Título: El Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y la Encefalomielitis Miálgica (EM): Una Visión General

Título: El Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y la Encefalomielitis Miálgica (EM): Una Visión General

6. El Estigma y la Discriminación

6.2. El Impacto del Estigma en la Búsqueda de Ayuda

Las personas con SFC/EM a menudo se sienten avergonzadas o incomprendidas, lo que dificulta la búsqueda de apoyo y tratamiento.

El Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y la Encefalomielitis Miálgica (EM), también conocidas como ME/CFS, son trastornos complejos que se caracterizan por fatiga debilitante y persistente que no se alivia con el descanso y que interfiere significativamente con las actividades diarias. La fatiga en el SFC/EM no es simplemente una sensación de cansancio; es una experiencia profunda y abrumadora que afecta a múltiples sistemas del cuerpo, incluyendo el sistema nervioso, inmunológico, muscular y endocrino.

El SFC/EM es una condición médica crónica que puede tener un impacto devastador en la vida de las personas afectadas. La fatiga persistente y otros síntomas como dolor muscular y articular, problemas de concentración, trastornos del sueño, dolor de cabeza y sensibilidad a la luz y al sonido, pueden afectar significativamente la capacidad de las personas para trabajar, estudiar, cuidar de sí mismas y participar en actividades sociales.

A pesar de la creciente evidencia científica que respalda la naturaleza orgánica del SFC/EM, todavía existe una falta de comprensión y aceptación de la condición, lo que lleva a desafíos significativos en el diagnóstico, el tratamiento y el acceso a la atención médica.

1.1. Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y Encefalomielitis Miálgica (EM)

El Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y la Encefalomielitis Miálgica (EM) son dos términos que se utilizan para describir la misma condición, aunque a veces se utilizan de manera intercambiable. El SFC es un término más general que se utiliza para describir la fatiga crónica que no se alivia con el descanso, mientras que la EM se utiliza para describir una forma más grave de la condición que se caracteriza por fatiga incapacitante, dolor muscular y articular, problemas cognitivos y otros síntomas neurológicos.

La EM/SFC es un trastorno complejo que puede afectar a personas de todas las edades, géneros y antecedentes. Aunque la causa exacta de la EM/SFC aún no se conoce, se cree que es el resultado de una combinación de factores, incluyendo infecciones virales, factores genéticos, factores ambientales y estrés psicológico.

Es importante destacar que la EM/SFC no es una condición psicológica o un signo de debilidad. Es una enfermedad real que puede tener un impacto significativo en la salud física y mental de las personas afectadas.

1.2. Síntomas y Diagnóstico

Los síntomas de la EM/SFC pueden variar de persona a persona, pero generalmente incluyen fatiga crónica, dolor muscular y articular, problemas cognitivos (como dificultad para concentrarse, recordar información o tomar decisiones), dolores de cabeza, sensibilidad a la luz, el ruido o los olores, problemas de sueño, náuseas, problemas digestivos, y depresión o ansiedad.

El diagnóstico de la EM/SFC puede ser desafiante, ya que no existe una prueba definitiva para la condición. Los médicos generalmente diagnostican la EM/SFC basándose en los síntomas del paciente y descartando otras posibles causas de la fatiga crónica.

Es importante buscar atención médica si experimenta fatiga crónica que no se alivia con el descanso y que afecta significativamente su vida diaria. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con EM/SFC.

1. Introducción⁚ Definición y Alcance

1.3. Prevalencia y Impacto Global

La prevalencia de la EM/SFC varía según las regiones y los métodos de estudio utilizados. Se estima que afecta a entre el 0,1% y el 2,5% de la población mundial. La enfermedad afecta a personas de todas las edades, géneros y orígenes socioeconómicos.

La EM/SFC tiene un impacto significativo en la vida de las personas afectadas, ya que limita su capacidad para trabajar, estudiar, realizar actividades cotidianas y participar en la vida social. La enfermedad puede provocar aislamiento social, depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental.

El impacto económico de la EM/SFC es considerable, debido a la pérdida de productividad, los costos de atención médica y los gastos relacionados con la discapacidad. La falta de comprensión y apoyo de la sociedad también contribuye al impacto negativo de la enfermedad.

