Adicción y Personalidad: Desmitificando los Rasgos

Adicción y Personalidad: Desmitificando los Rasgos

Adicción y Personalidad⁚ Desmitificando los Rasgos

La adicción es un trastorno complejo que afecta a personas de todas las edades, géneros y orígenes. A menudo, se asocia erróneamente con una “personalidad adictiva”, lo que lleva a la estigmatización y la incomprensión.

1. Introducción⁚ La Complejidad de la Adicción

La adicción es un trastorno complejo que afecta a personas de todas las edades, géneros y orígenes. No se trata simplemente de un “vicio” o una debilidad de carácter, sino de un proceso que involucra factores biológicos, psicológicos y sociales interconectados. La adicción se caracteriza por la búsqueda compulsiva de una sustancia o actividad, a pesar de las consecuencias negativas que esta conlleva. Esta búsqueda se convierte en una prioridad, desplazando otros aspectos importantes de la vida, como las relaciones personales, el trabajo y el bienestar físico.

El desarrollo de la adicción es un proceso gradual que se inicia con la exposición a una sustancia o actividad que produce placer o alivio. Con el tiempo, el cerebro se adapta a la presencia de la sustancia o actividad, generando una dependencia física y psicológica. Esto significa que el cuerpo necesita la sustancia o actividad para funcionar normalmente y experimenta síntomas de abstinencia cuando no la consume. Además, la adicción se asocia a cambios en el comportamiento y la cognición, que pueden afectar la capacidad del individuo para tomar decisiones racionales y controlar sus impulsos.

Es importante destacar que la adicción no es un destino inevitable. Existen factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar una adicción, como la predisposición genética, los factores ambientales y los traumas. Sin embargo, también existen factores que pueden proteger a las personas de la adicción, como una fuerte red de apoyo social, habilidades de afrontamiento saludables y una autoestima sólida.

2. El Mito de la “Personalidad Adictiva”

La idea de una “personalidad adictiva” es un mito que ha persistido durante décadas. Se ha llegado a creer que ciertas personas poseen características innatas que las predisponen a la adicción, independientemente de las circunstancias. Esta idea ha contribuido a la estigmatización de las personas que sufren de adicción, y a la percepción de que son responsables de su enfermedad. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja.

La adicción no se debe a un solo rasgo de personalidad, sino a una combinación de factores que interactúan entre sí. La predisposición genética, los factores ambientales, los traumas y las experiencias de vida, así como las características de personalidad, juegan un papel importante en el desarrollo de la adicción. Es importante comprender que la adicción es un trastorno que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su personalidad, y que no es un reflejo de su carácter o moral.

La creencia en una “personalidad adictiva” puede llevar a la victimización y al aislamiento de las personas que sufren de adicción. Es crucial desmantelar este mito y promover la comprensión de que la adicción es un problema de salud complejo que requiere atención médica y apoyo.

2.1. Desmontando la Noción de un Rasgo Único

La idea de que la adicción se deba a un único rasgo de personalidad, como la impulsividad o la búsqueda de sensaciones, es una simplificación excesiva. La realidad es mucho más compleja. Si bien estos rasgos pueden contribuir a la vulnerabilidad a la adicción, no son determinantes.

Las personas con adicciones presentan una amplia gama de personalidades, y no todas comparten los mismos rasgos. Algunos pueden ser introvertidos, mientras que otros son extrovertidos. Algunos pueden ser altamente impulsivos, mientras que otros son más deliberados en sus acciones. Lo que sí comparten es una vulnerabilidad al desarrollo de una adicción, que puede ser influenciada por diversos factores, como la genética, el entorno y las experiencias de vida.

Es crucial comprender que la adicción es un trastorno complejo que no se puede reducir a un solo rasgo de personalidad. La búsqueda de una “personalidad adictiva” es un callejón sin salida que perpetúa la estigmatización y la incomprensión.

2.2. La Influencia de la Diversidad Humana

La diversidad humana es un factor fundamental a considerar al analizar la relación entre la personalidad y la adicción. Las personas no son entidades homogéneas, sino que poseen una amplia gama de características, experiencias y vulnerabilidades.

