Disforia por sensibilidad al rechazo (RSD) y TDAH

Disforia por sensibilidad al rechazo (RSD) y TDAH

La disforia por sensibilidad al rechazo (RSD) es una condición que se caracteriza por una respuesta emocional intensa y desproporcionada a la crítica, el rechazo o la exclusión social.

Las personas con TDAH son particularmente propensas a experimentar RSD debido a sus características neurobiológicas únicas.

La disforia por sensibilidad al rechazo (RSD) es una condición que se caracteriza por una respuesta emocional intensa y desproporcionada a la crítica, el rechazo o la exclusión social. Las personas con RSD experimentan una profunda angustia emocional, a menudo acompañada de síntomas físicos, como dolor de cabeza, náuseas o dificultad para respirar, cuando perciben que han sido rechazados o criticados, incluso si la crítica es mínima o no intencional.

La RSD puede manifestarse en una variedad de situaciones, desde interacciones sociales casuales hasta relaciones más íntimas. Por ejemplo, una persona con RSD puede sentirse profundamente afectada por un comentario casual de un amigo, o puede experimentar ansiedad intensa antes de una presentación en el trabajo por temor al rechazo o la crítica. La RSD puede tener un impacto significativo en la vida de una persona, afectando sus relaciones, su autoestima y su bienestar general.

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Las personas con TDAH son particularmente propensas a experimentar RSD debido a sus características neurobiológicas únicas. El TDAH se caracteriza por dificultades en la atención, la hiperactividad y la impulsividad, lo que puede contribuir a una mayor sensibilidad a la crítica y al rechazo. Las personas con TDAH pueden tener dificultades para interpretar las señales sociales, lo que puede llevar a malentendidos y a una mayor probabilidad de sentirse rechazados. Además, las personas con TDAH pueden tener una autoestima más baja, lo que puede hacerlas más vulnerables a la RSD.

La disforia por sensibilidad al rechazo (RSD) es una condición que se caracteriza por una respuesta emocional intensa y desproporcionada a la crítica, el rechazo o la exclusión social. Las personas con RSD experimentan una profunda angustia emocional, a menudo acompañada de síntomas físicos, como dolor de cabeza, náuseas o dificultad para respirar, cuando perciben que han sido rechazados o criticados, incluso si la crítica es mínima o no intencional.

La RSD puede manifestarse en una variedad de situaciones, desde interacciones sociales casuales hasta relaciones más íntimas; Por ejemplo, una persona con RSD puede sentirse profundamente afectada por un comentario casual de un amigo, o puede experimentar ansiedad intensa antes de una presentación en el trabajo por temor al rechazo o la crítica. La RSD puede tener un impacto significativo en la vida de una persona, afectando sus relaciones, su autoestima y su bienestar general.

Las personas con TDAH son particularmente propensas a experimentar RSD debido a sus características neurobiológicas únicas. El TDAH se caracteriza por dificultades en la atención, la hiperactividad y la impulsividad, lo que puede contribuir a una mayor sensibilidad a la crítica y al rechazo. Las personas con TDAH pueden tener dificultades para interpretar las señales sociales, lo que puede llevar a malentendidos y a una mayor probabilidad de sentirse rechazados. Además, las personas con TDAH pueden tener una autoestima más baja, lo que puede hacerlas más vulnerables a la RSD.

La RSD se caracteriza por una sensibilidad extrema al rechazo, incluso a las críticas o comentarios negativos leves.

La disforia por sensibilidad al rechazo (RSD) es una condición que se caracteriza por una respuesta emocional intensa y desproporcionada a la crítica, el rechazo o la exclusión social. Las personas con RSD experimentan una profunda angustia emocional, a menudo acompañada de síntomas físicos, como dolor de cabeza, náuseas o dificultad para respirar, cuando perciben que han sido rechazados o criticados, incluso si la crítica es mínima o no intencional.

