Agujero macular⁚ síntomas y tratamiento

Un agujero macular es un pequeño agujero o desgarro en la mácula, la parte central de la retina responsable de la visión central․ Esta afección puede causar una pérdida significativa de la visión, especialmente en tareas que requieren una visión detallada, como leer, conducir o reconocer rostros․

Introducción

El agujero macular, también conocido como desgarro macular, es una condición ocular que afecta la mácula, la parte central de la retina responsable de la visión central aguda․ La mácula es esencial para tareas visuales que requieren detalles finos, como leer, reconocer rostros y conducir․ Un agujero macular se produce cuando se forma un pequeño agujero o desgarro en la mácula, lo que puede provocar distorsión visual, visión borrosa y pérdida de la visión central․

La formación de un agujero macular es un proceso gradual que suele comenzar con un pequeño desgarro en la retina․ Este desgarro puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo el envejecimiento, la miopía (visión corta), los traumatismos oculares y ciertas enfermedades oculares, como la retinopatía diabética․ A medida que el desgarro se agranda, el líquido vítreo, el gel transparente que llena el ojo, puede filtrarse a través del desgarro y tirar de la retina, lo que puede provocar un agujero macular․

El agujero macular puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en personas mayores de 50 años․ Si bien la condición generalmente afecta a un solo ojo, puede ocurrir en ambos ojos․ El tratamiento del agujero macular depende de la gravedad del agujero y de la salud general del paciente․ En algunos casos, el agujero puede cerrar por sí solo, mientras que en otros casos puede requerir cirugía para repararlo․

¿Qué es un agujero macular?

Un agujero macular, también conocido como desgarro macular, es una condición ocular que afecta la mácula, la parte central de la retina responsable de la visión central aguda․ La mácula es esencial para tareas visuales que requieren detalles finos, como leer, reconocer rostros y conducir․ Un agujero macular se produce cuando se forma un pequeño agujero o desgarro en la mácula, lo que puede provocar distorsión visual, visión borrosa y pérdida de la visión central․

La mácula es una región especializada de la retina que contiene una alta concentración de células fotorreceptoras llamadas conos․ Los conos son responsables de la visión del color y la visión detallada, y están concentrados en la fóvea, el centro de la mácula․ Cuando se forma un agujero macular, el líquido vítreo, el gel transparente que llena el ojo, puede filtrarse a través del agujero y tirar de la retina, lo que puede provocar una distorsión o pérdida de la visión central․

Los agujeros maculares pueden variar en tamaño y forma, y pueden ser pequeños, como la punta de una aguja, o más grandes․ Los agujeros maculares generalmente se desarrollan gradualmente y es posible que no causen síntomas notables al principio․ Sin embargo, a medida que el agujero se agranda, los síntomas pueden volverse más pronunciados y afectar significativamente la visión central․

Causas del agujero macular

La causa exacta de los agujeros maculares no siempre está clara, pero se cree que están relacionados con el envejecimiento y el debilitamiento del vítreo, el gel transparente que llena el ojo․ A medida que envejecemos, el vítreo se encoge y se separa de la retina, un proceso conocido como desprendimiento posterior del vítreo․ Este desprendimiento puede tirar de la retina, especialmente en la mácula, y crear un pequeño agujero o desgarro․

Otros factores que pueden contribuir al desarrollo de un agujero macular incluyen⁚

• Miopia (visión corta)⁚ Las personas con miopía tienen un mayor riesgo de desarrollar agujeros maculares debido a que sus ojos son más largos y la retina está más estirada․
• Trauma ocular⁚ Un golpe en el ojo o una lesión ocular puede provocar un desgarro en la retina, aumentando el riesgo de un agujero macular․
• Cirugía ocular previa⁚ La cirugía ocular, como la cirugía de cataratas, puede aumentar el riesgo de un agujero macular, especialmente si se ha producido un desprendimiento posterior del vítreo durante la cirugía․
• Enfermedades oculares previas⁚ Algunas enfermedades oculares, como la retinopatía diabética o la desprendimiento de retina, pueden aumentar el riesgo de un agujero macular․
• Factores genéticos⁚ La predisposición genética puede jugar un papel en el desarrollo de agujeros maculares․