La influencia de la cultura, la educación, las experiencias de vida, las relaciones interpersonales y los factores socioeconómicos también juega un papel crucial en la configuración de la personalidad y la susceptibilidad a la adicción.

Reconocer la diversidad humana es esencial para comprender que la adicción no es un fenómeno monolítico, sino que se presenta de formas diversas y complejas. Atribuir la adicción a un único rasgo de personalidad es un error que ignora la complejidad de la condición humana y limita nuestra capacidad para brindar apoyo y tratamiento efectivo.

3. Factores que Influyen en la Adicción

La adicción es un trastorno multifactorial, lo que significa que su desarrollo es el resultado de la interacción compleja entre diversos factores. Estos factores se pueden agrupar en tres categorías principales⁚ predisposición genética, factores ambientales y factores psicosociales.

La predisposición genética se refiere a la herencia de genes que pueden aumentar la susceptibilidad a la adicción. Los factores ambientales incluyen el entorno físico, el acceso a sustancias, la exposición a la violencia y la pobreza.

Los factores psicosociales abarcan la influencia de las relaciones interpersonales, la cultura, las normas sociales, los eventos traumáticos y el estrés. Comprender la interacción de estos factores es fundamental para desarrollar estrategias de prevención, tratamiento y apoyo a las personas que sufren de adicción.

3.1. Predisposición Genética

La genética juega un papel significativo en la susceptibilidad a la adicción. Estudios han demostrado que la herencia de ciertos genes puede aumentar el riesgo de desarrollar una adicción. Estos genes pueden influir en la forma en que el cerebro procesa las sustancias adictivas, la sensibilidad a los efectos de las drogas y la capacidad de controlar los impulsos.

Por ejemplo, algunos genes están relacionados con la producción de dopamina, un neurotransmisor clave en el sistema de recompensa del cerebro. Las variaciones en estos genes pueden afectar la capacidad de experimentar placer y satisfacción, lo que podría aumentar la vulnerabilidad a la adicción.

Es importante destacar que la predisposición genética no determina la adicción. La interacción con factores ambientales y psicosociales juega un papel crucial en el desarrollo de la adicción.

3.2. Factores Ambientales

El entorno en el que una persona se desarrolla juega un papel crucial en la probabilidad de desarrollar una adicción. La exposición temprana a sustancias adictivas, la presencia de adicciones en el entorno familiar, la presión de grupo y la disponibilidad de sustancias son factores ambientales que pueden aumentar el riesgo de adicción.

Las experiencias traumáticas, como el abuso físico o sexual, la negligencia o la violencia doméstica, también pueden aumentar la vulnerabilidad a la adicción; Estos eventos pueden afectar la capacidad de regular las emociones y el estrés, lo que puede llevar a la búsqueda de escape en sustancias o comportamientos adictivos.

Además, la cultura y las normas sociales pueden influir en la percepción y el uso de sustancias adictivas. La disponibilidad de sustancias, la aceptación social del consumo de drogas y alcohol, y la publicidad de productos adictivos pueden contribuir a la normalización del uso de sustancias y aumentar el riesgo de adicción.

3.3. Factores Psicosociales

Los factores psicosociales, como la autoestima, las habilidades de afrontamiento, las relaciones interpersonales y las experiencias de vida, también pueden contribuir a la vulnerabilidad a la adicción. Un bajo nivel de autoestima, la dificultad para manejar las emociones negativas, la falta de habilidades sociales y la ausencia de un sistema de apoyo social sólido pueden aumentar el riesgo de desarrollar una adicción.

Las experiencias de estrés crónico, como la pérdida de un ser querido, problemas financieros o dificultades laborales, pueden aumentar la vulnerabilidad a la adicción. La adicción puede proporcionar un escape temporal del estrés y la angustia, aunque a largo plazo, exacerba los problemas existentes.

La presión social, la influencia de los compañeros y la búsqueda de pertenencia también pueden jugar un papel en el desarrollo de la adicción. La presión para encajar, la necesidad de aceptación y la influencia de un grupo de amigos que consumen sustancias pueden aumentar el riesgo de experimentar con sustancias adictivas.

