Ataque cardíaco: hechos y estadísticas

Ataque cardíaco: hechos y estadísticas

Ataque cardíaco⁚ hechos y estadísticas

Un ataque cardíaco, también conocido como infarto de miocardio, ocurre cuando el flujo sanguíneo al corazón se interrumpe, dañando el tejido cardíaco. Es una condición médica grave que puede provocar discapacidad o muerte.

Introducción

Los ataques cardíacos son una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Cada año, millones de personas sufren un ataque cardíaco, y muchos de ellos mueren como resultado. Comprender los hechos y las estadísticas sobre los ataques cardíacos es esencial para tomar medidas para prevenirlos y mejorar las posibilidades de supervivencia.

Los ataques cardíacos se producen cuando el flujo sanguíneo al corazón se interrumpe, lo que priva al músculo cardíaco de oxígeno. Esto puede provocar daño o muerte del tejido cardíaco. Los ataques cardíacos pueden ocurrir de forma repentina o gradual, y los síntomas pueden variar de persona a persona.

Los factores de riesgo para los ataques cardíacos son numerosos, y muchos de ellos son modificables. Entender estos factores de riesgo y tomar medidas para controlarlos puede reducir significativamente el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.

Definición de ataque cardíaco

Un ataque cardíaco, también conocido como infarto de miocardio, ocurre cuando el flujo sanguíneo a una parte del músculo cardíaco se bloquea, generalmente debido a un coágulo de sangre. Esto priva al tejido cardíaco de oxígeno, lo que puede llevar a daño o muerte celular.

El corazón es un músculo que bombea sangre a todo el cuerpo. Las arterias coronarias son los vasos sanguíneos que suministran sangre al corazón. Cuando una arteria coronaria se bloquea, el flujo sanguíneo se interrumpe y el músculo cardíaco comienza a morir.

La gravedad de un ataque cardíaco depende de la cantidad de tejido cardíaco afectado. Un ataque cardíaco pequeño puede causar poco daño, mientras que un ataque cardíaco grande puede ser mortal.

Tipos de ataque cardíaco

Los ataques cardíacos se clasifican en dos tipos principales⁚

  • Ataque cardíaco STEMI (infarto de miocardio con elevación del segmento ST)⁚ Este tipo de ataque cardíaco es el más grave y ocurre cuando una arteria coronaria se bloquea por completo. Esto provoca una interrupción completa del flujo sanguíneo al corazón, lo que lleva a un daño significativo del tejido cardíaco.
  • Ataque cardíaco NSTEMI (infarto de miocardio sin elevación del segmento ST)⁚ Este tipo de ataque cardíaco ocurre cuando una arteria coronaria está parcialmente bloqueada. Esto provoca una reducción del flujo sanguíneo al corazón, lo que lleva a un daño menos grave del tejido cardíaco.

La diferencia entre STEMI y NSTEMI se determina mediante un electrocardiograma (ECG), una prueba que mide la actividad eléctrica del corazón. Un ECG puede mostrar una elevación del segmento ST en un STEMI, mientras que no se observa esta elevación en un NSTEMI.

Estadísticas globales de ataque cardíaco

Los ataques cardíacos son una causa importante de muerte y discapacidad en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se producen aproximadamente 17,9 millones de ataques cardíacos cada año, de los cuales 8,5 millones son fatales.

Las estadísticas muestran que las enfermedades cardíacas, incluyendo los ataques cardíacos, son responsables de casi 1 de cada 3 muertes en todo el mundo. En los países de ingresos bajos y medianos, las enfermedades cardíacas representan el 85% de las muertes relacionadas con enfermedades cardíacas.

Es importante destacar que estas estadísticas solo reflejan los ataques cardíacos que se registran oficialmente. Es probable que la cifra real sea mucho mayor, ya que muchos ataques cardíacos no se diagnostican o no se registran.

Factores de riesgo de ataque cardíaco

Los factores de riesgo de ataque cardíaco se pueden dividir en dos categorías⁚ modificables y no modificables. Los factores de riesgo modificables son aquellos que se pueden controlar o cambiar a través de cambios en el estilo de vida o tratamiento médico. Los factores de riesgo no modificables son aquellos que no se pueden controlar, como la genética o la edad.