En algunos casos, la causa de un agujero macular puede ser desconocida․

Factores de riesgo para el agujero macular

Ciertos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar un agujero macular․ Estos incluyen⁚

• Edad⁚ Los agujeros maculares son más comunes en personas mayores de 50 años․ El vítreo, el gel transparente que llena el ojo, se encoge y se separa de la retina con la edad, lo que aumenta el riesgo de un agujero macular․
• Miopia (visión corta)⁚ Las personas con miopía tienen un mayor riesgo de desarrollar agujeros maculares debido a que sus ojos son más largos y la retina está más estirada․
• Desprendimiento posterior del vítreo⁚ Este es un proceso natural que ocurre con la edad, donde el vítreo se separa de la retina․ El desprendimiento posterior del vítreo puede tirar de la retina, especialmente en la mácula, y crear un pequeño agujero o desgarro․
• Trauma ocular⁚ Un golpe en el ojo o una lesión ocular puede provocar un desgarro en la retina, aumentando el riesgo de un agujero macular․
• Cirugía ocular previa⁚ La cirugía ocular, como la cirugía de cataratas, puede aumentar el riesgo de un agujero macular, especialmente si se ha producido un desprendimiento posterior del vítreo durante la cirugía․
• Enfermedades oculares previas⁚ Algunas enfermedades oculares, como la retinopatía diabética o la desprendimiento de retina, pueden aumentar el riesgo de un agujero macular․
• Factores genéticos⁚ La predisposición genética puede jugar un papel en el desarrollo de agujeros maculares․

Es importante tener en cuenta que no todas las personas que tienen estos factores de riesgo desarrollarán un agujero macular․ Sin embargo, si usted tiene uno o más de estos factores de riesgo, es importante consultar con un oftalmólogo para exámenes oculares regulares y detectar cualquier signo temprano de un agujero macular․

Síntomas del agujero macular

Los síntomas de un agujero macular pueden variar dependiendo del tamaño y la ubicación del agujero․ Algunos pacientes pueden no experimentar ningún síntoma en las primeras etapas, mientras que otros pueden notar cambios significativos en su visión․ Los síntomas más comunes incluyen⁚

Pérdida de la visión central

Un agujero macular puede causar una pérdida de la visión central, lo que significa que es difícil ver los objetos directamente frente a usted․ Esta pérdida de visión puede ser gradual o repentina, y puede ser más notable al leer, conducir o reconocer rostros․

Distorsión de la visión

Otro síntoma común es la distorsión de la visión․ Las líneas rectas pueden parecer onduladas o distorsionadas․ Esto se debe a que el agujero macular afecta la capacidad del ojo para procesar las imágenes de forma correcta․

Manchas oscuras o flotantes

Algunos pacientes pueden experimentar manchas oscuras o flotantes en su visión․ Estas manchas pueden ser pequeñas o grandes, y pueden aparecer y desaparecer․

Visión borrosa

La visión borrosa es otro síntoma común de un agujero macular․ La visión puede ser borrosa en general o solo en un área específica del campo visual․

Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante consultar con un oftalmólogo de inmediato․ El diagnóstico y tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir la pérdida permanente de la visión․

Pérdida de la visión central

La pérdida de la visión central es un síntoma característico de un agujero macular․ La mácula, ubicada en el centro de la retina, es responsable de la visión detallada y la percepción del color․ Cuando se forma un agujero en la mácula, la retina se deforma y se distorsiona, lo que afecta la capacidad del ojo para procesar las imágenes con precisión․

La pérdida de la visión central puede manifestarse de diferentes maneras, dependiendo del tamaño y la ubicación del agujero macular․ Algunos pacientes pueden experimentar una disminución gradual de la visión central, mientras que otros pueden notar una pérdida repentina y significativa․ Esta pérdida de visión puede dificultar la realización de tareas cotidianas que requieren una visión precisa, como leer, conducir, reconocer rostros o realizar trabajos que requieren detalles finos․

La pérdida de la visión central puede ser particularmente frustrante para los pacientes, ya que afecta la capacidad de ver los objetos directamente frente a ellos․ Las tareas que antes eran fáciles, como leer un libro o ver la televisión, pueden volverse desafiantes o incluso imposibles․ Es importante destacar que la pérdida de la visión central puede ser reversible con el tratamiento adecuado, pero es crucial buscar atención médica de inmediato si se experimenta este síntoma․

