Dolor abdominal y de espalda baja: ¿Apendicitis o cálculos renales?

Dolor abdominal y de espalda baja: ¿Apendicitis o cálculos renales?

Dolor abdominal y de espalda baja⁚ ¿Apendicitis o cálculos renales?

El dolor abdominal y de espalda baja son síntomas comunes que pueden ser causados por una variedad de afecciones, incluyendo apendicitis y cálculos renales. Estas dos condiciones pueden ser difíciles de diferenciar, ya que comparten algunos síntomas similares.

Introducción

El dolor abdominal y de espalda baja son síntomas comunes que pueden ser causados por una variedad de afecciones, incluyendo apendicitis y cálculos renales. Estas dos condiciones pueden ser difíciles de diferenciar, ya que comparten algunos síntomas similares. La apendicitis es una inflamación del apéndice, un pequeño órgano en forma de dedo que se encuentra en el intestino grueso. Los cálculos renales, por otro lado, son depósitos duros de minerales y sales que se forman en los riñones. Ambos pueden causar dolor intenso y requerir atención médica inmediata.

Comprender las diferencias clave entre los síntomas de la apendicitis y los cálculos renales puede ayudar a los profesionales de la salud a diagnosticar y tratar estas afecciones de manera oportuna. Este artículo explorará los síntomas comunes de ambas condiciones, con un enfoque particular en el dolor abdominal y de espalda baja, para ayudar a los pacientes a identificar cuándo buscar atención médica.

Síntomas comunes de la apendicitis y los cálculos renales

La apendicitis y los cálculos renales comparten algunos síntomas comunes, lo que puede dificultar el diagnóstico inicial. Entre los síntomas más comunes se encuentran⁚

  • Dolor abdominal⁚ Ambos pueden causar dolor en el abdomen, aunque la localización y la naturaleza del dolor pueden variar.
  • Dolor de espalda baja⁚ El dolor de espalda baja también es un síntoma común, especialmente en el caso de los cálculos renales.
  • Náuseas y vómitos⁚ Tanto la apendicitis como los cálculos renales pueden causar náuseas y vómitos.
  • Fiebre⁚ La fiebre puede estar presente en ambas condiciones, aunque es más común en la apendicitis.

Si bien estos síntomas pueden superponerse, existen algunas diferencias clave que pueden ayudar a distinguir entre estas dos afecciones.

Dolor abdominal

El dolor abdominal es un síntoma común tanto de la apendicitis como de los cálculos renales. Sin embargo, la localización y la naturaleza del dolor pueden ayudar a diferenciar las dos condiciones;

En el caso de la apendicitis, el dolor suele comenzar alrededor del ombligo y luego se desplaza hacia el cuadrante inferior derecho del abdomen. Este dolor puede ser constante y empeorar gradualmente. Por otro lado, el dolor abdominal asociado con los cálculos renales suele ser intenso y se describe como un dolor cólico que viene y va en oleadas. Este dolor puede irradiarse hacia la ingle, los genitales o la parte inferior de la espalda.

Es importante tener en cuenta que el dolor abdominal puede variar en intensidad y localización, por lo que es esencial buscar atención médica si experimenta dolor abdominal intenso o persistente.

Dolor de espalda baja

El dolor de espalda baja es otro síntoma que puede ser indicativo tanto de apendicitis como de cálculos renales. Sin embargo, la ubicación y la intensidad del dolor pueden ayudar a diferenciar las dos afecciones.

En el caso de la apendicitis, el dolor de espalda baja suele ser leve y se presenta como un dolor sordo en la parte baja de la espalda. Este dolor puede estar presente en la misma zona que el dolor abdominal o puede ser independiente. En contraste, el dolor de espalda baja asociado con los cálculos renales es mucho más intenso y se siente como un dolor punzante o cólico que se irradia desde la espalda baja hacia la ingle, los genitales o el abdomen inferior.

Si experimenta dolor de espalda baja intenso o persistente, es importante buscar atención médica de inmediato para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.

Diferencias clave en los síntomas

Aunque la apendicitis y los cálculos renales comparten algunos síntomas, existen diferencias clave que pueden ayudar a diferenciar las dos afecciones. La ubicación y la naturaleza del dolor, así como la presencia de otros síntomas, pueden proporcionar pistas importantes para el diagnóstico.