4. Rasgos de Personalidad y Adicción

Si bien no existe una “personalidad adictiva” como tal, ciertos rasgos de personalidad pueden estar asociados con un mayor riesgo de desarrollar una adicción. Es importante destacar que la presencia de estos rasgos no implica que una persona necesariamente se volverá adicta. La interacción compleja entre la predisposición genética, los factores ambientales y los rasgos de personalidad determina la vulnerabilidad individual a la adicción.

Algunos de los rasgos de personalidad que se han relacionado con la adicción incluyen⁚

Impulsividad⁚ La impulsividad se refiere a la tendencia a actuar sin pensar en las consecuencias, a buscar la gratificación inmediata y a tener dificultades para controlar los impulsos.

Búsqueda de Sensaciones⁚ Las personas con una alta búsqueda de sensaciones disfrutan de experiencias nuevas y emocionantes, incluso si conllevan riesgos.

Baja Tolerancia a la Frustración⁚ La dificultad para tolerar la frustración y la incapacidad de esperar a obtener lo que se desea pueden aumentar la probabilidad de recurrir a sustancias o comportamientos adictivos.

4.1. Impulsividad y Compulsividad

La impulsividad y la compulsividad son dos rasgos de personalidad que se han relacionado estrechamente con la adicción. La impulsividad se caracteriza por la tendencia a actuar sin pensar en las consecuencias, a buscar la gratificación inmediata y a tener dificultades para controlar los impulsos. Las personas impulsivas pueden ser más propensas a experimentar con sustancias o comportamientos adictivos, ya que buscan la satisfacción inmediata sin considerar las consecuencias a largo plazo;

La compulsividad, por otro lado, se refiere a la necesidad de realizar una determinada acción repetidamente, a pesar de que esta pueda tener consecuencias negativas. Las personas compulsivas pueden experimentar una fuerte necesidad de participar en comportamientos adictivos, incluso cuando reconocen que estos les causan problemas.

La impulsividad y la compulsividad pueden ser rasgos independientes, pero a menudo se encuentran interconectados. En el contexto de la adicción, la impulsividad puede llevar a la experimentación inicial con sustancias o comportamientos, mientras que la compulsividad puede perpetuar el ciclo de adicción.

4.2. Búsqueda de Sensaciones y Toma de Riesgos

La búsqueda de sensaciones y la toma de riesgos son otros dos rasgos de personalidad que se han asociado con la adicción. La búsqueda de sensaciones se refiere a la necesidad de experimentar nuevas y estimulantes experiencias, mientras que la toma de riesgos implica la disposición a participar en actividades peligrosas o potencialmente dañinas.

Las personas con una alta búsqueda de sensaciones pueden ser más propensas a experimentar con sustancias o comportamientos adictivos, ya que buscan experiencias intensas y gratificantes. La toma de riesgos, por su parte, puede aumentar la probabilidad de que una persona se involucre en comportamientos adictivos, especialmente si estos comportamientos están asociados con un alto nivel de riesgo o peligrosidad.

Es importante destacar que la búsqueda de sensaciones y la toma de riesgos no son necesariamente rasgos negativos. De hecho, pueden ser adaptaciones positivas en ciertos contextos, como en el ámbito deportivo o empresarial. Sin embargo, cuando estos rasgos se encuentran en niveles extremos, pueden aumentar el riesgo de desarrollar una adicción.

4.3. Dificultades en el Control de los Impulsos

La capacidad de controlar los impulsos es fundamental para la salud mental y el bienestar. La adicción a menudo se caracteriza por una dificultad para resistir la urgencia de consumir la sustancia o participar en el comportamiento adictivo, incluso cuando se sabe que es dañino.

La falta de control de los impulsos puede manifestarse en diferentes formas, como la incapacidad para retrasar la gratificación, la impulsividad en la toma de decisiones y la dificultad para resistir las tentaciones. Estas dificultades pueden estar relacionadas con una serie de factores, como la genética, la neuroquímica, la experiencia temprana y las condiciones de salud mental.

En el contexto de la adicción, la falta de control de los impulsos puede llevar a un ciclo de consumo compulsivo, búsqueda de la sustancia o comportamiento adictivo, y luego arrepentimiento y culpa. Este ciclo puede ser difícil de romper, y la persona puede sentirse atrapada en un patrón de comportamiento destructivo.

