¿Puedes estornudar mientras duermes?

¿Puedes estornudar mientras duermes?

¿Puedes estornudar mientras duermes?

La pregunta de si es posible estornudar durante el sueño ha generado debate entre los expertos. El estornudo es un reflejo complejo que involucra el sistema nervioso y la musculatura respiratoria.

Introducción

El estornudo es un reflejo involuntario y potente que se desencadena por la irritación de las membranas mucosas de la nariz y la garganta. Este mecanismo de defensa, crucial para expulsar sustancias irritantes y patógenos, se caracteriza por una expulsión brusca de aire a través de la nariz y la boca. La pregunta de si este reflejo puede manifestarse durante el sueño ha intrigado a la comunidad científica y al público en general.

En este artículo, exploraremos la fisiología del estornudo y su relación con el ciclo del sueño. Analizaremos las diferentes etapas del sueño, los reflejos y los movimientos involuntarios que ocurren durante este estado fisiológico, y la función respiratoria en su contexto. Además, profundizaremos en los trastornos del sueño que podrían afectar la capacidad de estornudar durante la noche.

Conocer las respuestas a estas preguntas nos permitirá comprender si es posible estornudar mientras dormimos y, en caso afirmativo, bajo qué circunstancias.

El ciclo del sueño y sus etapas

El sueño es un proceso fisiológico complejo que se caracteriza por una disminución de la conciencia y la actividad cerebral. Durante el sueño, el cuerpo se restaura y se prepara para las actividades del día siguiente. El ciclo del sueño se divide en dos fases principales⁚ el sueño REM (Rapid Eye Movement) y el sueño no REM.

El sueño REM se caracteriza por movimientos oculares rápidos, actividad muscular reducida y sueños vívidos. Esta fase es esencial para la consolidación de la memoria y el aprendizaje. El sueño no REM, por otro lado, se divide en cuatro etapas progresivas⁚ sueño ligero, sueño más profundo, sueño profundo y sueño REM.

En las primeras etapas del sueño no REM, la actividad cerebral disminuye gradualmente, la respiración se vuelve más lenta y el cuerpo se relaja. A medida que se avanza hacia las etapas más profundas, la actividad cerebral se reduce aún más, el cuerpo se vuelve menos sensible a los estímulos externos y la respiración y el ritmo cardíaco se ralentizan.

Sueño REM

El sueño REM, también conocido como sueño paradójico, es una fase del sueño caracterizada por una actividad cerebral similar a la que se experimenta durante la vigilia. Esta fase se distingue por la presencia de movimientos oculares rápidos y una disminución significativa del tono muscular, lo que da lugar a una parálisis muscular temporal.

Durante el sueño REM, la actividad cerebral se intensifica, se producen sueños vívidos y se consolida la memoria. La temperatura corporal se regula y se liberan hormonas como la prolactina y la hormona del crecimiento. Esta fase es esencial para el desarrollo cognitivo, la regulación emocional y la consolidación de la memoria a largo plazo.

La duración del sueño REM aumenta a medida que avanza la noche, alcanzando su punto máximo durante las últimas horas de sueño. La falta de sueño REM puede tener consecuencias negativas para la salud mental y física, incluyendo dificultades para concentrarse, irritabilidad y problemas de memoria.

Sueño no REM

El sueño no REM, también conocido como sueño de ondas lentas, se caracteriza por una disminución progresiva de la actividad cerebral y del tono muscular. A diferencia del sueño REM, el sueño no REM se divide en cuatro etapas, cada una con características fisiológicas específicas.

La fase 1, también conocida como sueño ligero, se caracteriza por una disminución leve de la actividad cerebral y un tono muscular relajado. En esta fase, es fácil despertarse y se experimentan sensaciones de adormecimiento. La fase 2, un sueño más profundo, se caracteriza por una disminución aún mayor de la actividad cerebral y un tono muscular aún más relajado.

La fase 3, conocida como sueño profundo, se caracteriza por una actividad cerebral lenta y ondas cerebrales de alta amplitud. En esta fase, es difícil despertarse y el cuerpo se encuentra en un estado de relajación profunda. La fase 4, también conocida como sueño REM, se caracteriza por una actividad cerebral similar a la que se experimenta durante la vigilia.