Algunos de los principales factores de riesgo modificables de ataque cardíaco incluyen⁚

  • Tabaquismo
  • Presión arterial alta (hipertensión)
  • Colesterol alto (hipercolesterolemia)
  • Diabetes
  • Obesidad
  • Falta de ejercicio físico
  • Dieta poco saludable
  • Estrés

Los factores de riesgo no modificables de ataque cardíaco incluyen⁚

  • Edad
  • Género (los hombres tienen un mayor riesgo que las mujeres)
  • Raza y origen étnico
  • Historia familiar de enfermedades cardíacas

Factores de riesgo modificables

Los factores de riesgo modificables de ataque cardíaco son aquellos que se pueden controlar o cambiar a través de cambios en el estilo de vida o tratamiento médico. Estos factores juegan un papel crucial en el desarrollo de la enfermedad cardíaca y pueden ser manejados de manera efectiva para reducir el riesgo de un ataque cardíaco.

Algunos de los principales factores de riesgo modificables de ataque cardíaco incluyen⁚

  • Tabaquismo⁚ Fumar cigarrillos aumenta significativamente el riesgo de ataque cardíaco. La nicotina y el monóxido de carbono en el humo del cigarrillo dañan el revestimiento de las arterias, lo que facilita la formación de placas de colesterol.
  • Presión arterial alta (hipertensión)⁚ La presión arterial alta ejerce una presión excesiva sobre las arterias, lo que puede dañarlas y aumentar el riesgo de ataque cardíaco.
  • Colesterol alto (hipercolesterolemia)⁚ El colesterol alto puede acumularse en las arterias, formando placas que pueden bloquear el flujo sanguíneo al corazón.
  • Diabetes⁚ La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de ataque cardíaco.
  • Obesidad⁚ La obesidad aumenta la presión arterial, el colesterol y el riesgo de diabetes, lo que aumenta el riesgo de ataque cardíaco.
  • Falta de ejercicio físico⁚ La falta de actividad física puede aumentar el riesgo de ataque cardíaco al aumentar el colesterol, la presión arterial y el peso.
  • Dieta poco saludable⁚ Una dieta rica en grasas saturadas, colesterol y sodio puede aumentar el riesgo de ataque cardíaco.
  • Estrés⁚ El estrés crónico puede aumentar la presión arterial y el ritmo cardíaco, lo que aumenta el riesgo de ataque cardíaco.
Tabaquismo

El tabaquismo es uno de los factores de riesgo modificables más importantes para el ataque cardíaco. Fumar cigarrillos aumenta significativamente el riesgo de enfermedad cardíaca coronaria y ataque cardíaco. La nicotina y el monóxido de carbono en el humo del cigarrillo dañan el revestimiento de las arterias, lo que facilita la formación de placas de colesterol. Estas placas pueden obstruir las arterias, restringiendo el flujo sanguíneo al corazón y aumentando el riesgo de ataque cardíaco.

Además de los efectos directos sobre las arterias, el tabaquismo también aumenta la presión arterial, reduce el nivel de oxígeno en la sangre y aumenta la coagulación de la sangre, lo que contribuye al riesgo de ataque cardíaco. Dejar de fumar es uno de los cambios de estilo de vida más importantes que puede hacer para reducir el riesgo de ataque cardíaco. Los beneficios de dejar de fumar se notan rápidamente, con una reducción significativa del riesgo de ataque cardíaco dentro de los primeros años de dejar de fumar.

Presión arterial alta

La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, es otro factor de riesgo modificable importante para el ataque cardíaco. Cuando la presión arterial es demasiado alta, ejerce una presión excesiva sobre las arterias, lo que puede dañar las paredes de las arterias y contribuir a la formación de placas de colesterol. Estas placas pueden obstruir las arterias, restringiendo el flujo sanguíneo al corazón y aumentando el riesgo de ataque cardíaco.