La RSD puede manifestarse en una variedad de situaciones, desde interacciones sociales casuales hasta relaciones más íntimas. Por ejemplo, una persona con RSD puede sentirse profundamente afectada por un comentario casual de un amigo, o puede experimentar ansiedad intensa antes de una presentación en el trabajo por temor al rechazo o la crítica. La RSD puede tener un impacto significativo en la vida de una persona, afectando sus relaciones, su autoestima y su bienestar general.

Las personas con TDAH son particularmente propensas a experimentar RSD debido a sus características neurobiológicas únicas. El TDAH se caracteriza por dificultades en la atención, la hiperactividad y la impulsividad, lo que puede contribuir a una mayor sensibilidad a la crítica y al rechazo. Las personas con TDAH pueden tener dificultades para interpretar las señales sociales, lo que puede llevar a malentendidos y a una mayor probabilidad de sentirse rechazados. Además, las personas con TDAH pueden tener una autoestima más baja, lo que puede hacerlas más vulnerables a la RSD.

La RSD se caracteriza por una sensibilidad extrema al rechazo, incluso a las críticas o comentarios negativos leves. Las personas con RSD pueden interpretar mal las intenciones de los demás, percibiendo el rechazo donde no existe, o magnificando la importancia de un comentario negativo. Esta hipersensibilidad puede llevar a una respuesta emocional intensa, que puede incluir sentimientos de tristeza, ira, vergüenza, ansiedad o depresión.

La intensidad de la respuesta emocional a la crítica o al rechazo puede ser desproporcionada a la situación real. Por ejemplo, una persona con RSD puede sentirse devastada por una crítica leve de un compañero de trabajo, o puede evitar interacciones sociales por miedo a ser rechazada. Esta hipersensibilidad puede afectar significativamente la vida social, laboral y personal de la persona con RSD.

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La RSD puede manifestarse en una variedad de situaciones, desde interacciones sociales casuales hasta relaciones más íntimas. Por ejemplo, una persona con RSD puede sentirse profundamente afectada por un comentario casual de un amigo, o puede experimentar ansiedad intensa antes de una presentación en el trabajo por temor al rechazo o la crítica. La RSD puede tener un impacto significativo en la vida de una persona, afectando sus relaciones, su autoestima y su bienestar general.

Las personas con TDAH son particularmente propensas a experimentar RSD debido a sus características neurobiológicas únicas. El TDAH se caracteriza por dificultades en la atención, la hiperactividad y la impulsividad, lo que puede contribuir a una mayor sensibilidad a la crítica y al rechazo. Las personas con TDAH pueden tener dificultades para interpretar las señales sociales, lo que puede llevar a malentendidos y a una mayor probabilidad de sentirse rechazados. Además, las personas con TDAH pueden tener una autoestima más baja, lo que puede hacerlas más vulnerables a la RSD.

La RSD se caracteriza por una sensibilidad extrema al rechazo, incluso a las críticas o comentarios negativos leves. Las personas con RSD pueden interpretar mal las intenciones de los demás, percibiendo el rechazo donde no existe, o magnificando la importancia de un comentario negativo. Esta hipersensibilidad puede llevar a una respuesta emocional intensa, que puede incluir sentimientos de tristeza, ira, vergüenza, ansiedad o depresión.

La intensidad de la respuesta emocional a la crítica o al rechazo puede ser desproporcionada a la situación real; Por ejemplo, una persona con RSD puede sentirse devastada por una crítica leve de un compañero de trabajo, o puede evitar interacciones sociales por miedo a ser rechazada. Esta hipersensibilidad puede afectar significativamente la vida social, laboral y personal de la persona con RSD.

La disforia emocional es un síntoma central de la RSD. Esta disforia se refiere a un estado de malestar emocional intenso y duradero que se experimenta como una respuesta a la percepción de rechazo o crítica. La disforia emocional puede manifestarse como tristeza profunda, ira, vergüenza, ansiedad, desesperanza o incluso pensamientos suicidas. La intensidad y la duración de la disforia emocional pueden variar de persona a persona y de situación a situación.

La disforia emocional puede ser muy difícil de manejar para las personas con RSD, ya que puede interferir con su capacidad de funcionar en la vida diaria. Pueden tener dificultades para concentrarse en el trabajo o en la escuela, pueden evitar las interacciones sociales por miedo a experimentar disforia emocional, o pueden tener problemas para mantener relaciones saludables debido a su sensibilidad al rechazo.