La apendicitis se caracteriza por un dolor abdominal localizado en el cuadrante inferior derecho, mientras que los cálculos renales suelen causar un dolor intenso en la espalda baja o los costados. La apendicitis también puede provocar náuseas, vómitos y fiebre, mientras que los cálculos renales pueden causar sangre en la orina, náuseas, vómitos y fiebre.

Es importante recordar que estos son solo síntomas generales y que la experiencia individual puede variar. Si experimenta dolor abdominal o de espalda baja, es esencial buscar atención médica de inmediato para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.

Apendicitis

La apendicitis es una inflamación del apéndice, un pequeño órgano en forma de dedo que se encuentra en la parte inferior derecha del abdomen. El dolor de la apendicitis suele comenzar alrededor del ombligo y luego se desplaza hacia el cuadrante inferior derecho del abdomen. Este dolor empeora gradualmente y puede ser intenso, especialmente al toser, estornudar o moverse.

Otros síntomas comunes de la apendicitis incluyen náuseas, vómitos, fiebre, pérdida de apetito y sensibilidad al tacto en el abdomen. La apendicitis es una condición médica grave que requiere atención médica inmediata. Si experimenta estos síntomas, busque atención médica de inmediato para evitar complicaciones potencialmente mortales.

Dolor localizado en el cuadrante inferior derecho del abdomen

Uno de los síntomas más característicos de la apendicitis es el dolor localizado en el cuadrante inferior derecho del abdomen. Este dolor suele comenzar de forma gradual y puede empeorar con el tiempo. La presión en esta área, como al toser o estornudar, también puede intensificar el dolor.

Es importante destacar que el dolor de la apendicitis no siempre se localiza en el cuadrante inferior derecho del abdomen. En algunos casos, el dolor puede comenzar en el ombligo y luego desplazarse hacia el cuadrante inferior derecho. Además, el dolor puede irradiarse hacia la espalda baja o la ingle.

Dolor que empeora gradualmente

El dolor de la apendicitis suele comenzar de forma gradual y empeorar con el tiempo. No es un dolor repentino e intenso, sino que se intensifica progresivamente. En las primeras etapas, el dolor puede ser leve y difuso, pero a medida que la apendicitis avanza, el dolor se vuelve más intenso, localizado y constante.

El dolor puede ser tan intenso que dificulta la movilidad y la realización de actividades cotidianas. Además, el dolor puede empeorar con el movimiento, la tos, la respiración profunda o la presión en el abdomen. Es importante recordar que el dolor de la apendicitis puede variar de persona a persona, y algunas personas pueden experimentar un dolor más intenso que otras.

Náuseas y vómitos

Las náuseas y los vómitos son síntomas comunes de la apendicitis, aunque no siempre están presentes. La inflamación del apéndice puede irritar el estómago y provocar náuseas, que pueden progresar a vómitos. Los vómitos pueden ser ocasionales o frecuentes, y pueden contener bilis o alimentos no digeridos.

La intensidad de las náuseas y los vómitos puede variar de persona a persona. Algunas personas pueden experimentar solo náuseas leves, mientras que otras pueden vomitar con frecuencia. La presencia de náuseas y vómitos junto con otros síntomas de apendicitis, como dolor abdominal, fiebre y sensibilidad al tacto en el abdomen, debe considerarse un signo de alerta y se recomienda buscar atención médica de inmediato;

Fiebre

La fiebre es otro síntoma común de la apendicitis, aunque no siempre está presente. La inflamación del apéndice puede provocar una respuesta inflamatoria en el cuerpo, lo que puede elevar la temperatura corporal. La fiebre puede ser leve o moderada, y generalmente se acompaña de otros síntomas, como dolor abdominal, náuseas y vómitos.

La fiebre puede aparecer al inicio de la apendicitis o puede desarrollarse más tarde en el curso de la enfermedad. Es importante destacar que la fiebre no siempre es un síntoma de apendicitis, y puede estar presente en otras condiciones. Sin embargo, la presencia de fiebre junto con otros síntomas de apendicitis debe considerarse un signo de alerta y se recomienda buscar atención médica de inmediato.