La fatiga es el síntoma más común y debilitante del SFC/EM. Se trata de una fatiga profunda y persistente que no se alivia con el descanso y que interfiere significativamente con la vida diaria. La fatiga en el SFC/EM es diferente de la fatiga normal que experimentamos después de un día ajetreado o una noche de poco sueño.

La fatiga del SFC/EM puede ser tan severa que dificulta las actividades más básicas, como ducharse, vestirse o cocinar. Puede provocar un aislamiento social, ya que las personas con SFC/EM se sienten incapaces de participar en actividades sociales o laborales.

La fatiga del SFC/EM también puede afectar la salud mental, provocando depresión, ansiedad y frustración. La sensación constante de agotamiento puede llevar a un sentimiento de desesperanza y a la pérdida de la autoestima.

2.1. Fatiga Crónica vs. Fatiga Normal

La fatiga crónica que caracteriza al SFC/EM es diferente de la fatiga normal que experimentamos todos en algún momento de nuestras vidas. La fatiga normal suele ser temporal y se alivia con el descanso. Por ejemplo, después de un día ajetreado o de una noche de poco sueño, podemos sentirnos cansados, pero este cansancio desaparece con un descanso adecuado.

En cambio, la fatiga crónica del SFC/EM es persistente y no se alivia con el descanso. Incluso después de dormir durante horas, las personas con SFC/EM pueden despertarse sintiéndose agotadas. La fatiga puede ser tan intensa que dificulta las actividades más básicas, como caminar, hablar o concentrarse.

La fatiga crónica del SFC/EM también puede empeorar después de un esfuerzo físico o mental, incluso leve. Esto se conoce como “post-esfuerzo malestar” y es uno de los síntomas característicos del SFC/EM.

2.2. El Impacto de la Fatiga en la Vida Diaria

La fatiga crónica del SFC/EM tiene un impacto devastador en la vida diaria de las personas que la padecen. Puede afectar a todos los aspectos de la vida, desde el trabajo y el estudio hasta las relaciones sociales y las actividades de ocio.

Muchas personas con SFC/EM se ven obligadas a reducir sus actividades laborales o incluso a abandonar sus empleos. La fatiga puede dificultar la concentración, la memoria y la capacidad de tomar decisiones, lo que afecta negativamente al rendimiento académico y profesional.

La fatiga también puede limitar las actividades sociales y recreativas. Las personas con SFC/EM pueden tener dificultades para salir de casa, asistir a eventos sociales o participar en actividades que antes disfrutaban. Esto puede llevar al aislamiento social y a la depresión.

En resumen, la fatiga crónica del SFC/EM es una experiencia debilitante que puede afectar a todos los aspectos de la vida diaria.

2. El Desafío de la Fatiga

2.3. El Ciclo Vicioso de la Fatiga y la Inactividad

La fatiga crónica del SFC/EM puede crear un ciclo vicioso que perpetúa la enfermedad. Cuando las personas con SFC/EM experimentan fatiga, tienden a reducir sus niveles de actividad física. Esto puede llevar a una disminución de la fuerza muscular, la resistencia cardiovascular y la flexibilidad, lo que a su vez puede aumentar la fatiga.

La inactividad también puede afectar al estado de ánimo y aumentar los niveles de estrés, lo que también puede exacerbar la fatiga. Además, la falta de actividad física puede contribuir a la obesidad, la diabetes y otras enfermedades crónicas, que pueden empeorar los síntomas del SFC/EM.

Romper este ciclo vicioso es fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas con SFC/EM. La actividad física regular, aunque sea en pequeñas dosis, puede ayudar a aumentar los niveles de energía, mejorar el estado de ánimo y reducir la fatiga. Es importante trabajar con un profesional de la salud para desarrollar un plan de ejercicio seguro y efectivo.

La fatiga crónica y los otros síntomas del SFC/EM pueden dificultar la participación en actividades sociales, lo que puede llevar al aislamiento social. El aislamiento social, a su vez, puede tener un impacto negativo en la salud mental, aumentando los niveles de estrés, ansiedad y depresión.