Fase 1⁚ Sueño ligero

La fase 1 del sueño no REM es la transición entre la vigilia y el sueño profundo. Se caracteriza por una disminución leve de la actividad cerebral, con ondas cerebrales de baja amplitud y alta frecuencia, conocidas como ondas theta. El tono muscular se relaja ligeramente, pero aún se pueden percibir movimientos musculares involuntarios.

En esta fase, el cuerpo aún conserva la capacidad de responder a estímulos externos, como ruidos o luces. La fase 1 es una fase de sueño ligero, y es fácil despertarse de ella. Las personas que se despiertan durante la fase 1 a menudo reportan una sensación de adormecimiento o de haber estado a punto de dormirse.

La fase 1 es una fase de transición que dura solo unos pocos minutos. A medida que el cuerpo se relaja y la actividad cerebral disminuye, se pasa a la siguiente fase del sueño no REM, la fase 2.

Fase 2⁚ Sueño más profundo

La fase 2 del sueño no REM es una etapa de sueño más profundo que la fase 1. Se caracteriza por la aparición de husos del sueño, que son ráfagas de actividad cerebral de alta frecuencia que se producen durante unos pocos segundos.

También se observan complejos K, que son ondas cerebrales de alta amplitud y baja frecuencia; El tono muscular se relaja aún más, y la frecuencia cardíaca y la respiración se ralentizan. En esta fase, el cuerpo es menos sensible a los estímulos externos, y es más difícil despertarse.

La fase 2 es la fase más larga del sueño no REM, y puede durar hasta 50 minutos. Durante esta fase, el cuerpo comienza a repararse a sí mismo y a consolidar la memoria.

Fase 3⁚ Sueño profundo

La fase 3 del sueño no REM, también conocida como sueño de ondas lentas, es la etapa más profunda del sueño. Se caracteriza por la aparición de ondas cerebrales de alta amplitud y baja frecuencia, conocidas como ondas delta.

El tono muscular se relaja aún más, y la frecuencia cardíaca, la respiración y la presión arterial alcanzan sus niveles más bajos. En esta fase, el cuerpo está completamente relajado y es muy difícil despertarse.

La fase 3 es esencial para la reparación y restauración del cuerpo. Durante esta fase, el cuerpo libera hormonas de crecimiento y se produce la consolidación de la memoria.

Fase 4⁚ Sueño REM

El sueño REM, o movimiento ocular rápido, es la fase del sueño caracterizada por actividad cerebral similar a la vigilia. Durante esta fase, los ojos se mueven rápidamente debajo de los párpados, y los músculos del cuerpo se relajan, lo que impide el movimiento voluntario.

Es en el sueño REM donde se producen la mayoría de los sueños vívidos, y es también la fase más importante para la consolidación de la memoria y el aprendizaje. La actividad cerebral durante el sueño REM es muy similar a la que se produce cuando estamos despiertos, y se cree que esta fase juega un papel crucial en el procesamiento emocional y la regulación del estado de ánimo.

El sueño REM se caracteriza por la presencia de ondas cerebrales rápidas y de baja amplitud, similares a las que se observan durante la vigilia.

Los reflejos y los movimientos involuntarios durante el sueño

A pesar de que el cuerpo se encuentra en un estado de relajación durante el sueño, ciertos reflejos y movimientos involuntarios pueden persistir. Estos son controlados por el sistema nervioso autónomo, que opera de forma independiente de la conciencia.

Los reflejos son respuestas automáticas a estímulos externos, como el reflejo pupilar a la luz o el reflejo de retirada ante un estímulo doloroso. Estos reflejos pueden ocurrir durante el sueño, aunque la respuesta puede ser atenuada.

Los movimientos involuntarios, como los tics o los movimientos de las piernas, también pueden ocurrir durante el sueño, especialmente en las primeras etapas del ciclo del sueño. Estos movimientos suelen ser leves y no afectan la calidad del sueño.

Reflejos

Los reflejos son respuestas automáticas e involuntarias a estímulos específicos, controlados por el sistema nervioso central. Estos mecanismos de defensa se activan sin la participación de la conciencia, asegurando una respuesta rápida a situaciones potencialmente peligrosas.