La disforia por sensibilidad al rechazo (RSD) es una condición que se caracteriza por una respuesta emocional intensa y desproporcionada a la crítica, el rechazo o la exclusión social. Las personas con RSD experimentan una profunda angustia emocional, a menudo acompañada de síntomas físicos, como dolor de cabeza, náuseas o dificultad para respirar, cuando perciben que han sido rechazados o criticados, incluso si la crítica es mínima o no intencional.

La RSD puede manifestarse en una variedad de situaciones, desde interacciones sociales casuales hasta relaciones más íntimas. Por ejemplo, una persona con RSD puede sentirse profundamente afectada por un comentario casual de un amigo, o puede experimentar ansiedad intensa antes de una presentación en el trabajo por temor al rechazo o la crítica. La RSD puede tener un impacto significativo en la vida de una persona, afectando sus relaciones, su autoestima y su bienestar general.

Las personas con TDAH son particularmente propensas a experimentar RSD debido a sus características neurobiológicas únicas. El TDAH se caracteriza por dificultades en la atención, la hiperactividad y la impulsividad, lo que puede contribuir a una mayor sensibilidad a la crítica y al rechazo. Las personas con TDAH pueden tener dificultades para interpretar las señales sociales, lo que puede llevar a malentendidos y a una mayor probabilidad de sentirse rechazados. Además, las personas con TDAH pueden tener una autoestima más baja, lo que puede hacerlas más vulnerables a la RSD.

La RSD se caracteriza por una sensibilidad extrema al rechazo, incluso a las críticas o comentarios negativos leves. Las personas con RSD pueden interpretar mal las intenciones de los demás, percibiendo el rechazo donde no existe, o magnificando la importancia de un comentario negativo. Esta hipersensibilidad puede llevar a una respuesta emocional intensa, que puede incluir sentimientos de tristeza, ira, vergüenza, ansiedad o depresión.

La intensidad de la respuesta emocional a la crítica o al rechazo puede ser desproporcionada a la situación real. Por ejemplo, una persona con RSD puede sentirse devastada por una crítica leve de un compañero de trabajo, o puede evitar interacciones sociales por miedo a ser rechazada. Esta hipersensibilidad puede afectar significativamente la vida social, laboral y personal de la persona con RSD.

La disforia emocional es un síntoma central de la RSD. Esta disforia se refiere a un estado de malestar emocional intenso y duradero que se experimenta como una respuesta a la percepción de rechazo o crítica. La disforia emocional puede manifestarse como tristeza profunda, ira, vergüenza, ansiedad, desesperanza o incluso pensamientos suicidas. La intensidad y la duración de la disforia emocional pueden variar de persona a persona y de situación a situación.

La disforia emocional puede ser muy difícil de manejar para las personas con RSD, ya que puede interferir con su capacidad de funcionar en la vida diaria. Pueden tener dificultades para concentrarse en el trabajo o en la escuela, pueden evitar las interacciones sociales por miedo a experimentar disforia emocional, o pueden tener problemas para mantener relaciones saludables debido a su sensibilidad al rechazo.

La RSD a menudo se acompaña de síntomas físicos que pueden ser muy angustiantes para las personas que la experimentan. Estos síntomas pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, mareos, dificultad para respirar, sudoración excesiva, palpitaciones, tensión muscular o dolor de estómago. La intensidad de los síntomas físicos puede variar de persona a persona y de situación a situación, pero a menudo son lo suficientemente intensos como para interferir con la vida diaria.

Los síntomas físicos de la RSD pueden ser especialmente preocupantes porque pueden ser difíciles de controlar y pueden hacer que la persona se sienta aún más ansiosa o deprimida. En algunos casos, los síntomas físicos pueden ser tan graves que la persona busca atención médica, aunque la causa subyacente sea la RSD.