La presión arterial alta también puede causar daño al corazón, debilitando el músculo cardíaco y haciéndolo más susceptible a la insuficiencia cardíaca. La presión arterial alta generalmente no presenta síntomas, por lo que es importante que se revise la presión arterial regularmente. Si tiene presión arterial alta, existen muchos tratamientos disponibles, incluidos cambios en el estilo de vida y medicamentos, para controlar la presión arterial y reducir el riesgo de ataque cardíaco.

Colesterol alto

El colesterol alto es otro factor de riesgo modificable para el ataque cardíaco. El colesterol es una sustancia cerosa que se encuentra en la sangre y es necesaria para el funcionamiento adecuado del cuerpo. Sin embargo, cuando los niveles de colesterol son demasiado altos, pueden acumularse en las arterias, formando placas que pueden obstruir el flujo sanguíneo. Esto puede llevar a la aterosclerosis, una condición que endurece y estrecha las arterias.

El colesterol alto puede ser un factor de riesgo significativo para el ataque cardíaco, ya que puede contribuir a la formación de coágulos sanguíneos en las arterias coronarias, lo que puede bloquear el flujo sanguíneo al corazón y provocar un ataque cardíaco. Existen dos tipos principales de colesterol⁚ el colesterol LDL (“malo”) y el colesterol HDL (“bueno”). El colesterol LDL se acumula en las arterias, mientras que el colesterol HDL ayuda a eliminar el colesterol LDL del cuerpo. Es importante mantener los niveles de colesterol LDL bajos y los niveles de colesterol HDL altos para reducir el riesgo de ataque cardíaco.

Diabetes

La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo regula el azúcar en la sangre. Cuando una persona tiene diabetes, su cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza correctamente. La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa (azúcar) de la sangre ingrese a las células para obtener energía.

La diabetes puede aumentar significativamente el riesgo de ataque cardíaco. Los altos niveles de azúcar en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos, lo que puede conducir a la aterosclerosis, una condición que endurece y estrecha las arterias. La aterosclerosis puede reducir el flujo sanguíneo al corazón, lo que aumenta el riesgo de ataque cardíaco.

Además, la diabetes puede aumentar la probabilidad de desarrollar otros factores de riesgo para el ataque cardíaco, como la presión arterial alta y el colesterol alto. Por lo tanto, el control adecuado de la diabetes es esencial para reducir el riesgo de ataque cardíaco.

Obesidad

La obesidad, definida como un exceso de grasa corporal, es un factor de riesgo importante para el ataque cardíaco; La obesidad puede contribuir al desarrollo de otros factores de riesgo como la presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes tipo 2, todos los cuales aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca.

La obesidad también puede ejercer una carga adicional sobre el corazón, lo que lo hace trabajar más duro para bombear sangre. Esto puede conducir a una condición llamada hipertrofia ventricular izquierda, donde el ventrículo izquierdo del corazón se engrosa, lo que puede aumentar el riesgo de insuficiencia cardíaca. Además, la obesidad puede causar inflamación en el cuerpo, lo que también puede contribuir a la enfermedad cardíaca.

Perder peso incluso una pequeña cantidad puede reducir el riesgo de ataque cardíaco. Mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y la actividad física regular es crucial para la salud del corazón.

Falta de ejercicio

La falta de ejercicio físico regular es un factor de riesgo modificable importante para el ataque cardíaco. La actividad física regular tiene numerosos beneficios para la salud cardiovascular, incluyendo la reducción de la presión arterial, el colesterol LDL (“malo”) y el riesgo de diabetes tipo 2.

El ejercicio ayuda a fortalecer el corazón y los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y la capacidad del corazón para bombear sangre de manera eficiente. También ayuda a controlar el peso, lo que reduce la carga sobre el corazón. Además, el ejercicio puede reducir el estrés, otro factor de riesgo para la enfermedad cardíaca.

Los adultos deben aspirar a realizar al menos 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa por semana. También se recomienda realizar ejercicios de fortalecimiento muscular al menos dos veces por semana.

Dieta poco saludable

Una dieta poco saludable rica en grasas saturadas, colesterol, azúcar y sodio aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca. Estas sustancias pueden obstruir las arterias, dificultando el flujo sanguíneo al corazón y aumentando la presión arterial.