Durante el sueño, algunos reflejos pueden persistir, aunque la intensidad de la respuesta puede verse atenuada. Por ejemplo, el reflejo pupilar a la luz, que controla la dilatación y contracción de las pupilas en respuesta a la luz, puede seguir funcionando durante el sueño, aunque la respuesta puede ser más lenta.

Otros reflejos, como el reflejo de retirada ante un estímulo doloroso, también pueden ser activados durante el sueño, aunque la respuesta puede ser menos pronunciada. En general, los reflejos que se activan durante el sueño son aquellos que son esenciales para la supervivencia, como la protección de los ojos o la respuesta a un estímulo doloroso.

Movimientos involuntarios

Los movimientos involuntarios, como los tics, los espasmos musculares y los movimientos asociados a ciertos trastornos del sueño, pueden ocurrir durante el sueño. Estos movimientos no están controlados por la voluntad y pueden ser causados por una variedad de factores, incluyendo la actividad neuronal, la tensión muscular o la actividad de ciertos neurotransmisores.

Durante el sueño REM, los músculos del cuerpo se encuentran en un estado de parálisis, lo que evita que los sueños se traduzcan en movimientos físicos. Sin embargo, algunos movimientos involuntarios, como los movimientos oculares rápidos (MOR), son característicos de esta etapa del sueño.

Fuera del sueño REM, los movimientos involuntarios pueden ser más comunes, especialmente durante las primeras etapas del sueño. Estos movimientos pueden ser leves, como un pequeño tirón muscular, o más pronunciados, como un movimiento brusco de las piernas o un espasmo muscular. En general, estos movimientos son inofensivos y no suelen ser motivo de preocupación.

La función respiratoria durante el sueño

La respiración es un proceso vital que se mantiene incluso durante el sueño. Durante el sueño, el sistema respiratorio continúa funcionando de forma automática, regulando el flujo de aire hacia los pulmones.

Sin embargo, la respiración durante el sueño difiere de la respiración durante la vigilia. El ritmo respiratorio se ralentiza y se vuelve más regular, y la profundidad de las respiraciones también disminuye. Además, la sensibilidad a los estímulos externos, como los cambios en la concentración de oxígeno o dióxido de carbono en la sangre, se reduce.

La función respiratoria durante el sueño es esencial para mantener la oxigenación del cuerpo y la eliminación de dióxido de carbono. Cualquier interrupción en la respiración durante el sueño puede tener consecuencias negativas para la salud, como la disminución de la saturación de oxígeno en sangre o la acumulación de dióxido de carbono.

El sistema respiratorio

El sistema respiratorio es un conjunto de órganos que trabajan en conjunto para permitir la entrada de oxígeno al cuerpo y la eliminación de dióxido de carbono. Este sistema está compuesto por las vías respiratorias superiores (nariz, faringe y laringe), las vías respiratorias inferiores (tráquea, bronquios y bronquiolos) y los pulmones.

La nariz es la puerta de entrada del aire al sistema respiratorio. Las fosas nasales están recubiertas de una membrana mucosa que filtra, calienta y humedece el aire inspirado. La faringe es un conducto que conecta la nariz y la boca con la laringe. La laringe, que contiene las cuerdas vocales, permite la fonación y regula el paso del aire hacia la tráquea.

La tráquea es un tubo que conecta la laringe con los bronquios. Los bronquios se ramifican en bronquiolos, que a su vez se ramifican en alvéolos, pequeños sacos de aire donde se produce el intercambio gaseoso. Los pulmones son los órganos principales del sistema respiratorio, donde se realiza el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre el aire y la sangre.

La respiración durante el sueño

Durante el sueño, la respiración se vuelve más lenta y profunda, con un ritmo y una profundidad variables según la fase del sueño. En el sueño REM, la respiración se vuelve más irregular y superficial, con un aumento en la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

La actividad muscular disminuye durante el sueño, incluyendo los músculos respiratorios. Esto puede llevar a una disminución en la capacidad de respirar profundamente y a un aumento en la resistencia al flujo de aire. Sin embargo, el cuerpo tiene mecanismos para regular la respiración durante el sueño, como los quimiorreceptores, que detectan los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre, y los barorreceptores, que detectan la presión arterial.