La disforia por sensibilidad al rechazo (RSD) es una condición que se caracteriza por una respuesta emocional intensa y desproporcionada a la crítica, el rechazo o la exclusión social; Las personas con RSD experimentan una profunda angustia emocional, a menudo acompañada de síntomas físicos, como dolor de cabeza, náuseas o dificultad para respirar, cuando perciben que han sido rechazados o criticados, incluso si la crítica es mínima o no intencional.

La RSD puede manifestarse en una variedad de situaciones, desde interacciones sociales casuales hasta relaciones más íntimas. Por ejemplo, una persona con RSD puede sentirse profundamente afectada por un comentario casual de un amigo, o puede experimentar ansiedad intensa antes de una presentación en el trabajo por temor al rechazo o la crítica. La RSD puede tener un impacto significativo en la vida de una persona, afectando sus relaciones, su autoestima y su bienestar general.

Las personas con TDAH son particularmente propensas a experimentar RSD debido a sus características neurobiológicas únicas. El TDAH se caracteriza por dificultades en la atención, la hiperactividad y la impulsividad, lo que puede contribuir a una mayor sensibilidad a la crítica y al rechazo. Las personas con TDAH pueden tener dificultades para interpretar las señales sociales, lo que puede llevar a malentendidos y a una mayor probabilidad de sentirse rechazados. Además, las personas con TDAH pueden tener una autoestima más baja, lo que puede hacerlas más vulnerables a la RSD.

La RSD se caracteriza por una sensibilidad extrema al rechazo, incluso a las críticas o comentarios negativos leves. Las personas con RSD pueden interpretar mal las intenciones de los demás, percibiendo el rechazo donde no existe, o magnificando la importancia de un comentario negativo. Esta hipersensibilidad puede llevar a una respuesta emocional intensa, que puede incluir sentimientos de tristeza, ira, vergüenza, ansiedad o depresión.

La intensidad de la respuesta emocional a la crítica o al rechazo puede ser desproporcionada a la situación real. Por ejemplo, una persona con RSD puede sentirse devastada por una crítica leve de un compañero de trabajo, o puede evitar interacciones sociales por miedo a ser rechazada. Esta hipersensibilidad puede afectar significativamente la vida social, laboral y personal de la persona con RSD.

La disforia emocional es un síntoma central de la RSD. Esta disforia se refiere a un estado de malestar emocional intenso y duradero que se experimenta como una respuesta a la percepción de rechazo o crítica. La disforia emocional puede manifestarse como tristeza profunda, ira, vergüenza, ansiedad, desesperanza o incluso pensamientos suicidas. La intensidad y la duración de la disforia emocional pueden variar de persona a persona y de situación a situación.

La disforia emocional puede ser muy difícil de manejar para las personas con RSD, ya que puede interferir con su capacidad de funcionar en la vida diaria. Pueden tener dificultades para concentrarse en el trabajo o en la escuela, pueden evitar las interacciones sociales por miedo a experimentar disforia emocional, o pueden tener problemas para mantener relaciones saludables debido a su sensibilidad al rechazo.

La RSD a menudo se acompaña de síntomas físicos que pueden ser muy angustiantes para las personas que la experimentan. Estos síntomas pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, mareos, dificultad para respirar, sudoración excesiva, palpitaciones, tensión muscular o dolor de estómago. La intensidad de los síntomas físicos puede variar de persona a persona y de situación a situación, pero a menudo son lo suficientemente intensos como para interferir con la vida diaria.

Los síntomas físicos de la RSD pueden ser especialmente preocupantes porque pueden ser difíciles de controlar y pueden hacer que la persona se sienta aún más ansiosa o deprimida. En algunos casos, los síntomas físicos pueden ser tan graves que la persona busca atención médica, aunque la causa subyacente sea la RSD.

Las personas con TDAH a menudo experimentan una hipersensibilidad emocional, lo que significa que son más sensibles a las emociones y a las reacciones de los demás. Esta hipersensibilidad puede hacerlos más propensos a interpretar mal las intenciones de los demás y a sentirse heridos o rechazados por comentarios o acciones que otros podrían considerar insignificantes.