Distorsión de la visión

La distorsión de la visión es otro síntoma común del agujero macular․ La mácula, siendo la parte central de la retina, es responsable de la percepción de las formas y los detalles finos․ Un agujero en la mácula puede causar distorsiones en la visión, haciendo que las líneas rectas se vean onduladas o curvadas․ Esta distorsión visual puede ser particularmente notable al mirar objetos con bordes rectos, como puertas, ventanas o líneas en la carretera․

La distorsión de la visión puede manifestarse de diferentes formas, dependiendo del tamaño y la ubicación del agujero macular․ Algunos pacientes pueden experimentar una ligera distorsión en la visión periférica, mientras que otros pueden notar una distorsión más pronunciada en la visión central․ Esta distorsión puede afectar la capacidad de leer, conducir o realizar cualquier tarea que requiera una visión precisa․

La distorsión de la visión puede ser un síntoma temprano de un agujero macular, y es importante buscar atención médica de inmediato si se experimenta este síntoma․ Un diagnóstico y tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir la pérdida de visión permanente․

Manchas oscuras o flotantes

Las manchas oscuras o flotantes, también conocidas como miodesopsias, son otro síntoma común del agujero macular․ Estas manchas se perciben como pequeñas partículas oscuras o flotantes que se mueven a través del campo visual․ Pueden parecerse a hilos, puntos o telarañas, y a menudo son más notables cuando se mira un fondo claro, como un cielo azul o una pared blanca․

Las manchas oscuras o flotantes son causadas por la presencia de pequeñas partículas de tejido o células en el humor vítreo, el fluido gelatinoso que llena el ojo․ Cuando se desarrolla un agujero macular, el humor vítreo puede entrar en contacto con la retina, lo que puede causar el desprendimiento de estas partículas y su flotación en el campo visual․

Aunque las manchas oscuras o flotantes pueden ser un síntoma molesto, no siempre son un signo de un agujero macular․ Pueden ser causadas por otras afecciones oculares, como el desprendimiento vítreo o la uveítis․ Si experimenta manchas oscuras o flotantes junto con otros síntomas, como pérdida de la visión central o distorsión de la visión, es importante buscar atención médica de inmediato․

Visión borrosa

La visión borrosa es otro síntoma común del agujero macular․ Esto se debe a que el agujero en la mácula distorsiona la luz que entra en el ojo, lo que dificulta la formación de una imagen clara en el cerebro․ La visión borrosa puede afectar tanto a la visión de cerca como a la de lejos, y puede variar en gravedad dependiendo del tamaño y la ubicación del agujero macular․

La visión borrosa asociada al agujero macular puede ser gradual o repentina․ En algunos casos, la visión borrosa puede ser tan leve que no se nota hasta que se realiza un examen ocular․ En otros casos, la visión borrosa puede ser tan grave que dificulte la realización de tareas cotidianas, como leer, conducir o reconocer rostros․

Si experimenta visión borrosa, es importante buscar atención médica de inmediato para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado․ Un examen ocular completo puede ayudar a identificar la presencia de un agujero macular u otras afecciones que pueden causar visión borrosa․

Diagnóstico del agujero macular

El diagnóstico de un agujero macular se basa en un examen ocular completo realizado por un oftalmólogo․ Este examen incluye⁚

Examen del ojo

El oftalmólogo examinará su ojo con una lámpara de hendidura, un instrumento que permite observar la estructura del ojo con gran detalle․ La lámpara de hendidura permite al oftalmólogo visualizar la retina y detectar la presencia de un agujero macular․

Examen de la retina

El oftalmólogo también examinará su retina con un oftalmoscopio, un instrumento que ilumina la retina y permite visualizarla con mayor detalle․ Este examen permite al oftalmólogo observar el tamaño y la ubicación del agujero macular․

Tomografía de coherencia óptica (OCT)

La tomografía de coherencia óptica (OCT) es una prueba de imagen no invasiva que proporciona imágenes de alta resolución de la retina․ La OCT permite al oftalmólogo visualizar la estructura de la retina en detalle y detectar la presencia de un agujero macular, así como su tamaño y profundidad․

