flexionada. El dedo en gatillo puede afectar cualquier dedo, incluyendo el pulgar, y puede causar dolor, rigidez y dificultad para extender el dedo afectado.

Quiste ganglionar

Los quistes ganglionares son masas no cancerosas que se forman en las articulaciones o tendones. Estos quistes, llenos de líquido gelatinoso, pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en la muñeca y la mano, incluyendo el pulgar. Un quiste ganglionar en el pulgar puede causar dolor, hinchazón y sensibilidad, especialmente cuando se presiona el quiste. El tamaño del quiste puede variar, y en algunos casos, puede desaparecer por sí solo. Sin embargo, si el quiste causa dolor o limita el movimiento, puede ser necesario extirparlo quirúrgicamente.

Artritis del pulgar

La artritis es una condición inflamatoria que afecta las articulaciones, incluyendo la articulación del pulgar. La artritis del pulgar puede causar dolor, rigidez, hinchazón y disminución del rango de movimiento. Existen dos tipos principales de artritis que afectan el pulgar⁚ la osteoartritis y la artritis reumatoide. La osteoartritis es una condición degenerativa que desgasta el cartílago de la articulación. La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que ataca las articulaciones, causando inflamación y daño. El tratamiento para la artritis del pulgar depende del tipo de artritis, la gravedad de los síntomas y la salud general del paciente.

Osteoartritis

La osteoartritis (OA) es la forma más común de artritis y afecta a las articulaciones del pulgar, especialmente la articulación carpometacarpiana (CMC) en la base del pulgar. La OA se desarrolla con el tiempo, causando un desgaste gradual del cartílago que recubre las superficies de las articulaciones. Esto lleva a la fricción entre los huesos, provocando dolor, rigidez, hinchazón y, en casos graves, deformidad. Los síntomas de la OA del pulgar a menudo comienzan gradualmente y empeoran con el tiempo. Los factores de riesgo para la OA del pulgar incluyen la edad, la genética, las lesiones previas, la obesidad y el uso excesivo de la articulación del pulgar.

Artritis reumatoide

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune que causa inflamación de las articulaciones, incluyendo la articulación del pulgar. La AR puede afectar a las articulaciones de ambas manos, causando dolor, rigidez, hinchazón y pérdida de movilidad. La inflamación de las articulaciones en la AR puede provocar daños en el cartílago, los huesos y los tejidos circundantes. La AR suele afectar a las articulaciones pequeñas de las manos y los pies, incluyendo la articulación CMC del pulgar. Los síntomas de la AR pueden ser fluctuantes y pueden variar en intensidad. El tratamiento temprano de la AR es crucial para controlar la inflamación, minimizar el daño articular y mantener la función de la mano.

Otras causas de dolor de pulgar

Además de las lesiones y la artritis, otras condiciones pueden causar dolor de pulgar. El dolor referido, que se origina en otra parte del cuerpo y se irradia al pulgar, es una causa posible. Por ejemplo, el dolor de cuello o de la mandíbula puede irradiarse al pulgar. Las condiciones médicas generales, como la diabetes, la gota y la neuropatía, también pueden causar dolor de pulgar. Las infecciones, los tumores y los problemas vasculares también pueden ser causas menos comunes de dolor de pulgar. Un examen físico completo y una evaluación de la historia clínica son esenciales para determinar la causa subyacente del dolor de pulgar.

Dolor referido

El dolor referido es un fenómeno en el que el dolor se siente en una parte del cuerpo diferente a donde se origina. En el caso del dolor de pulgar, el dolor puede ser referido desde otras áreas, como el cuello, la mandíbula, el hombro o la espalda. Esto ocurre porque las señales de dolor de estas áreas pueden viajar a través de las mismas vías nerviosas que las del pulgar. Por ejemplo, el dolor de cuello causado por una hernia de disco puede referirse al pulgar, causando una sensación de dolor o entumecimiento en el mismo. Es importante considerar la posibilidad de dolor referido durante la evaluación del dolor de pulgar para determinar la causa subyacente del dolor.

Condiciones médicas generales

Ciertas condiciones médicas generales también pueden causar dolor de pulgar; Por ejemplo, la diabetes puede afectar la circulación sanguínea y los nervios, lo que puede provocar dolor, entumecimiento y debilidad en el pulgar. La enfermedad de la tiroides, la artritis psoriásica y la esclerodermia también pueden causar dolor en las articulaciones, incluido el pulgar. Si el dolor de pulgar es un síntoma nuevo o persistente, es importante consultar a un médico para descartar cualquier condición médica general subyacente.

Síntomas del dolor de pulgar

Los síntomas del dolor de pulgar pueden variar dependiendo de la causa subyacente. Algunos síntomas comunes incluyen⁚ dolor, sensibilidad, rigidez, hinchazón, enrojecimiento, calor, entumecimiento, hormigueo, debilidad, dificultad para agarrar o pellizcar objetos, chasquido o crujido en la articulación del pulgar, y limitación del rango de movimiento. El dolor puede ser constante o intermitente, y puede empeorar con el uso o la actividad. También puede irradiarse a la muñeca o el brazo.

Diagnóstico del dolor de pulgar

Un examen físico completo, incluyendo la evaluación del rango de movimiento, la palpación de los puntos sensibles y la observación de la inflamación, es crucial para diagnosticar el dolor de pulgar. La historia clínica del paciente, incluyendo la duración del dolor, los factores agravantes y atenuantes, y los síntomas asociados, proporciona información vital. Las pruebas de imagen, como las radiografías, las resonancias magnéticas (RMN) o las tomografías computarizadas (TC), pueden ayudar a visualizar las estructuras del pulgar y detectar lesiones o cambios degenerativos. En algunos casos, se pueden realizar análisis de sangre para descartar enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide.