Las personas con SFC/EM pueden sentirse incomprendidas por sus seres queridos y amigos, quienes pueden no entender completamente la naturaleza de su enfermedad. Esto puede llevar a sentimientos de soledad, aislamiento y falta de apoyo social.

La falta de apoyo social puede exacerbar los síntomas del SFC/EM, creando un ciclo vicioso de aislamiento y deterioro de la salud física y mental. Es importante que las personas con SFC/EM sepan que no están solas y que hay recursos disponibles para ayudarles a conectar con otros y obtener el apoyo que necesitan.

3.1. El Rol del Aislamiento Social en la Salud Mental

El aislamiento social es un factor de riesgo para la salud mental, y las personas con SFC/EM son particularmente vulnerables a este problema. La falta de interacción social puede llevar a sentimientos de soledad, depresión y ansiedad. Además, el aislamiento social puede dificultar el acceso a recursos de apoyo, como grupos de apoyo, terapia y servicios de salud mental.

Estudios han demostrado que el aislamiento social está asociado con un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental, como depresión, ansiedad y suicidio. También se ha relacionado con un aumento de la inflamación en el cuerpo, lo que puede exacerbar los síntomas del SFC/EM.

Es importante recordar que el aislamiento social no es una condición inevitable para las personas con SFC/EM. Existen estrategias para combatir el aislamiento social y promover la conexión social, como unirse a grupos de apoyo, participar en actividades online o buscar apoyo de amigos y familiares.

3.2. Barreras para la Interacción Social en Personas con SFC/EM

Las personas con SFC/EM enfrentan diversas barreras que dificultan la interacción social. La fatiga crónica es una de las principales causas, ya que limita la capacidad de participar en actividades sociales, como salir con amigos, asistir a eventos o viajar. Los síntomas cognitivos, como la niebla mental y los problemas de concentración, también pueden dificultar la participación en conversaciones o la comprensión de información.

Además, el dolor muscular y las dificultades para moverse pueden hacer que las actividades sociales sean agotadoras y dolorosas. El miedo a empeorar los síntomas también puede llevar a evitar la interacción social. La falta de comprensión y el estigma asociado con el SFC/EM pueden generar sentimientos de vergüenza y aislamiento, lo que dificulta la búsqueda de apoyo social.

Estas barreras pueden contribuir a un ciclo vicioso de aislamiento social, empeorando la salud mental y física. Es crucial que los profesionales de la salud y el entorno social comprendan las dificultades que enfrentan las personas con SFC/EM para fomentar un ambiente de apoyo y comprensión.

3. El Aislamiento Social y la Salud Mental

3.3. Implicaciones Psicológicas del Aislamiento

El aislamiento social en personas con SFC/EM tiene implicaciones psicológicas significativas. La falta de interacción social y el sentimiento de soledad pueden contribuir a la depresión, la ansiedad y la baja autoestima. La sensación de aislamiento puede generar sentimientos de desesperanza y desesperación, lo que puede dificultar la motivación para buscar ayuda o participar en actividades que mejoren la calidad de vida.

Además, el aislamiento social puede exacerbar los síntomas físicos del SFC/EM. El estrés psicológico asociado con la soledad puede aumentar la fatiga, el dolor y la niebla mental. La falta de apoyo social también puede dificultar la gestión de los síntomas y la adherencia a los tratamientos.

Es fundamental abordar el aislamiento social como un factor crucial en la salud mental de las personas con SFC/EM. Fomentar la conexión social, el apoyo y la comprensión puede tener un impacto positivo en su bienestar psicológico y físico.

4.1. El Estrés y la Angustia en Personas con SFC/EM

Las personas con SFC/EM a menudo experimentan altos niveles de estrés y angustia psicológica. La incertidumbre sobre la causa y el curso de la enfermedad, la dificultad para realizar actividades cotidianas y la falta de comprensión por parte de la sociedad pueden contribuir a un estado constante de preocupación y tensión.

El estrés crónico puede exacerbar los síntomas físicos del SFC/EM, creando un ciclo vicioso en el que el estrés aumenta la fatiga, el dolor y la niebla mental, lo que a su vez genera más estrés. Este ciclo puede ser especialmente desafiante para las personas que buscan empleo o mantienen relaciones sociales, ya que la incapacidad para participar plenamente en la vida social y laboral puede generar frustración y ansiedad.