La OCT es una herramienta esencial para el diagnóstico y el seguimiento del agujero macular․ Permite al oftalmólogo evaluar la gravedad del agujero y monitorizar su progresión con el tiempo․ Además, la OCT es útil para planificar el tratamiento y evaluar su eficacia․

Examen del ojo

El examen del ojo es una parte fundamental del diagnóstico de un agujero macular․ Durante este examen, el oftalmólogo utiliza una lámpara de hendidura, un instrumento que permite observar la estructura del ojo con gran detalle․ La lámpara de hendidura proyecta una luz brillante y estrecha sobre el ojo, lo que permite al oftalmólogo visualizar las diferentes estructuras del ojo, incluyendo la retina, el vítreo y la mácula․

Con la ayuda de la lámpara de hendidura, el oftalmólogo puede examinar la superficie del ojo, incluyendo la córnea, la conjuntiva y el iris․ También puede observar la estructura del vítreo, el gel transparente que llena el ojo, y detectar la presencia de cualquier opacidad o desgarro․

La lámpara de hendidura también permite al oftalmólogo visualizar la retina, la capa sensible a la luz del ojo que se encuentra en la parte posterior del ojo․ Al examinar la retina, el oftalmólogo puede detectar la presencia de un agujero macular, así como su tamaño, forma y ubicación․

El examen del ojo con la lámpara de hendidura es un procedimiento rápido, indoloro y no invasivo․ Es un paso crucial en el diagnóstico de un agujero macular, ya que permite al oftalmólogo obtener una visión detallada del ojo y detectar cualquier anomalía que pueda indicar la presencia de esta afección․

Examen de la retina

El examen de la retina es una parte esencial del diagnóstico de un agujero macular․ Este examen permite al oftalmólogo visualizar la retina, la capa sensible a la luz del ojo que se encuentra en la parte posterior del ojo․ La retina es responsable de convertir la luz en señales nerviosas que el cerebro interpreta como imágenes․

Existen diferentes métodos para examinar la retina, incluyendo la oftalmoscopia directa e indirecta․ La oftalmoscopia directa utiliza un instrumento llamado oftalmoscopio, que se coloca en el ojo del oftalmólogo y permite visualizar la retina a través de la pupila․ La oftalmoscopia indirecta utiliza un espejo para proyectar una luz sobre el ojo y permite al oftalmólogo visualizar la retina desde un ángulo más amplio․

Durante el examen de la retina, el oftalmólogo busca la presencia de un agujero macular, así como su tamaño, forma y ubicación․ También examina la retina en busca de otros signos de enfermedad, como desgarros, hemorragias, edema o tracción․

El examen de la retina es un procedimiento rápido, indoloro y no invasivo․ Es un paso crucial en el diagnóstico de un agujero macular, ya que permite al oftalmólogo obtener una visión detallada de la retina y detectar cualquier anomalía que pueda indicar la presencia de esta afección․

Tomografía de coherencia óptica (OCT)

La tomografía de coherencia óptica (OCT) es una técnica de imagen no invasiva que proporciona imágenes detalladas de la retina y las estructuras que la rodean․ Es una herramienta valiosa para diagnosticar y monitorear el agujero macular, ya que ofrece información sobre la profundidad y el tamaño del agujero, así como sobre la presencia de cualquier edema o tracción en la retina․

La OCT funciona emitiendo un haz de luz infrarroja hacia el ojo․ La luz se refleja en las diferentes estructuras del ojo y regresa al dispositivo․ El tiempo que tarda la luz en regresar se utiliza para crear una imagen tridimensional de la retina․

La OCT es una prueba indolora y rápida que no requiere ningún tipo de preparación especial․ Durante la prueba, el paciente se sienta frente a un dispositivo y coloca el mentón en un soporte․ El oftalmólogo coloca un dispositivo similar a un telescopio en el ojo del paciente․ El dispositivo emite un haz de luz infrarroja que recorre el ojo y crea una imagen detallada de la retina․

Las imágenes de OCT se analizan posteriormente por el oftalmólogo para determinar la presencia y la gravedad del agujero macular․ Esta información es crucial para planificar el tratamiento más adecuado para cada paciente․

Tratamiento del agujero macular

El tratamiento del agujero macular depende del tamaño y la gravedad del agujero, así como de la presencia de otras afecciones oculares․ En general, el tratamiento tiene como objetivo cerrar el agujero y restaurar la visión․