Historia y examen físico

El primer paso en el diagnóstico del dolor de pulgar es una historia clínica detallada. El médico preguntará sobre la duración del dolor, su inicio, los síntomas asociados, los factores que lo agravan o alivian, y la historia médica del paciente. Un examen físico completo es esencial para evaluar el rango de movimiento del pulgar, la sensibilidad a la palpación, la presencia de inflamación o deformidades, y la fuerza muscular. La evaluación de la sensibilidad y la fuerza de la mano también puede proporcionar información valiosa sobre la causa del dolor.

Pruebas de imagen

Las pruebas de imagen pueden ser útiles para evaluar la estructura ósea y los tejidos blandos del pulgar. Las radiografías son una herramienta común para detectar fracturas, artritis, desgaste del cartílago y cambios óseos. La resonancia magnética (RM) proporciona imágenes detalladas de los tejidos blandos, como ligamentos, tendones, músculos y nervios, y puede ser útil para evaluar lesiones de los tejidos blandos, atrapamiento de nervios y tenosinovitis. La ecografía puede ser útil para evaluar los tendones, los ligamentos y los quistes.

Pruebas de laboratorio

Las pruebas de laboratorio pueden ayudar a identificar la causa del dolor de pulgar, especialmente si se sospecha de artritis. Los análisis de sangre pueden ayudar a detectar marcadores inflamatorios como la velocidad de sedimentación globular (VSG) y la proteína C reactiva (PCR), que pueden estar elevados en la artritis reumatoide. Los análisis de sangre también pueden ayudar a detectar la presencia de anticuerpos específicos que se encuentran en la artritis reumatoide, como el factor reumatoide y los anticuerpos anti-CCP. También se pueden realizar análisis de sangre para evaluar la función de la glándula tiroides, ya que las enfermedades de la tiroides pueden causar dolor en las articulaciones.

Tratamiento del dolor de pulgar

El tratamiento del dolor de pulgar depende de la causa subyacente. Los objetivos del tratamiento incluyen aliviar el dolor, reducir la inflamación y restaurar la función del pulgar. El tratamiento puede incluir opciones no quirúrgicas, como reposo, hielo, compresión y elevación (RICE), medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), corticosteroides, terapia física y ortesis para el pulgar. En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para reparar las lesiones del pulgar, corregir la deformidad o reemplazar las articulaciones dañadas.

Tratamiento no quirúrgico

El tratamiento no quirúrgico para el dolor de pulgar se centra en aliviar los síntomas y mejorar la función. Las opciones comunes incluyen⁚

• Reposo⁚ Evitar actividades que agraven el dolor.
• Hielo⁚ Aplicar hielo durante 15-20 minutos a la vez, varias veces al día.
• Compresión⁚ Usar una férula o vendaje para apoyar el pulgar.
• Elevación⁚ Mantener el pulgar elevado por encima del corazón para reducir la inflamación.
• Medicamentos⁚ AINEs (como ibuprofeno o naproxeno) o corticosteroides pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
• Terapia física⁚ Ejercicios específicos pueden fortalecer los músculos del pulgar y mejorar la flexibilidad.
• Ortesis para el pulgar⁚ Pueden ayudar a inmovilizar el pulgar, reducir el dolor y la inflamación, y proteger la articulación.

Reposo, hielo, compresión y elevación (RICE)

El protocolo RICE es una estrategia inicial común para tratar el dolor de pulgar, especialmente en caso de lesiones agudas. Consiste en⁚

• Reposo⁚ Evitar actividades que causen dolor o empeoren la condición.
• Hielo⁚ Aplicar hielo envuelto en una toalla durante 15-20 minutos a la vez, varias veces al día, para reducir la inflamación.
• Compresión⁚ Usar una férula o vendaje para proporcionar soporte y reducir la hinchazón.
• Elevación⁚ Mantener el pulgar elevado por encima del corazón para mejorar el drenaje de la inflamación.

Medicamentos

Los medicamentos pueden ser útiles para controlar el dolor y la inflamación asociados al dolor de pulgar. Algunos ejemplos incluyen⁚

• Antiinflamatorios no esteroideos (AINE)⁚ como ibuprofeno o naproxeno, disponibles sin receta médica.
• Analgésicos⁚ como paracetamol o acetaminofén, para aliviar el dolor.
• Corticosteroides⁚ pueden inyectarse en la articulación del pulgar para reducir la inflamación, aunque su uso prolongado puede tener efectos secundarios.

Terapia física

La terapia física puede ayudar a mejorar la fuerza, la flexibilidad y la función del pulgar. Un fisioterapeuta puede enseñarle ejercicios específicos para fortalecer los músculos que rodean el pulgar, mejorar el rango de movimiento y reducir el dolor. También pueden proporcionar recomendaciones sobre el uso de férulas o soportes para el pulgar, así como técnicas de manejo del dolor. La terapia física puede ayudar a prevenir lesiones futuras y mejorar la calidad de vida.

Ortesis para el pulgar

Las ortesis para el pulgar son dispositivos que ayudan a inmovilizar, sostener o apoyar la articulación del pulgar. Se pueden usar para reducir el dolor, la inflamación y el estrés en la articulación. Las ortesis pueden ser útiles para una variedad de afecciones, como lesiones del pulgar, artritis y síndrome del túnel carpiano. Existen diferentes tipos de ortesis disponibles, y el tipo adecuado dependerá de la condición específica y las necesidades del paciente. Un médico o fisioterapeuta puede recomendar la ortesis más adecuada.