Pérdida de apetito

La pérdida de apetito es un síntoma común de la apendicitis, que puede ocurrir junto con otros síntomas como dolor abdominal, náuseas y vómitos. La inflamación del apéndice puede afectar el tracto digestivo, lo que lleva a una disminución del apetito y una sensación de llenura incluso después de comer pequeñas cantidades de alimentos.

La pérdida de apetito puede ser gradual o repentina, y puede variar en intensidad. Algunas personas pueden experimentar una ligera disminución del apetito, mientras que otras pueden perder completamente el deseo de comer. Es importante tener en cuenta que la pérdida de apetito puede ser causada por otras condiciones, pero en el contexto de otros síntomas de apendicitis, es un signo de alerta que debe ser evaluado por un profesional médico.

Sensibilidad al tacto en el abdomen

La sensibilidad al tacto en el abdomen, también conocida como dolor a la palpación, es un signo característico de la apendicitis. Cuando se presiona suavemente el área del abdomen donde se encuentra el apéndice, el paciente experimenta un dolor intenso.

Este dolor a la palpación se debe a la inflamación del apéndice, que irrita los tejidos circundantes. La sensibilidad puede ser localizada en el cuadrante inferior derecho del abdomen, donde se encuentra el apéndice, o puede irradiarse a otras áreas del abdomen.

La sensibilidad al tacto en el abdomen es un signo importante que puede ayudar a los médicos a diagnosticar la apendicitis. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la sensibilidad al tacto puede ser causada por otras condiciones, por lo que se requiere una evaluación médica completa para determinar la causa del dolor.

Cálculos renales

Los cálculos renales, también conocidos como piedras en los riñones, son depósitos duros que se forman en los riñones. Estos cálculos pueden variar en tamaño, desde pequeños granos de arena hasta piedras más grandes que pueden bloquear las vías urinarias.

Cuando un cálculo renal se desplaza por las vías urinarias, puede causar un dolor intenso, conocido como cólico renal. Este dolor puede ser repentino y severo, a menudo descrito como un dolor punzante o en ondas. El dolor se localiza generalmente en la espalda baja o los costados, pero puede irradiarse hacia la ingle o el abdomen inferior.

El dolor asociado con los cálculos renales puede ser tan intenso que a menudo se acompaña de náuseas y vómitos.

Dolor intenso en la espalda baja o los costados

Una de las características más distintivas del dolor causado por cálculos renales es su localización en la espalda baja o los costados. Este dolor puede ser tan intenso que puede dificultar la realización de actividades cotidianas. El dolor puede ser constante o intermitente, y a menudo se describe como un dolor punzante o en ondas.

La intensidad del dolor puede variar de persona a persona y depende del tamaño y la ubicación del cálculo renal. Algunos individuos pueden experimentar un dolor leve, mientras que otros pueden experimentar un dolor tan intenso que requieren atención médica de emergencia.

Es importante tener en cuenta que el dolor en la espalda baja o los costados puede ser causado por otras afecciones, por lo que es fundamental consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso.

Dolor que viene y va en oleadas

El dolor asociado a los cálculos renales no es constante, sino que se presenta en oleadas, lo que lo diferencia del dolor de la apendicitis. Estas oleadas de dolor pueden ser intensas y repentinas, y luego disminuir o desaparecer por completo durante un tiempo.

La frecuencia y duración de las oleadas de dolor pueden variar de persona a persona. Algunos individuos pueden experimentar solo una o dos oleadas de dolor, mientras que otros pueden tener dolor recurrente durante varios días o semanas.

Las oleadas de dolor pueden estar relacionadas con la posición del cuerpo, la actividad física o la ingesta de líquidos. Por ejemplo, el dolor puede intensificarse al caminar o al realizar esfuerzos físicos.

Dolor que irradia hacia la ingle o el abdomen inferior

El dolor de los cálculos renales a menudo se irradia desde la espalda baja hacia la ingle o el abdomen inferior del mismo lado. Esto se debe a que los cálculos renales se forman en los riñones y pueden moverse a través de los uréteres, los tubos que conectan los riñones con la vejiga.

El dolor puede ser tan intenso que puede dificultar el movimiento o la realización de actividades cotidianas. El dolor que irradia hacia la ingle o el abdomen inferior puede ser confundido con otros problemas, como una hernia o una infección del tracto urinario.