Las dificultades de atención que experimentan las personas con TDAH pueden dificultar la comprensión de las señales sociales sutiles. Pueden perderse detalles importantes en una conversación o pueden tener dificultades para leer el lenguaje corporal de los demás, lo que puede llevar a malentendidos y a la percepción de rechazo.

La hiperactividad e impulsividad características del TDAH pueden hacer que las personas con TDAH sean más propensas a interrumpir a otros, a hablar demasiado o a actuar sin pensar, lo que puede llevar a conflictos sociales y a la percepción de rechazo.

Las personas con TDAH a menudo tienen una autoestima más baja que sus pares, lo que puede hacerlos más vulnerables a la crítica y al rechazo. Pueden tener dificultades para aceptar sus puntos débiles y pueden ser más propensos a interpretar los comentarios negativos como una confirmación de su baja autoestima.

Introducción

Definición de RSD

La disforia por sensibilidad al rechazo (RSD) es una condición que se caracteriza por una respuesta emocional intensa y desproporcionada a la crítica, el rechazo o la exclusión social. Las personas con RSD experimentan una profunda angustia emocional, a menudo acompañada de síntomas físicos, como dolor de cabeza, náuseas o dificultad para respirar, cuando perciben que han sido rechazados o criticados, incluso si la crítica es mínima o no intencional.

La RSD puede manifestarse en una variedad de situaciones, desde interacciones sociales casuales hasta relaciones más íntimas. Por ejemplo, una persona con RSD puede sentirse profundamente afectada por un comentario casual de un amigo, o puede experimentar ansiedad intensa antes de una presentación en el trabajo por temor al rechazo o la crítica. La RSD puede tener un impacto significativo en la vida de una persona, afectando sus relaciones, su autoestima y su bienestar general.

RSD en TDAH

Las personas con TDAH son particularmente propensas a experimentar RSD debido a sus características neurobiológicas únicas. El TDAH se caracteriza por dificultades en la atención, la hiperactividad y la impulsividad, lo que puede contribuir a una mayor sensibilidad a la crítica y al rechazo. Las personas con TDAH pueden tener dificultades para interpretar las señales sociales, lo que puede llevar a malentendidos y a una mayor probabilidad de sentirse rechazados. Además, las personas con TDAH pueden tener una autoestima más baja, lo que puede hacerlas más vulnerables a la RSD.

Síntomas de RSD en TDAH

Sensibilidad a la Rechazo

La RSD se caracteriza por una sensibilidad extrema al rechazo, incluso a las críticas o comentarios negativos leves. Las personas con RSD pueden interpretar mal las intenciones de los demás, percibiendo el rechazo donde no existe, o magnificando la importancia de un comentario negativo. Esta hipersensibilidad puede llevar a una respuesta emocional intensa, que puede incluir sentimientos de tristeza, ira, vergüenza, ansiedad o depresión.

La intensidad de la respuesta emocional a la crítica o al rechazo puede ser desproporcionada a la situación real. Por ejemplo, una persona con RSD puede sentirse devastada por una crítica leve de un compañero de trabajo, o puede evitar interacciones sociales por miedo a ser rechazada. Esta hipersensibilidad puede afectar significativamente la vida social, laboral y personal de la persona con RSD.

Disforia Emocional

La disforia emocional es un síntoma central de la RSD. Esta disforia se refiere a un estado de malestar emocional intenso y duradero que se experimenta como una respuesta a la percepción de rechazo o crítica. La disforia emocional puede manifestarse como tristeza profunda, ira, vergüenza, ansiedad, desesperanza o incluso pensamientos suicidas. La intensidad y la duración de la disforia emocional pueden variar de persona a persona y de situación a situación.

La disforia emocional puede ser muy difícil de manejar para las personas con RSD, ya que puede interferir con su capacidad de funcionar en la vida diaria. Pueden tener dificultades para concentrarse en el trabajo o en la escuela, pueden evitar las interacciones sociales por miedo a experimentar disforia emocional, o pueden tener problemas para mantener relaciones saludables debido a su sensibilidad al rechazo.