Es importante reconocer y abordar el estrés y la angustia psicológica en personas con SFC/EM. Las estrategias de manejo del estrés, como la terapia cognitivo-conductual, la meditación y el ejercicio físico adaptado, pueden ayudar a romper el ciclo de estrés y mejorar la calidad de vida.

4.1. El Estrés y la Angustia en Personas con SFC/EM

La experiencia de vivir con SFC/EM puede ser profundamente estresante y angustiante. La naturaleza crónica e impredecible de la enfermedad, la falta de entendimiento y apoyo social, y la lucha constante contra la fatiga y el dolor pueden generar una sensación de impotencia y desesperanza.

Las personas con SFC/EM a menudo se enfrentan a una serie de desafíos que pueden contribuir al estrés, como la dificultad para mantener un trabajo, la pérdida de independencia, la interrupción de las relaciones sociales y la incertidumbre sobre el futuro. La falta de un diagnóstico claro y tratamientos efectivos también puede ser una fuente de estrés y ansiedad.

Además, el estigma asociado con la enfermedad puede generar sentimientos de vergüenza y aislamiento, dificultando la búsqueda de apoyo y comprensión. La percepción de que la enfermedad no es “real” o que se trata de un problema psicológico puede exacerbar el estrés y la angustia, creando un ciclo de sufrimiento que es difícil de romper.

4.2. Factores que Contribuyen al Estrés y la Angustia

La experiencia de vivir con SFC/EM está llena de desafíos que pueden contribuir al estrés y la angustia. La naturaleza crónica de la enfermedad, caracterizada por fatiga persistente y debilitante, puede generar una sensación de impotencia y desesperanza. La falta de un diagnóstico claro y tratamientos efectivos también puede ser una fuente de estrés y ansiedad, ya que las personas con SFC/EM a menudo se sienten incomprendidas y desatendidas.

La dificultad para mantener un trabajo, la pérdida de independencia y la interrupción de las relaciones sociales pueden exacerbar el estrés. La falta de apoyo social, tanto de amigos, familiares como del sistema de salud, puede generar sentimientos de aislamiento y soledad.

El estigma asociado con la enfermedad también juega un papel importante en el estrés y la angustia. La percepción de que la enfermedad no es “real” o que se trata de un problema psicológico puede generar sentimientos de vergüenza y culpa, dificultando la búsqueda de apoyo y comprensión.

4. El Impacto del Estrés y la Angustia Psicológica

4.3. El Ciclo de la Angustia Psicológica y el Deterioro Físico

La angustia psicológica y el deterioro físico en las personas con SFC/EM se encuentran en un ciclo vicioso que puede ser difícil de romper. El estrés, la ansiedad y la depresión pueden exacerbar los síntomas físicos, como la fatiga, el dolor y la dificultad para concentrarse. A su vez, la experiencia de estos síntomas físicos puede aumentar la angustia emocional, creando un círculo de retroalimentación negativa.

La incapacidad de participar en actividades que antes disfrutaban, como el trabajo, las relaciones sociales o las actividades físicas, puede generar sentimientos de pérdida y frustración, contribuyendo a la depresión y la ansiedad. La falta de sueño y el aumento de la inflamación, que son comunes en las personas con SFC/EM, también pueden exacerbar la angustia psicológica.

Este ciclo de deterioro físico y angustia psicológica puede llevar a un empeoramiento de la calidad de vida y a una mayor dificultad para manejar la enfermedad. Es crucial abordar tanto los aspectos físicos como los psicológicos de la SFC/EM para romper este ciclo y mejorar el bienestar de las personas afectadas.

La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en las personas con SFC/EM, exacerbando los desafíos que ya enfrentaban. La interrupción de los servicios de salud, el aislamiento social y el aumento del estrés relacionado con la pandemia han contribuido a un empeoramiento de los síntomas y a una mayor dificultad para acceder a la atención médica.