Estos receptores envían señales al cerebro, que ajusta la frecuencia y la profundidad de la respiración para mantener un equilibrio adecuado de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre. Sin embargo, en algunas personas, estos mecanismos pueden verse afectados, lo que puede llevar a trastornos del sueño como la apnea del sueño.

Los trastornos del sueño

Los trastornos del sueño son condiciones que afectan la calidad y la cantidad de sueño que una persona obtiene. Estos trastornos pueden ser causados por una variedad de factores, incluyendo factores físicos, psicológicos y ambientales. Algunos de los trastornos del sueño más comunes incluyen la apnea del sueño, la parálisis del sueño, el sonambulismo y la somniloquia.

La apnea del sueño es un trastorno en el que la respiración se detiene y se reinicia repetidamente durante el sueño. La parálisis del sueño es una condición en la que una persona se encuentra consciente pero incapaz de moverse o hablar. El sonambulismo es un trastorno en el que una persona camina o realiza otras actividades mientras duerme. La somniloquia es un trastorno en el que una persona habla mientras duerme.

Los trastornos del sueño pueden tener un impacto significativo en la salud física y mental de una persona. Pueden causar somnolencia diurna, fatiga, problemas de concentración, irritabilidad y depresión. También pueden aumentar el riesgo de desarrollar otras condiciones médicas, como la diabetes, la presión arterial alta y las enfermedades cardíacas.

Apnea del sueño

La apnea del sueño es un trastorno respiratorio que se caracteriza por pausas repetidas en la respiración durante el sueño. Estas pausas pueden durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos, y pueden ocurrir decenas o incluso cientos de veces durante la noche. La apnea del sueño puede ser causada por una obstrucción de las vías respiratorias superiores, como ocurre en la apnea obstructiva del sueño (AOS), o por una disfunción del sistema nervioso central que controla la respiración, como ocurre en la apnea central del sueño (ACS).

Los síntomas de la apnea del sueño incluyen ronquidos fuertes, pausas en la respiración durante el sueño, somnolencia diurna excesiva, dolores de cabeza matutinos, problemas de concentración, irritabilidad, depresión y aumento del riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes. El diagnóstico de la apnea del sueño se realiza mediante un estudio del sueño, que se lleva a cabo en un laboratorio especializado o en el hogar. El tratamiento de la apnea del sueño depende de la causa y la gravedad del trastorno. En la AOS, el tratamiento puede incluir la pérdida de peso, evitar el alcohol y los sedantes, dormir de lado y el uso de un dispositivo de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP). En la ACS, el tratamiento puede incluir la administración de oxígeno o la estimulación del sistema nervioso central.

Parálisis del sueño

La parálisis del sueño es un trastorno del sueño que se caracteriza por la incapacidad de moverse o hablar durante un breve período de tiempo, generalmente al despertar o al quedarse dormido. Este estado de inmovilidad muscular se produce durante la transición entre el sueño REM y la vigilia, cuando el cerebro ya está despierto pero el cuerpo aún está inmovilizado por el sueño. La parálisis del sueño puede acompañarse de sensaciones de presión en el pecho, dificultad para respirar, alucinaciones visuales, auditivas o táctiles, y una sensación de miedo intenso.

La parálisis del sueño es un síntoma común de otros trastornos del sueño, como la apnea del sueño, la narcolepsia y los trastornos del ritmo circadiano. También puede ser causada por la privación del sueño, el estrés, el consumo de alcohol o drogas, y ciertos medicamentos. El tratamiento de la parálisis del sueño se centra en el tratamiento del trastorno subyacente que la causa. En algunos casos, la terapia conductual cognitiva puede ayudar a reducir la frecuencia y la intensidad de los episodios de parálisis del sueño.

Sonambulismo

El sonambulismo, también conocido como “sueñoambulismo”, es un trastorno del sueño que se caracteriza por caminar o realizar otras actividades mientras se está dormido. Se produce durante la fase de sueño profundo, generalmente en la primera mitad de la noche. Las personas que sonámbulas suelen tener los ojos abiertos, pero no son conscientes de su entorno y no responden a los estímulos externos. Los episodios de sonambulismo pueden durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos, y pueden incluir actividades como caminar, hablar, comer, vestirse o incluso salir de casa.