Es importante buscar atención médica si experimenta dolor en la espalda baja que se irradia hacia la ingle o el abdomen inferior, ya que puede ser un signo de cálculos renales.

Sangre en la orina (hematuria)

La presencia de sangre en la orina, también conocida como hematuria, es un síntoma común de los cálculos renales. La sangre en la orina puede ser visible a simple vista, lo que se conoce como hematuria macroscópica, o puede ser detectable solo con un análisis de orina, lo que se conoce como hematuria microscópica.

La hematuria ocurre cuando los cálculos renales irritan o dañan las paredes de los uréteres, causando sangrado. La cantidad de sangre en la orina puede variar dependiendo del tamaño y la ubicación del cálculo renal. En algunos casos, la hematuria puede ser el único síntoma de cálculos renales.

Si nota sangre en su orina, es importante buscar atención médica de inmediato, ya que puede ser un signo de cálculos renales u otras afecciones graves.

Náuseas y vómitos

Las náuseas y los vómitos son síntomas comunes tanto de la apendicitis como de los cálculos renales. En el caso de la apendicitis, las náuseas y los vómitos suelen ocurrir debido a la inflamación del apéndice, que irrita el estómago y el tracto digestivo.

Los cálculos renales también pueden causar náuseas y vómitos, ya que el dolor intenso que provocan puede afectar el sistema digestivo. El dolor puede ser tan intenso que puede provocar la contracción de los músculos del estómago y el intestino, lo que puede llevar a náuseas y vómitos.

La presencia de náuseas y vómitos, junto con otros síntomas, puede ayudar a un médico a diferenciar entre la apendicitis y los cálculos renales.

Fiebre y escalofríos

La fiebre y los escalofríos son síntomas más comunes en la apendicitis que en los cálculos renales. La inflamación del apéndice puede provocar una respuesta inflamatoria generalizada en el cuerpo, lo que lleva a la liberación de sustancias químicas que causan fiebre.

Los escalofríos son un síntoma común de la fiebre y pueden ser un signo de una infección. En el caso de la apendicitis, la infección del apéndice puede causar fiebre y escalofríos.

Los cálculos renales, por otro lado, generalmente no causan fiebre a menos que haya una infección asociada, como una infección del tracto urinario.

Diagnóstico

El diagnóstico de apendicitis o cálculos renales implica una combinación de evaluación clínica, análisis de laboratorio e imágenes.

Un examen físico completo, incluyendo la palpación del abdomen, ayuda al médico a evaluar la presencia de sensibilidad, dolor a la palpación o rigidez abdominal.

Un análisis de sangre puede revelar un aumento en el recuento de glóbulos blancos, lo que sugiere una infección, un signo común de apendicitis.

Un análisis de orina puede detectar sangre en la orina (hematuria), un signo común de cálculos renales.

Las pruebas de imagen, como la radiografía, la tomografía computarizada (TC) o la ecografía, pueden ayudar a visualizar el apéndice o los riñones para confirmar el diagnóstico.

Examen físico

Un examen físico es una parte esencial del diagnóstico de apendicitis y cálculos renales. El médico examinará cuidadosamente tu abdomen para detectar sensibilidad, dolor a la palpación o rigidez. Si la apendicitis es la causa del dolor, puede haber sensibilidad y dolor a la palpación en el cuadrante inferior derecho del abdomen.

El médico también puede presionar suavemente tu abdomen para evaluar la presencia de dolor de rebote, un signo de irritación peritoneal.

Si se sospecha de cálculos renales, el médico puede palpar tu espalda baja y los costados para detectar sensibilidad o dolor.

El examen físico proporciona información valiosa que, junto con otros estudios, ayuda al médico a llegar a un diagnóstico preciso.

Análisis de sangre

Un análisis de sangre puede ayudar a determinar si hay infección o inflamación en el cuerpo. En el caso de la apendicitis, el análisis de sangre puede mostrar un aumento en el recuento de glóbulos blancos (leucocitos), lo que indica una respuesta inflamatoria.

Los niveles de proteína C reactiva (PCR) también pueden estar elevados en la apendicitis, ya que la PCR es un indicador de inflamación.