Además, la pandemia ha generado un aumento en los casos de fatiga postviral, un síndrome que puede ser similar a la SFC/EM. Muchos individuos que se recuperan del COVID-19 experimentan fatiga persistente, dolor muscular, problemas cognitivos y otros síntomas que se asemejan a la SFC/EM. Esto ha llevado a un mayor interés público en la enfermedad, pero también ha generado confusión y malentendidos sobre la distinción entre la SFC/EM y la fatiga postviral.

La pandemia ha resaltado la necesidad de una mejor comprensión y atención para las personas con SFC/EM, así como para aquellos que sufren de fatiga postviral. Es fundamental desarrollar estrategias para abordar los desafíos específicos que estas poblaciones enfrentan en el contexto de una pandemia global.

5.1. COVID-19 y la Fatiga Postviral

La pandemia de COVID-19 ha generado un aumento significativo en los casos de fatiga postviral, un síndrome que se caracteriza por la persistencia de síntomas debilitantes después de una infección por COVID-19. Estos síntomas incluyen fatiga intensa, dolor muscular, problemas cognitivos, dificultades para concentrarse, dolor de cabeza, mareos y otros síntomas que pueden ser similares a la SFC/EM. La fatiga postviral, a menudo conocida como “long COVID,” puede afectar a personas de todas las edades y antecedentes de salud, incluso a aquellos que experimentaron síntomas leves de COVID-19.

La similitud entre los síntomas de la fatiga postviral y la SFC/EM ha llevado a un mayor interés público en la investigación y el tratamiento de estas condiciones. Sin embargo, es importante destacar que, aunque existe una superposición en los síntomas, la fatiga postviral y la SFC/EM son entidades distintas. La fatiga postviral suele estar relacionada con una infección previa por COVID-19, mientras que la SFC/EM es un trastorno complejo con causas multifactoriales.

La pandemia ha resaltado la necesidad de una mejor comprensión de la fatiga postviral, sus causas y su tratamiento. Además, es crucial desarrollar estrategias para identificar y apoyar a las personas que experimentan fatiga postviral, especialmente en el contexto de la creciente atención médica derivada de la pandemia.

5.2. El Aumento de Casos de SFC/EM Post-COVID

La pandemia de COVID-19 ha provocado un aumento significativo en los casos de SFC/EM, lo que ha generado preocupación entre los profesionales de la salud y los investigadores. Si bien la causa exacta de este aumento aún no está completamente dilucidada, se especula que la infección por COVID-19 puede ser un factor desencadenante en algunos casos. Los estudios sugieren que las personas que han experimentado COVID-19 son más propensas a desarrollar síntomas de SFC/EM, incluso si su infección inicial fue leve o asintomática.

La evidencia sugiere que el virus SARS-CoV-2, responsable de la COVID-19, puede causar inflamación y daño en el sistema nervioso central, lo que podría contribuir a la fatiga crónica y otros síntomas característicos de la SFC/EM. Además, la respuesta inmunitaria del cuerpo a la infección por COVID-19 puede verse alterada en algunas personas, lo que podría conducir a un estado de inflamación crónica que podría contribuir al desarrollo de SFC/EM.

El aumento de casos de SFC/EM post-COVID ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor investigación para comprender mejor la relación entre la infección por COVID-19 y el desarrollo de la SFC/EM. Esta investigación es fundamental para desarrollar estrategias de prevención, diagnóstico temprano y tratamiento efectivo para las personas que desarrollan SFC/EM después de una infección por COVID-19.

Síndrome de Fatiga Crónica⁚ Un Reto para la Salud Mental

5. El Papel de la Pandemia de COVID-19

5.3. El Impacto de la Pandemia en el Acceso a la Atención Médica

La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en el acceso a la atención médica para las personas con SFC/EM. Las restricciones impuestas por la pandemia, como el cierre de clínicas y hospitales, la reducción de consultas presenciales y la priorización de la atención a pacientes con COVID-19, han dificultado la obtención de diagnósticos y tratamientos para las personas con SFC/EM.