Una dieta saludable para el corazón debe ser rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras. Se recomienda limitar el consumo de grasas saturadas, colesterol y azúcar, así como el sodio.

La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, pescado, aceite de oliva y granos integrales, ha demostrado ser beneficiosa para la salud cardiovascular.

Estrés

El estrés crónico puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca. Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo libera hormonas como la adrenalina y el cortisol, que aumentan la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre. A largo plazo, esto puede dañar las arterias y aumentar el riesgo de ataques cardíacos.

El estrés también puede contribuir a hábitos poco saludables, como fumar, comer alimentos poco saludables y no hacer ejercicio.

Es importante encontrar formas saludables de manejar el estrés, como el ejercicio, la meditación, el yoga o pasar tiempo con seres queridos. También es importante buscar ayuda profesional si el estrés se vuelve abrumador.

Factores de riesgo no modificables

Algunos factores de riesgo de ataque cardíaco no se pueden cambiar, pero es importante conocerlos para tomar medidas preventivas. Estos factores incluyen⁚

  • Edad⁚ El riesgo de ataque cardíaco aumenta con la edad, especialmente después de los 65 años.
  • Género⁚ Los hombres tienen un mayor riesgo de ataque cardíaco que las mujeres, pero este riesgo aumenta para las mujeres después de la menopausia.
  • Raza y origen étnico⁚ Los afroamericanos tienen un mayor riesgo de ataque cardíaco que los caucásicos. Los hispanos también tienen un mayor riesgo que los caucásicos, aunque este riesgo es menor que el de los afroamericanos.
  • Historia familiar⁚ Si tiene antecedentes familiares de enfermedad cardíaca, tiene un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Esto se debe a que algunos factores de riesgo, como los genes, se transmiten de padres a hijos.

Aunque no podemos cambiar estos factores, podemos tomar medidas para controlar otros factores de riesgo modificables, como la presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes, para reducir nuestro riesgo de ataque cardíaco;

Edad

La edad es un factor de riesgo no modificable para el ataque cardíaco. A medida que las personas envejecen, sus arterias se endurecen y se vuelven menos flexibles, lo que dificulta el flujo sanguíneo al corazón. Además, con el tiempo, las placas de colesterol pueden acumularse en las arterias, lo que aumenta el riesgo de bloqueo.

El riesgo de ataque cardíaco aumenta significativamente después de los 65 años. De hecho, casi dos tercios de todos los ataques cardíacos ocurren en personas mayores de 65 años. Este aumento del riesgo se debe a la combinación de factores relacionados con la edad, como el endurecimiento de las arterias, la presión arterial alta, la diabetes y la acumulación de placas de colesterol.

Es importante recordar que la edad no es el único factor determinante del riesgo de ataque cardíaco. Las personas jóvenes también pueden sufrir ataques cardíacos, especialmente si tienen otros factores de riesgo, como el tabaquismo, la obesidad o la presión arterial alta.

Género

El género también es un factor de riesgo no modificable para el ataque cardíaco. Los hombres tienen un riesgo significativamente mayor de ataque cardíaco que las mujeres, especialmente a una edad más temprana. Sin embargo, después de la menopausia, el riesgo de ataque cardíaco en las mujeres aumenta considerablemente y se acerca al de los hombres.

Esta diferencia en el riesgo se debe en parte a las hormonas sexuales. Los estrógenos, una hormona femenina, tienen un efecto protector sobre el corazón, mientras que la testosterona, una hormona masculina, puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Además, los hombres tienden a tener más probabilidades de fumar, tener presión arterial alta y colesterol alto, lo que aumenta su riesgo de ataque cardíaco. Sin embargo, es importante destacar que las mujeres también pueden desarrollar estos factores de riesgo y, por lo tanto, también están en riesgo de ataque cardíaco.