En el caso de los cálculos renales, el análisis de sangre puede revelar un aumento en los niveles de creatinina y urea, lo que indica que los riñones no están funcionando correctamente.

Los resultados del análisis de sangre, junto con otros estudios, ayudan a determinar el diagnóstico y el tratamiento más adecuados.

Análisis de orina

El análisis de orina es una prueba importante para diagnosticar cálculos renales. Puede revelar la presencia de sangre en la orina (hematuria), lo que es un signo común de cálculos renales.

También se puede analizar la orina para detectar la presencia de cristales o piedras, lo que puede confirmar la presencia de cálculos renales.

En el caso de la apendicitis, el análisis de orina generalmente no es útil para el diagnóstico.

Sin embargo, puede ayudar a descartar otras condiciones que pueden causar dolor abdominal, como una infección del tracto urinario (ITU).

El análisis de orina es una prueba simple y no invasiva que proporciona información valiosa para el diagnóstico.

Imágenes

Las pruebas de imagenología son esenciales para confirmar el diagnóstico de apendicitis o cálculos renales.

Una radiografía abdominal puede mostrar cálculos renales, especialmente si son grandes y opacos a los rayos X.

Una tomografía computarizada (TC) es más sensible para detectar cálculos renales y también puede ayudar a identificar apendicitis.

La TC proporciona imágenes detalladas de los órganos abdominales y puede revelar inflamación del apéndice o la presencia de cálculos en los riñones o las vías urinarias.

Una ecografía abdominal puede ser útil para evaluar el apéndice y detectar cálculos renales, especialmente en pacientes embarazadas o que no pueden someterse a una TC.

Las pruebas de imagenología ayudan a los médicos a obtener una visión clara de la situación y a tomar decisiones de tratamiento informadas.

Radiografía

Una radiografía abdominal es una prueba de imagenología que utiliza rayos X para crear imágenes de los huesos y órganos internos del abdomen.

Aunque las radiografías no son tan sensibles como otras pruebas de imagenología para detectar apendicitis, pueden ser útiles para identificar cálculos renales, especialmente si son grandes y opacos a los rayos X.

Los cálculos renales que contienen calcio son visibles en una radiografía, ya que el calcio absorbe los rayos X.

Sin embargo, los cálculos renales compuestos por ácido úrico o cistina pueden no ser visibles en una radiografía.

En general, las radiografías son una prueba de imagenología inicial para evaluar el dolor abdominal y de espalda baja, pero a menudo se requieren pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico.

Tomografía computarizada (TC)

Una tomografía computarizada (TC) es una prueba de imagenología que utiliza rayos X y una computadora para crear imágenes detalladas de los órganos internos, los huesos y los tejidos blandos del cuerpo.

La TC es una prueba muy sensible para detectar apendicitis, ya que puede mostrar la inflamación del apéndice y cualquier otra anormalidad en el abdomen.

La TC también es útil para detectar cálculos renales, ya que puede mostrar los cálculos en el riñón, el uréter o la vejiga.

La TC puede identificar cálculos renales de diferentes composiciones químicas, incluso aquellos que no son visibles en una radiografía.

La TC es una prueba de imagenología más precisa que una radiografía, pero también expone al paciente a una mayor dosis de radiación.

Por lo tanto, la TC se reserva generalmente para casos en los que el diagnóstico no es claro o cuando se sospecha una complicación, como una obstrucción intestinal.

Ultrasonido

El ultrasonido es una prueba de imagenología que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes de los órganos internos, los tejidos y los vasos sanguíneos.

El ultrasonido es una prueba segura y no invasiva que no utiliza radiación.

En el caso de la apendicitis, el ultrasonido puede mostrar el apéndice inflamado y cualquier líquido alrededor de él.

Sin embargo, el ultrasonido puede ser menos preciso para detectar apendicitis en personas obesas o en mujeres embarazadas, ya que el tejido adiposo y el útero pueden dificultar la visualización del apéndice.

Para los cálculos renales, el ultrasonido puede detectar cálculos en el riñón, el uréter o la vejiga.

El ultrasonido es una prueba útil para evaluar el tamaño y la ubicación de los cálculos renales, así como para detectar cualquier obstrucción en el tracto urinario.