Además, la pandemia ha generado un aumento de la ansiedad y el estrés en la población general, lo que ha exacerbado los síntomas de SFC/EM en muchas personas. El miedo a la infección y las preocupaciones por la salud, junto con las restricciones sociales y económicas, han contribuido a un deterioro de la salud mental y física en las personas con SFC/EM.

La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar el acceso a la atención médica para las personas con SFC/EM. Se requiere un esfuerzo coordinado para garantizar que las personas con SFC/EM puedan acceder a servicios de diagnóstico, tratamiento y apoyo, incluso en situaciones de emergencia sanitaria.

9 reflexiones sobre “Título: El Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y la Encefalomielitis Miálgica (EM): Una Visión General

  1. El artículo hace un buen trabajo al explicar la diferencia entre el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y la Encefalomielitis Miálgica (EM). Se reconoce que ambos términos se utilizan para describir la misma condición, pero se destaca la diferencia en la gravedad de los síntomas. Sin embargo, se podría considerar la inclusión de información sobre la controversia existente en torno a la clasificación y la definición del SFC/EM.

  2. El artículo aborda de manera efectiva los desafíos que enfrentan las personas con SFC/EM, incluyendo el estigma y la discriminación. Se destaca la importancia de la comprensión y la aceptación de la condición para mejorar el acceso a la atención médica y el apoyo social. Sin embargo, sería beneficioso incluir información sobre los recursos disponibles para pacientes y familias, como organizaciones de apoyo, grupos de autoayuda y programas de rehabilitación.

  3. Este artículo proporciona una visión general completa del Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y la Encefalomielitis Miálgica (EM), incluyendo su definición, síntomas, causas y tratamiento. La información está bien organizada y es fácil de entender, lo que la hace accesible para una amplia audiencia. Sin embargo, se podría considerar la inclusión de información más detallada sobre las diferentes subcategorías de EM, como la EM post-viral, la EM inducida por el esfuerzo y la EM idiopática.

  4. El artículo proporciona información valiosa sobre el impacto del SFC/EM en la vida de las personas afectadas. Se destaca la importancia del apoyo social y la comprensión de la condición para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Se podría considerar la inclusión de información sobre los recursos disponibles para personas con SFC/EM, como grupos de apoyo, programas de rehabilitación y servicios de asistencia social.

  5. El artículo aborda la importancia de la búsqueda de ayuda profesional para el diagnóstico y el tratamiento del SFC/EM. Se destaca la necesidad de un enfoque multidisciplinario que incluya médicos, fisioterapeutas, psicólogos y otros profesionales de la salud. Se podría considerar la inclusión de información sobre los diferentes tipos de tratamiento disponibles, como la terapia cognitivo-conductual, la terapia física y la medicación.

  6. El artículo presenta una descripción precisa de los síntomas del SFC/EM, incluyendo la fatiga, el dolor muscular y articular, los problemas de concentración y los trastornos del sueño. Se agradece la inclusión de información sobre el impacto de la condición en la vida diaria de las personas afectadas. Sin embargo, se podría considerar la incorporación de información sobre el impacto psicológico del SFC/EM, como la ansiedad, la depresión y el aislamiento social.

  7. El artículo destaca la importancia de la investigación para comprender mejor el SFC/EM y desarrollar tratamientos efectivos. Se menciona la necesidad de más estudios para identificar las causas, los mecanismos y las posibles terapias para la condición. Se podría considerar la inclusión de información sobre las organizaciones de investigación que trabajan en el campo del SFC/EM y las oportunidades para participar en estudios de investigación.

  8. El artículo destaca la falta de comprensión y aceptación del SFC/EM, lo que dificulta el diagnóstico y el tratamiento. Se menciona la necesidad de investigación y educación para mejorar el conocimiento de la condición. Se podría considerar la inclusión de información sobre las últimas investigaciones en el campo del SFC/EM, incluyendo los avances en el diagnóstico y el tratamiento.

  9. El artículo es informativo y bien escrito, pero se podría considerar la inclusión de información adicional sobre la historia del SFC/EM, los diferentes tipos de investigación que se están llevando a cabo y las perspectivas futuras para el tratamiento y la gestión de la condición. Se podría también mencionar la importancia de la educación pública sobre el SFC/EM para combatir el estigma y la discriminación.

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