Raza y origen étnico

La raza y el origen étnico también desempeñan un papel en el riesgo de ataque cardíaco. En los Estados Unidos, los afroamericanos tienen un riesgo significativamente mayor de ataque cardíaco que los blancos. Esto se debe en parte a una mayor prevalencia de factores de riesgo como la presión arterial alta, la diabetes y la obesidad en la población afroamericana.

Los hispanos también tienen un mayor riesgo de ataque cardíaco que los blancos, aunque este riesgo es menor que el de los afroamericanos. Los asiáticos americanos, por otro lado, tienen un riesgo menor de ataque cardíaco que los blancos.

Las causas exactas de estas diferencias raciales y étnicas en el riesgo de ataque cardíaco no están completamente claras, pero probablemente se deban a una combinación de factores genéticos, sociales y ambientales.

Historia familiar

Tener antecedentes familiares de enfermedad cardíaca aumenta el riesgo de desarrollar un ataque cardíaco. Si un padre, hermano o hermana ha tenido un ataque cardíaco a una edad temprana, es más probable que usted también lo tenga. Esto se debe a que algunos factores de riesgo, como la predisposición genética a la presión arterial alta, el colesterol alto o la diabetes, pueden ser hereditarios.

Si tiene antecedentes familiares de enfermedad cardíaca, es aún más importante adoptar medidas para reducir su riesgo, como seguir una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente, mantener un peso saludable y evitar fumar. Hablar con su médico sobre su historial familiar y su riesgo de ataque cardíaco puede ayudarlo a tomar las medidas preventivas necesarias.

Síntomas de un ataque cardíaco

Los síntomas de un ataque cardíaco pueden variar de una persona a otra, pero algunos de los más comunes incluyen⁚

  • Dolor en el pecho, que puede sentirse como una presión, opresión, dolor o sensación de ardor.
  • Dolor que se irradia a los brazos, la mandíbula, el cuello o la espalda.
  • Dificultad para respirar.
  • Náuseas o vómitos.
  • Sudoración fría.
  • Mareos o desmayo.
  • Fatiga inusual.

Es importante recordar que no todos experimentan todos estos síntomas, y algunos pueden experimentar síntomas menos comunes o incluso ningún síntoma. Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica de inmediato.

Síntomas comunes

Los síntomas más comunes de un ataque cardíaco incluyen dolor en el pecho, dificultad para respirar y sudoración fría. El dolor en el pecho puede describirse como una presión, opresión, dolor o sensación de ardor. Puede sentirse en el centro del pecho, o puede irradiarse a los brazos, la mandíbula, el cuello o la espalda. La dificultad para respirar puede ser repentina y severa, o puede ser gradual y empeorar con el tiempo. La sudoración fría puede ser un signo de que el cuerpo está tratando de compensar la falta de flujo sanguíneo al corazón.

Otros síntomas comunes incluyen náuseas o vómitos, mareos o desmayo y fatiga inusual. Es importante recordar que no todos experimentan todos estos síntomas, y algunos pueden experimentar síntomas menos comunes o incluso ningún síntoma. Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica de inmediato.

Síntomas menos comunes

Aunque el dolor en el pecho es el síntoma más común de un ataque cardíaco, algunas personas pueden experimentar otros síntomas menos comunes. Estos pueden incluir dolor en la mandíbula, el cuello, la espalda, el estómago o los brazos, especialmente el brazo izquierdo. Algunas personas pueden experimentar dificultad para respirar, náuseas, vómitos, mareos, desmayos o sudoración fría; Las mujeres, en particular, pueden tener síntomas menos típicos, como fatiga, indigestión, dolor de espalda o dolor en la mandíbula.

Es importante recordar que los síntomas de un ataque cardíaco pueden variar de una persona a otra. Si experimenta algún síntoma inusual o preocupante, es importante buscar atención médica de inmediato. No ignore los síntomas, incluso si no está seguro de si se trata de un ataque cardíaco. La detección temprana y el tratamiento pueden mejorar significativamente las posibilidades de supervivencia y recuperación.