Las opciones de tratamiento más comunes incluyen⁚

• Observación⁚ En algunos casos, especialmente en agujeros maculares pequeños y sin síntomas significativos, el oftalmólogo puede optar por observar al paciente y monitorear la evolución del agujero․ Si el agujero no crece ni causa pérdida de visión, puede no ser necesario ningún tratamiento․
• Cirugía⁚ La cirugía es la opción de tratamiento más común para los agujeros maculares․ La cirugía consiste en una vitrectoma, que es un procedimiento que implica la eliminación del vítreo, el gel que llena el ojo, y el cierre del agujero macular․ El procedimiento se realiza bajo anestesia local y suele durar entre 30 y 60 minutos․

Durante la vitrectoma, el oftalmólogo realiza una pequeña incisión en la esclera, la capa externa del ojo, e introduce una pequeña herramienta quirúrgica llamada vitrectomía․ La vitrectomía se utiliza para aspirar el vítreo y cualquier tejido que pueda estar bloqueando el agujero macular․

Una vez que el vítreo se ha eliminado, el oftalmólogo puede utilizar un láser para sellar el agujero macular․ En algunos casos, también se puede utilizar un gas o un aceite para mantener la retina en su lugar y permitir que el agujero se cierre․

La vitrectoma es un procedimiento seguro y eficaz para tratar el agujero macular․ La mayoría de los pacientes experimentan una mejora significativa de la visión después de la cirugía․

Observación

La observación es una opción de tratamiento para los agujeros maculares pequeños y sin síntomas significativos․ Esta estrategia implica un seguimiento regular con el oftalmólogo para monitorear la evolución del agujero․ Si el agujero no crece ni causa pérdida de visión, puede no ser necesario ningún tratamiento․

La observación es una opción viable en casos de agujeros maculares pequeños y sin síntomas significativos․ En estos casos, el oftalmólogo puede optar por monitorear la evolución del agujero durante un período determinado, sin intervención quirúrgica․

Los pacientes que optan por la observación deben tener en cuenta que el agujero macular puede crecer o empeorar con el tiempo, incluso sin síntomas notables․ Por lo tanto, es crucial asistir a todas las citas de seguimiento programadas para que el oftalmólogo pueda evaluar la evolución del agujero y determinar si se requiere un tratamiento más agresivo․

La observación es una opción de tratamiento conservadora que puede ser adecuada para algunos pacientes con agujeros maculares pequeños y sin síntomas․ Sin embargo, es importante tener en cuenta que la observación no siempre es la mejor opción, y en algunos casos puede ser necesario un tratamiento más agresivo para prevenir la pérdida de visión․

El oftalmólogo evaluará cada caso individualmente y recomendará la mejor opción de tratamiento en función de la gravedad del agujero macular, los síntomas del paciente y otros factores relevantes․

Cirugía

La cirugía es el tratamiento más común para los agujeros maculares que causan pérdida de visión o que están creciendo․ El objetivo de la cirugía es cerrar el agujero y restaurar la visión․

La cirugía más común para los agujeros maculares es la vitrectomía․ En este procedimiento, el cirujano extrae el humor vítreo, el gel que llena el ojo, y lo reemplaza con una solución salina․ Esto permite que la retina se aplane y que el agujero se cierre․

En algunos casos, el cirujano puede colocar un gas o un aceite de silicona dentro del ojo para ayudar a mantener la retina en su lugar mientras el agujero se cierra․ Este gas o aceite se absorberá gradualmente con el tiempo․

La vitrectomía es un procedimiento ambulatorio, lo que significa que el paciente puede regresar a casa el mismo día de la cirugía․ La mayoría de los pacientes experimentan una mejoría en la visión después de la cirugía, aunque la recuperación puede tardar varios meses․

La cirugía para el agujero macular es una opción segura y efectiva para la mayoría de los pacientes․ Sin embargo, como con cualquier procedimiento quirúrgico, existen algunos riesgos potenciales, como infección, hemorragia o desprendimiento de retina․

El oftalmólogo discutirá los riesgos y beneficios de la cirugía con el paciente antes de la cirugía para garantizar que el paciente tome una decisión informada sobre su tratamiento․