4.4. Autoestima y Afrontamiento Emocional

La autoestima y la capacidad de afrontar las emociones de forma saludable son factores cruciales en la prevención y el tratamiento de la adicción. Las personas con baja autoestima pueden ser más propensas a buscar gratificación inmediata a través de la sustancia o el comportamiento adictivo, utilizando estos como mecanismos de escape de emociones negativas como la ansiedad, la depresión o la soledad.

La dificultad para regular las emociones, como la ira, la tristeza o el estrés, también puede contribuir al desarrollo de la adicción. Si una persona no tiene las habilidades para manejar sus emociones de forma constructiva, es más probable que recurra a sustancias o comportamientos adictivos para aliviar el malestar emocional.

Es importante destacar que la adicción no es un signo de debilidad de carácter o falta de voluntad. Es un trastorno complejo que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su autoestima o habilidades de afrontamiento. Sin embargo, fortalecer la autoestima y desarrollar mecanismos saludables de afrontamiento emocional puede ser un elemento clave en la prevención y la recuperación de la adicción.

5. Adicciones Comportamentales⁚ Un Nuevo Desafío

Más allá del consumo de sustancias, las adicciones comportamentales representan un nuevo desafío en la comprensión de la adicción. Estas se caracterizan por la dependencia a actividades o comportamientos específicos, como las apuestas, las compras compulsivas, el juego en línea, las relaciones tóxicas o el uso excesivo de internet.

Aunque no implican el consumo de sustancias químicas, las adicciones comportamentales comparten mecanismos neurobiológicos y psicológicos similares a las adicciones a las drogas. Se produce una liberación de dopamina en el cerebro, generando sensaciones de placer y recompensa, lo que lleva a la búsqueda repetida del comportamiento adictivo a pesar de las consecuencias negativas.

El desarrollo de las adicciones comportamentales se ve influenciado por factores como la impulsividad, la búsqueda de sensaciones, la dificultad para controlar los impulsos y la predisposición genética. Es crucial comprender estas adicciones para desarrollar estrategias de prevención, intervención y tratamiento específicas que aborden las particularidades de cada comportamiento adictivo.

6. El Impacto de la Adicción en la Salud Mental

La adicción, ya sea a sustancias o a comportamientos, tiene un impacto profundo en la salud mental del individuo. La dependencia a la droga o al comportamiento adictivo genera una serie de consecuencias psicológicas que afectan el bienestar emocional y la calidad de vida.

La adicción puede desencadenar o exacerbar trastornos mentales como la ansiedad, la depresión, el trastorno bipolar, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la esquizofrenia. Además, puede contribuir al desarrollo de problemas de autoestima, aislamiento social, dificultades en las relaciones interpersonales y pensamientos suicidas.

Es importante destacar que la relación entre la adicción y la salud mental es compleja y bidireccional. Las personas con trastornos mentales pueden ser más propensas a desarrollar adicciones como forma de automedicación o escape de sus síntomas. A su vez, la adicción puede empeorar los síntomas de los trastornos mentales existentes o incluso desencadenar nuevos problemas de salud mental.

6.1. Comorbilidad con Trastornos Mentales

La comorbilidad, es decir, la coexistencia de dos o más trastornos, es un fenómeno común en el ámbito de la adicción. Las personas con adicciones tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir otros trastornos mentales, y viceversa. Esta relación compleja se debe a una serie de factores, incluyendo predisposición genética, experiencias traumáticas, mecanismos de afrontamiento disfuncionales y la influencia de las sustancias o comportamientos adictivos en el cerebro.

Algunos de los trastornos mentales más comunes que se presentan junto a la adicción incluyen⁚

  • Trastorno de ansiedad generalizada
  • Trastorno de pánico
  • Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
  • Trastorno bipolar
  • Trastorno depresivo mayor
  • Trastorno límite de la personalidad
  • Esquizofrenia

Reconocer la comorbilidad es crucial para el tratamiento efectivo de la adicción. Los profesionales de la salud mental deben abordar tanto la adicción como los trastornos mentales coexistentes para lograr una recuperación completa y duradera.