El ultrasonido es una prueba relativamente barata y fácil de realizar, lo que la convierte en una opción de primera línea para el diagnóstico de apendicitis y cálculos renales.

Tratamiento

El tratamiento para la apendicitis y los cálculos renales depende de la gravedad de la condición y de la ubicación del cálculo renal.

La apendicitis generalmente requiere cirugía para extirpar el apéndice inflamado, mientras que los cálculos renales pueden tratarse con medicamentos, procedimientos o una combinación de ambos.

Los medicamentos para aliviar el dolor, como los analgésicos de venta libre o los opioides, pueden ayudar a controlar el dolor asociado con los cálculos renales.

Si los cálculos renales son pequeños, pueden disolverse con medicamentos, como el ácido úrico o los citratos.

Sin embargo, si los cálculos renales son grandes o causan una obstrucción significativa, puede ser necesario un procedimiento para eliminarlos.

Los procedimientos comunes para eliminar los cálculos renales incluyen la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC), que utiliza ondas de choque para romper los cálculos en pedazos más pequeños, y la ureteroscopia, que utiliza un tubo delgado e iluminado para eliminar los cálculos del uréter.

Apendicitis

La apendicitis es una inflamación del apéndice, un pequeño saco en forma de dedo que se encuentra en el intestino grueso. La causa exacta de la apendicitis no se conoce, pero se cree que está relacionada con una obstrucción del apéndice, lo que puede ser causado por heces, tejido cicatricial o un cuerpo extraño.

La apendicitis es una condición médica grave que requiere atención médica inmediata. Si no se trata, la apendicitis puede provocar una ruptura del apéndice, lo que puede provocar una infección grave en la cavidad abdominal.

Los síntomas de la apendicitis pueden variar de persona a persona, pero generalmente incluyen dolor abdominal, náuseas, vómitos, fiebre y pérdida de apetito.

El dolor de la apendicitis generalmente comienza alrededor del ombligo y luego se desplaza hacia el lado derecho inferior del abdomen.

El dolor puede empeorar gradualmente y puede ser más intenso al toser o al moverse.

Si experimenta alguno de estos síntomas, busque atención médica de inmediato.

7 reflexiones sobre “Dolor abdominal y de espalda baja: ¿Apendicitis o cálculos renales?

  1. El artículo es informativo y bien estructurado. La sección sobre los síntomas comunes es especialmente útil para el público en general. Sin embargo, se recomienda la inclusión de información sobre las causas y factores de riesgo de cada condición, así como sobre las opciones de tratamiento disponibles.

  2. Este artículo ofrece una introducción clara y concisa a la diferencia entre la apendicitis y los cálculos renales. La descripción de los síntomas comunes es útil, pero se beneficiaría de una mayor profundización en las características específicas de cada condición para facilitar la diferenciación.

  3. El artículo destaca la importancia de la atención médica oportuna en casos de dolor abdominal y de espalda baja. La inclusión de información sobre los riesgos de retrasar la atención médica sería un complemento valioso. Se recomienda también la inclusión de referencias bibliográficas para respaldar la información proporcionada.

  4. El artículo aborda un tema relevante y presenta la información de manera clara y concisa. Se recomienda la inclusión de un apartado sobre las posibles complicaciones de la apendicitis y los cálculos renales, así como sobre la importancia del seguimiento médico después del tratamiento.

  5. El artículo es fácil de entender y presenta la información de manera concisa. La comparación de los síntomas es útil, pero se beneficiaría de la inclusión de ejemplos concretos para ilustrar las diferencias. Se recomienda también la incorporación de información sobre las pruebas diagnósticas que se utilizan para confirmar cada condición.

  6. El artículo es informativo y útil para el público en general. La inclusión de imágenes o gráficos para ilustrar los síntomas y la localización del dolor sería un complemento visual interesante. Se recomienda también la incorporación de un apartado sobre las medidas de primeros auxilios que se pueden tomar en caso de sospecha de apendicitis o cálculos renales.

  7. El enfoque en el dolor abdominal y de espalda baja es acertado, ya que son síntomas que generan mucha preocupación. La información sobre la importancia de la atención médica inmediata es crucial. Se sugiere la inclusión de un apartado sobre la importancia de la prevención, especialmente en el caso de los cálculos renales.

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