Diagnóstico de un ataque cardíaco

El diagnóstico de un ataque cardíaco se basa en una combinación de factores, incluyendo la evaluación de los síntomas del paciente, el examen físico y las pruebas médicas. El médico interrogará al paciente sobre sus síntomas, antecedentes médicos y factores de riesgo. Un examen físico puede revelar signos de un ataque cardíaco, como presión arterial alta, frecuencia cardíaca rápida o irregular, o sonidos anormales en el corazón.

Las pruebas que se pueden utilizar para diagnosticar un ataque cardíaco incluyen un electrocardiograma (ECG), que registra la actividad eléctrica del corazón; una radiografía de tórax, que muestra la estructura del corazón y los pulmones; y análisis de sangre, que pueden detectar marcadores específicos de daño cardíaco. Además, se pueden utilizar pruebas de imagen, como una ecocardiografía o una angiografía coronaria, para obtener una imagen detallada del corazón y los vasos sanguíneos coronarios.

Tratamiento de un ataque cardíaco

El tratamiento de un ataque cardíaco tiene como objetivo restaurar el flujo sanguíneo al corazón y minimizar el daño al tejido cardíaco. El tratamiento puede variar dependiendo de la gravedad del ataque cardíaco y de la condición del paciente.

El tratamiento médico puede incluir medicamentos para disolver los coágulos sanguíneos, como la aspirina o los trombolíticos, para abrir las arterias bloqueadas. También se pueden utilizar medicamentos para controlar el dolor, reducir la presión arterial, regular el ritmo cardíaco y prevenir complicaciones.

Los procedimientos médicos pueden incluir una angioplastia, que consiste en insertar un catéter con un balón en la arteria bloqueada para abrirla, o una cirugía de bypass coronario, que implica desviar el flujo sanguíneo alrededor de la arteria bloqueada.

8 reflexiones sobre “Ataque cardíaco: hechos y estadísticas

  1. El artículo proporciona una buena base para comprender los ataques cardíacos, pero se podría mejorar incluyendo información sobre las complicaciones a largo plazo, como la insuficiencia cardíaca, las arritmias y la muerte súbita.

  2. La información sobre los factores de riesgo modificables es valiosa, pero se podría ampliar con una discusión más detallada sobre los estilos de vida saludables, como una dieta equilibrada, ejercicio regular y el control del estrés, para prevenir los ataques cardíacos.

  3. El artículo destaca la importancia de comprender los ataques cardíacos, pero falta una sección sobre la prevención. Se recomienda incluir consejos específicos para reducir el riesgo de ataques cardíacos, como dejar de fumar, controlar la presión arterial y el colesterol, y realizar chequeos médicos regulares.

  4. El artículo presenta una visión general útil de los ataques cardíacos, pero carece de una discusión profunda sobre los síntomas y el diagnóstico. Se recomienda incluir una sección dedicada a los síntomas comunes, como dolor en el pecho, dificultad para respirar, náuseas y sudoración fría, así como las pruebas de diagnóstico utilizadas para confirmar un ataque cardíaco.

  5. El artículo es informativo y útil, pero se podría mejorar la presentación visual con la inclusión de imágenes, gráficos o diagramas que ilustren los conceptos clave. Esto facilitaría la comprensión del lector y haría el artículo más atractivo.

  6. El artículo está escrito en un lenguaje claro y conciso, pero se podría considerar la inclusión de ejemplos concretos para ilustrar los conceptos explicados. Por ejemplo, se podrían utilizar casos clínicos para mostrar diferentes tipos de ataques cardíacos y sus consecuencias.

  7. El artículo es informativo y bien escrito, pero podría beneficiarse de la inclusión de información sobre el tratamiento de los ataques cardíacos. Se recomienda describir los diferentes tratamientos disponibles, como la angioplastia, la cirugía de bypass y los medicamentos, así como las estrategias de rehabilitación cardíaca.

  8. El artículo ofrece una introducción completa y precisa sobre los ataques cardíacos, incluyendo definiciones, causas y factores de riesgo. La información está bien organizada y es fácil de entender. Sin embargo, se podría ampliar la sección sobre los tipos de ataques cardíacos, incluyendo información sobre ataques cardíacos silenciosos y ataques cardíacos inducidos por el ejercicio.

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