6.2. Implicaciones en el Bienestar Psicológico

La adicción tiene un impacto profundo y devastador en el bienestar psicológico de las personas. Más allá de las consecuencias físicas y sociales, la adicción erosiona la autoestima, genera sentimientos de culpa y vergüenza, y dificulta la construcción de relaciones saludables. La dependencia a sustancias o comportamientos adictivos puede llevar a la persona a un estado de aislamiento social, aumentando el riesgo de depresión, ansiedad y otros trastornos mentales.

La adicción también afecta la capacidad de la persona para afrontar el estrés, resolver problemas y tomar decisiones racionales. La pérdida de control sobre la propia vida, la incapacidad de cumplir con responsabilidades y la constante lucha contra los deseos adictivos generan una sensación de desesperanza y falta de propósito.

Es fundamental comprender que la adicción no es un signo de debilidad o falta de voluntad, sino un trastorno complejo que requiere atención especializada y apoyo integral. El tratamiento adecuado, junto con el apoyo de seres queridos y profesionales, puede ayudar a las personas a recuperar su bienestar psicológico y a reconstruir sus vidas.

7. Tratamiento y Recuperación de la Adicción

El tratamiento de la adicción es un proceso complejo que requiere un enfoque multidisciplinario y personalizado. No existe una solución única para todos, y el éxito del tratamiento depende de varios factores, incluyendo el tipo de adicción, la gravedad del trastorno, la motivación del paciente y la disponibilidad de recursos. El objetivo del tratamiento es ayudar a la persona a superar la adicción, a recuperar su salud física y mental, y a reintegrarse a la sociedad de forma sana y productiva.

Los tratamientos más comunes incluyen terapia conductual, medicamentos, programas de apoyo grupal y terapias de intervención familiar. La terapia conductual ayuda a la persona a identificar y modificar los pensamientos y comportamientos que contribuyen a la adicción. Los medicamentos pueden ayudar a reducir los síntomas de abstinencia, a controlar los antojos y a prevenir recaídas. Los programas de apoyo grupal ofrecen un espacio seguro para compartir experiencias, recibir apoyo mutuo y aprender estrategias de afrontamiento. La terapia de intervención familiar ayuda a los miembros de la familia a comprender la adicción, a establecer límites saludables y a brindar apoyo al paciente durante su proceso de recuperación.

La recuperación de la adicción es un proceso continuo que requiere compromiso y esfuerzo. Es importante recordar que la recaída es parte del proceso de recuperación y no debe verse como un fracaso. Con el apoyo adecuado, la persona puede superar la adicción y construir una vida plena y significativa.

7.1. Abordajes Terapéuticos

El tratamiento de la adicción se basa en una variedad de enfoques terapéuticos, cada uno con sus propias estrategias y objetivos. La terapia conductual, un pilar fundamental en la intervención, se enfoca en modificar los patrones de comportamiento que perpetúan la adicción. Dentro de este enfoque, la terapia cognitivo-conductual (TCC) es ampliamente utilizada. La TCC ayuda a los pacientes a identificar y desafiar los pensamientos distorsionados que desencadenan el consumo de sustancias o comportamientos adictivos, reemplazándolos por pensamientos más realistas y adaptativos.

Otras terapias conductuales incluyen la terapia de aversión, que asocia el consumo de sustancias o la realización de comportamientos adictivos con experiencias desagradables, y la terapia de refuerzo positivo, que premia los comportamientos no adictivos. La terapia motivacional, por su parte, se centra en aumentar la motivación del paciente para cambiar su comportamiento, ayudándolo a explorar sus valores y metas, y a desarrollar un plan de acción para alcanzarlas.

En algunos casos, la terapia farmacológica puede ser necesaria para tratar los síntomas de abstinencia, reducir los antojos o prevenir recaídas. Los medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas físicos y psicológicos de la abstinencia, pero no son una solución mágica; Es esencial combinar el tratamiento farmacológico con la terapia conductual para lograr una recuperación sostenible.

7.2. Intervención Multidisciplinaria

La complejidad de la adicción exige un enfoque multidisciplinario que integre diferentes áreas de la salud y el bienestar. Un equipo de profesionales, incluidos psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, enfermeros y especialistas en adicciones, trabaja en conjunto para abordar las necesidades individuales de cada paciente. La intervención multidisciplinaria reconoce que la adicción no es un problema aislado, sino que se relaciona con otros factores como la salud mental, las relaciones interpersonales, el entorno social y la situación económica.