Síntomas Físicos

La RSD a menudo se acompaña de síntomas físicos que pueden ser muy angustiantes para las personas que la experimentan. Estos síntomas pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, mareos, dificultad para respirar, sudoración excesiva, palpitaciones, tensión muscular o dolor de estómago. La intensidad de los síntomas físicos puede variar de persona a persona y de situación a situación, pero a menudo son lo suficientemente intensos como para interferir con la vida diaria.

Los síntomas físicos de la RSD pueden ser especialmente preocupantes porque pueden ser difíciles de controlar y pueden hacer que la persona se sienta aún más ansiosa o deprimida. En algunos casos, los síntomas físicos pueden ser tan graves que la persona busca atención médica, aunque la causa subyacente sea la RSD.

Causas de RSD en TDAH

Hipersensibilidad Emocional

Las personas con TDAH a menudo experimentan una hipersensibilidad emocional, lo que significa que son más sensibles a las emociones y a las reacciones de los demás. Esta hipersensibilidad puede hacerlos más propensos a interpretar mal las intenciones de los demás y a sentirse heridos o rechazados por comentarios o acciones que otros podrían considerar insignificantes. La hipersensibilidad emocional puede deberse a una serie de factores, como una mayor actividad en ciertas áreas del cerebro que procesan las emociones, una mayor sensibilidad a los estímulos externos, o una mayor reactividad al estrés. Esta hipersensibilidad puede hacer que las personas con TDAH sean más propensas a experimentar RSD, ya que pueden percibir el rechazo o la crítica como una amenaza mayor que otras personas.

Inatención

Las dificultades de atención que experimentan las personas con TDAH pueden dificultar la comprensión de las señales sociales sutiles. Pueden perderse detalles importantes en una conversación o pueden tener dificultades para leer el lenguaje corporal de los demás, lo que puede llevar a malentendidos y a la percepción de rechazo.

Hiperactividad e Impulsividad

La hiperactividad e impulsividad características del TDAH pueden hacer que las personas con TDAH sean más propensas a interrumpir a otros, a hablar demasiado o a actuar sin pensar, lo que puede llevar a conflictos sociales y a la percepción de rechazo.

Autoestima Baja

Las personas con TDAH a menudo tienen una autoestima más baja que sus pares, lo que puede hacerlos más vulnerables a la crítica y al rechazo. Pueden tener dificultades para aceptar sus puntos débiles y pueden ser más propensos a interpretar los comentarios negativos como una confirmación de su baja autoestima.

6 reflexiones sobre “Disforia por sensibilidad al rechazo (RSD) y TDAH

  1. El artículo ofrece una descripción clara y concisa de la disforia por sensibilidad al rechazo (RSD), destacando sus características principales y su impacto en la vida de las personas que la experimentan. La información sobre la relación entre RSD y el TDAH es particularmente relevante y aporta una nueva perspectiva a la comprensión de esta condición.

  2. El artículo es informativo y útil para aquellos que buscan comprender mejor la RSD. La información sobre las posibles causas y consecuencias de la RSD es particularmente valiosa, ya que puede ayudar a las personas a identificar y abordar los desafíos que pueden enfrentar debido a la RSD.

  3. El artículo es bien escrito y fácil de leer. La información se presenta de manera clara y concisa, lo que facilita la comprensión del tema. La inclusión de ejemplos concretos ayuda a ilustrar las situaciones en las que la RSD puede manifestarse.

  4. El artículo aborda un tema complejo de manera precisa y comprensible. Se agradece la inclusión de información sobre las posibles causas y consecuencias de la RSD, así como sobre las estrategias de afrontamiento que pueden ser útiles para las personas que la padecen.

  5. La estructura del artículo es lógica y facilita la comprensión del tema. La inclusión de ejemplos concretos ayuda a ilustrar las situaciones en las que la RSD puede manifestarse, lo que lo hace más accesible para el lector.

  6. El artículo es informativo y útil para aquellos que buscan comprender mejor la RSD. La información sobre la relación entre RSD y el TDAH es particularmente valiosa, ya que puede ayudar a las personas con TDAH a identificar y abordar los desafíos que pueden enfrentar debido a la RSD.

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