Recuperación después de la cirugía

La recuperación después de la cirugía de agujero macular puede variar de persona a persona, pero generalmente implica un período de reposo y cuidados posteriores para ayudar a la cicatrización y la recuperación de la visión․

Después de la cirugía, el paciente deberá mantener la cabeza en una posición específica durante un período de tiempo determinado, según las indicaciones del oftalmólogo․ Esta posición ayuda a que el gas o el aceite de silicona colocados en el ojo se posicionen correctamente para facilitar la cicatrización del agujero․

Es posible que el paciente experimente visión borrosa o distorsionada después de la cirugía, lo cual es normal mientras el gas o el aceite se reabsorben․ La visión generalmente mejora gradualmente en las semanas y meses posteriores a la cirugía․

El oftalmólogo realizará visitas de seguimiento regulares para controlar la recuperación del paciente y asegurarse de que el agujero se esté cerrando correctamente․ Durante estas visitas, el oftalmólogo evaluará la visión del paciente y realizará pruebas de imagen para monitorear la cicatrización del agujero․

Es importante seguir cuidadosamente las instrucciones del oftalmólogo durante el período de recuperación․ Esto incluye evitar actividades que puedan aumentar la presión en el ojo, como levantar objetos pesados o realizar esfuerzos intensos․ También es importante evitar el contacto con el agua en el ojo durante un período de tiempo determinado․

La mayoría de los pacientes experimentan una mejora significativa en la visión después de la cirugía de agujero macular, aunque la recuperación puede tardar varios meses․ Es importante tener paciencia y seguir las instrucciones del oftalmólogo para lograr la mejor recuperación posible․

Prevención del agujero macular

Si bien no existe una forma garantizada de prevenir completamente los agujeros maculares, existen medidas que pueden reducir el riesgo de desarrollar esta condición․ Estas medidas se centran principalmente en controlar los factores de riesgo asociados con el desarrollo de agujeros maculares y en mantener una buena salud ocular․

Uno de los factores de riesgo más importantes para los agujeros maculares es la edad․ A medida que las personas envejecen, el humor vítreo, el gel que llena el ojo, se encoge y se separa de la retina, lo que puede aumentar el riesgo de desgarros y agujeros․

Otro factor de riesgo importante es la miopía o la visión corta․ Las personas con miopía tienen un mayor riesgo de desarrollar desgarros y agujeros en la retina debido a que el globo ocular es más alargado, lo que puede causar tensión en la retina․

Además de la edad y la miopía, existen otros factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar un agujero macular, como la diabetes, la presión arterial alta, el consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo․

Para prevenir los agujeros maculares, es fundamental mantener una buena salud ocular․ Esto incluye realizarse exámenes oculares regulares para detectar cualquier problema en los ojos, como desgarros o agujeros en la retina․ También es importante controlar los factores de riesgo, como la diabetes y la presión arterial alta, y mantener un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitar el consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo․

Exámenes oculares regulares

Los exámenes oculares regulares son una parte esencial de la prevención del agujero macular․ Estos exámenes permiten a los oftalmólogos detectar cualquier problema en los ojos, incluidos los desgarros y los agujeros en la retina, en las primeras etapas, cuando el tratamiento es más efectivo․

La frecuencia de los exámenes oculares depende de varios factores, como la edad, los antecedentes familiares de enfermedades oculares, la presencia de factores de riesgo como la diabetes o la presión arterial alta, y la existencia de problemas oculares previos․

En general, se recomienda realizar exámenes oculares completos, que incluyen la evaluación de la agudeza visual, la presión intraocular, el fondo de ojo y la evaluación de la retina, al menos una vez al año․

Las personas mayores de 60 años o con factores de riesgo para enfermedades oculares, como la diabetes o la presión arterial alta, deben realizarse exámenes oculares más frecuentes, incluso cada seis meses o anualmente․

Durante un examen ocular completo, el oftalmólogo utiliza diferentes instrumentos para examinar el ojo, como un oftalmoscopio, un tonómetro y un biomicroscopio․ Estos instrumentos permiten al oftalmólogo observar la retina, medir la presión intraocular y examinar la estructura del ojo en detalle․

Si se detecta algún problema en los ojos, como un desgarro o un agujero en la retina, el oftalmólogo recomendará el tratamiento adecuado para prevenir el desarrollo de un agujero macular․