El sonambulismo es más común en los niños, pero también puede afectar a los adultos. Las causas del sonambulismo no se conocen completamente, pero se cree que están relacionadas con factores genéticos, estrés, fatiga, privación del sueño y ciertos medicamentos. El tratamiento del sonambulismo se centra en la creación de un entorno seguro para el sonámbulo, así como en la identificación y el tratamiento de cualquier trastorno subyacente que pueda estar contribuyendo al problema.

Somniloquia

La somniloquia, más conocida como “hablar dormido”, es un trastorno del sueño que se caracteriza por la emisión de sonidos o palabras durante el sueño. A diferencia del sonambulismo, la somniloquia no implica movimientos físicos complejos. Los sonidos emitidos pueden ser simples, como gemidos o susurros, o pueden ser frases completas, incluso en idiomas extranjeros. La somniloquia suele ocurrir durante la fase de sueño ligero o profundo, y es más común en niños que en adultos.

Las causas de la somniloquia no se conocen completamente, pero se cree que están relacionadas con factores como el estrés, la fatiga, la privación del sueño, el consumo de alcohol o ciertos medicamentos. La somniloquia generalmente no es un motivo de preocupación, pero en algunos casos puede ser un síntoma de un trastorno del sueño más grave, como el sonambulismo o la apnea del sueño. Si la somniloquia es frecuente o interfiere con el sueño de la persona o de su pareja, es importante consultar con un especialista en el sueño para determinar la causa y el tratamiento adecuado.

Estornudar⁚ un reflejo complejo

El estornudo es un reflejo involuntario y complejo que se activa cuando las terminaciones nerviosas de la mucosa nasal detectan un irritante, como polvo, alérgenos o patógenos. Este estímulo desencadena una cascada de eventos fisiológicos que involucran al sistema nervioso central y periférico, así como a la musculatura respiratoria.

El proceso comienza con una señal enviada desde la mucosa nasal al bulbo raquídeo, la región del tronco encefálico que controla funciones vitales como la respiración. El bulbo raquídeo, a su vez, envía señales a los músculos del tórax, el diafragma y la garganta, provocando una rápida exhalación de aire que expulsa el irritante. Simultáneamente, se produce un cierre de la glotis, la abertura entre las cuerdas vocales, que permite que la presión del aire se acumule en la cavidad nasal y se libere con fuerza.

El mecanismo del estornudo

El estornudo es un reflejo complejo que involucra una serie de eventos coordinados. Comienza con la detección de un irritante en la mucosa nasal, que activa las terminaciones nerviosas sensoriales. Estas señales viajan a través del nervio trigémino hasta el bulbo raquídeo, el centro de control de la respiración en el tronco encefálico.

El bulbo raquídeo, a su vez, envía señales a los músculos respiratorios, incluyendo el diafragma, los músculos intercostales y los músculos de la garganta. Estos músculos se contraen de manera rápida y poderosa, generando una fuerte expulsión de aire que expulsa el irritante de las vías respiratorias. Simultáneamente, la glotis se cierra, permitiendo que la presión del aire se acumule en la cavidad nasal y se libere con fuerza a través de la nariz y la boca.

El papel del sistema nervioso

El sistema nervioso juega un papel crucial en el mecanismo del estornudo. El nervio trigémino, responsable de la sensación facial, detecta el irritante en la mucosa nasal. Esta señal se transmite al bulbo raquídeo, el centro de control de la respiración en el tronco encefálico. El bulbo raquídeo, a su vez, envía señales a los músculos respiratorios, provocando la contracción rápida y poderosa que genera la expulsión de aire.

Además, el sistema nervioso controla el cierre de la glotis durante el estornudo, permitiendo la acumulación de presión en la cavidad nasal. La coordinación precisa de estos procesos, desde la detección del irritante hasta la expulsión del aire, demuestra la complejidad del sistema nervioso en la respuesta del estornudo.

La importancia de la conciencia

La conciencia juega un papel fundamental en el desencadenamiento del estornudo. El sistema nervioso requiere de la percepción consciente del irritante para activar la respuesta refleja. La detección del estímulo, la interpretación de la amenaza y la decisión de estornudar son procesos que requieren de la participación del córtex cerebral.