El equipo de profesionales se encarga de evaluar al paciente de manera integral, identificar los factores que contribuyen a la adicción, desarrollar un plan de tratamiento personalizado y brindar apoyo continuo durante el proceso de recuperación. La intervención multidisciplinaria también incluye la colaboración con la familia y el entorno social del paciente, educándolos sobre la adicción, proporcionándoles herramientas para brindar apoyo y facilitando la comunicación entre todos los involucrados.

Este enfoque holístico busca abordar la adicción desde diferentes perspectivas, fomentando la participación activa del paciente en su propio proceso de recuperación y promoviendo su bienestar integral. La intervención multidisciplinaria es fundamental para aumentar la probabilidad de éxito en el tratamiento y la recuperación de la adicción.

7.3. Importancia del Apoyo Social

El apoyo social juega un papel crucial en el proceso de recuperación de la adicción. Un entorno de apoyo y comprensión facilita la motivación, el compromiso y la resiliencia del paciente. La familia, amigos, grupos de apoyo y profesionales de la salud mental pueden brindar un sistema de apoyo fundamental para la recuperación.

La familia y los amigos pueden ofrecer un espacio seguro para compartir emociones, ayudar a afrontar las dificultades y celebrar los logros. Los grupos de apoyo, como los grupos de autoayuda, permiten a las personas que comparten experiencias similares conectarse, brindarse apoyo mutuo y aprender de las experiencias de otros. Los profesionales de la salud mental, a su vez, proporcionan orientación, estrategias de afrontamiento y herramientas para la gestión de la adicción.

El apoyo social ayuda a reducir el aislamiento, aumentar la autoestima y fortalecer la esperanza en la recuperación. Es fundamental que las personas que se encuentran en proceso de recuperación se sientan respaldadas y comprendidas en su entorno. El apoyo social es una pieza clave en el rompecabezas del éxito en el tratamiento y la recuperación de la adicción.

8 reflexiones sobre “Adicción y Personalidad: Desmitificando los Rasgos

  1. Un análisis completo y bien documentado sobre la adicción. La explicación sobre la dependencia física y psicológica es clara y precisa. Se recomienda la inclusión de información sobre las estrategias de prevención y promoción de la salud mental.

  2. Un análisis preciso y bien fundamentado sobre la adicción. La sección sobre el desarrollo de la adicción es particularmente útil, ya que explica el proceso gradual de dependencia. Agradezco la inclusión de información sobre los factores de riesgo y protección, lo que proporciona una perspectiva más completa del tema.

  3. Un artículo informativo y útil que proporciona una visión general de la adicción. La sección sobre el desarrollo de la adicción es particularmente útil, ya que explica el proceso de dependencia. Se sugiere la inclusión de información sobre los recursos disponibles para las personas que sufren de adicción.

  4. El artículo es informativo y accesible, presentando la adicción como un trastorno complejo y multifactorial. La crítica al mito de la “personalidad adictiva” es necesaria y bien argumentada. Sugiero la inclusión de ejemplos concretos para ilustrar los diferentes aspectos de la adicción.

  5. Un excelente trabajo que desmitifica la adicción y la presenta como un problema complejo con múltiples causas. La sección sobre el desarrollo de la adicción es especialmente valiosa, ya que explica cómo se produce la dependencia física y psicológica. Se recomienda la inclusión de información sobre las opciones de tratamiento disponibles.

  6. El artículo ofrece una introducción sólida a la complejidad de la adicción, desmitificando la idea de una “personalidad adictiva”. La explicación de los factores biológicos, psicológicos y sociales involucrados es clara y concisa. Sin embargo, me gustaría ver una exploración más profunda de los diferentes tipos de adicciones y sus características específicas.

  7. Un trabajo sólido que aborda la complejidad de la adicción. La crítica al mito de la “personalidad adictiva” es necesaria y efectiva. Se recomienda la inclusión de información sobre las diferentes estrategias de intervención y tratamiento para la adicción.

  8. El artículo ofrece una visión equilibrada de la adicción, destacando tanto los factores de riesgo como los de protección. La crítica a la estigmatización es importante y necesaria. Se sugiere la inclusión de información sobre las consecuencias sociales y económicas de la adicción.

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