Durante el sueño profundo, el córtex cerebral se encuentra en un estado de inactividad, limitando la capacidad de procesar información sensorial. Aunque el sistema nervioso puede detectar el irritante, la falta de conciencia impide la activación de la respuesta refleja del estornudo. En consecuencia, la capacidad de estornudar se ve significativamente reducida durante el sueño profundo.

¿Es posible estornudar mientras se duerme?

La evidencia científica sugiere que es extremadamente improbable estornudar durante el sueño profundo. La falta de conciencia durante esta fase del sueño impide la detección e interpretación de los estímulos que desencadenan el reflejo del estornudo. Aunque el sistema nervioso puede detectar el irritante, la inactividad del córtex cerebral limita la capacidad de procesar la información y activar la respuesta refleja.

Sin embargo, algunos casos aislados reportan experiencias de estornudos durante el sueño. En estos casos, el estornudo podría ocurrir durante las etapas más ligeras del sueño, donde la conciencia aún está parcialmente activa. También es posible que el irritante sea tan intenso que supere el umbral de conciencia y desencadene el reflejo del estornudo, incluso durante el sueño profundo.

7 reflexiones sobre “¿Puedes estornudar mientras duermes?

  1. El artículo presenta una visión general del tema del estornudo durante el sueño, explorando los aspectos fisiológicos y los diferentes estados del sueño. La información es clara y accesible, pero se echa en falta una sección dedicada a las posibles consecuencias del estornudo durante el sueño, como la interrupción del sueño o la posibilidad de despertar a otras personas. Una exploración de estos aspectos complementaría la información del artículo.

  2. Un artículo útil que aborda un tema curioso y poco explorado. La información sobre el ciclo del sueño y los reflejos involuntarios es precisa y bien explicada. Sin embargo, se podría mejorar la sección sobre la función respiratoria durante el sueño, incluyendo información sobre la respiración nasal y la boca, y cómo estas funciones pueden verse afectadas por el estornudo. Una explicación más detallada de este aspecto complementaría la información del artículo.

  3. Un artículo interesante que aborda un tema curioso y poco explorado. La información sobre el ciclo del sueño y sus etapas es precisa y bien explicada. Además, la inclusión de los trastornos del sueño como factor a considerar en la posibilidad de estornudar durante el sueño es un acierto. Sería interesante incluir ejemplos de casos reales o estudios específicos que demuestren la relación entre el estornudo y los trastornos del sueño.

  4. El artículo presenta una visión general del tema del estornudo durante el sueño, explorando los aspectos fisiológicos y los diferentes estados del sueño. La información es clara y accesible, pero podría beneficiarse de la inclusión de ejemplos concretos para ilustrar los conceptos. Por ejemplo, se podrían mencionar casos clínicos de personas que han experimentado estornudos durante el sueño, o estudios específicos que hayan investigado este fenómeno.

  5. Un análisis completo y bien estructurado sobre la posibilidad de estornudar durante el sueño. La información sobre el ciclo del sueño y los reflejos involuntarios es precisa y relevante. Se echa en falta una sección dedicada a las posibles causas del estornudo durante el sueño, como alergias, infecciones respiratorias o incluso factores ambientales. Un apartado que explore estas causas complementaría la información del artículo.

  6. Este artículo ofrece una introducción completa al tema del estornudo durante el sueño, abordando la fisiología del estornudo, el ciclo del sueño y las diferentes etapas del mismo. La estructura del texto es clara y concisa, lo que facilita la comprensión del lector. Sin embargo, considero que se podría profundizar en la investigación científica sobre la relación entre el estornudo y las diferentes etapas del sueño. Un análisis más exhaustivo de los estudios existentes, incluyendo estadísticas y ejemplos concretos, fortalecería la argumentación del artículo.

  7. El artículo ofrece una perspectiva interesante sobre el estornudo durante el sueño, explorando el ciclo del sueño y los mecanismos fisiológicos involucrados. La información es clara y bien organizada, aunque se podría ampliar la sección sobre los trastornos del sueño que podrían afectar la capacidad de estornudar. Un análisis más profundo de las diferentes condiciones que podrían interferir con el sueño y desencadenar estornudos durante la noche enriquecería el artículo.

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