Introducción
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad respiratoria crónica que causa inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración․ Las exacerbaciones de la EPOC son episodios agudos de empeoramiento de los síntomas de la EPOC, lo que puede provocar hospitalizaciones y una mayor mortalidad․
Definición de la EPOC
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad respiratoria crónica que causa inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración․ La EPOC se caracteriza por la obstrucción al flujo de aire que no es completamente reversible․ Esto significa que la obstrucción persiste incluso después de la administración de broncodilatadores; La EPOC es una enfermedad progresiva, lo que significa que empeora con el tiempo․ Las principales causas de la EPOC son el tabaquismo y la exposición a irritantes ambientales, como el humo de leña, el polvo y la contaminación del aire․ La EPOC es una enfermedad prevenible y tratable, pero no tiene cura․
Complicaciones de la EPOC
Las complicaciones de la EPOC pueden ser graves y afectar la calidad de vida del paciente․ Algunas de las complicaciones más comunes incluyen⁚ exacerbaciones de la EPOC, que son episodios de empeoramiento de los síntomas; insuficiencia respiratoria, que ocurre cuando los pulmones no pueden proporcionar suficiente oxígeno al cuerpo; cor pulmonale, que es un agrandamiento del corazón debido a la presión arterial alta en los pulmones; depresión y ansiedad, que pueden ser consecuencia de la dificultad para respirar y las limitaciones físicas; osteoporosis, que es una condición que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas; y cáncer de pulmón, que es más común en personas con EPOC debido a la exposición a irritantes․
Exacerbaciones de la EPOC
Las exacerbaciones de la EPOC son episodios de empeoramiento de los síntomas de la EPOC, que pueden variar en gravedad desde leves hasta potencialmente mortales․ Se caracterizan por un aumento de la dificultad para respirar, tos, producción de esputo, sibilancias y opresión en el pecho․ Las exacerbaciones pueden ser desencadenadas por una variedad de factores, incluyendo infecciones respiratorias, exposición a irritantes como el humo del cigarrillo y el polvo, cambios en el clima y otros factores como el estrés․ Las exacerbaciones de la EPOC pueden llevar a hospitalizaciones, aumentar el riesgo de muerte y disminuir la calidad de vida del paciente․
Síntomas de una Exacerbación de la EPOC
Los síntomas de una exacerbación de la EPOC pueden variar en intensidad, pero generalmente incluyen dificultad respiratoria, sibilancias, tos, producción de esputo y opresión en el pecho․
Dificultad respiratoria
La dificultad respiratoria, también conocida como disnea, es un síntoma común de las exacerbaciones de la EPOC․ Se caracteriza por una sensación de falta de aire, que puede ser leve o severa․ La disnea puede empeorar con el esfuerzo físico, pero también puede presentarse en reposo․ En las exacerbaciones severas, la dificultad respiratoria puede ser tan intensa que dificulta la realización de actividades cotidianas, como hablar, comer o dormir․
Sibilancias
Las sibilancias son un sonido silbante que se produce al respirar, que se debe al estrechamiento de las vías respiratorias․ Son un síntoma común de las exacerbaciones de la EPOC y pueden ser un signo de inflamación o constricción de los bronquios․ Las sibilancias pueden ser leves o severas, y pueden ser más notables al exhalar․ En algunos casos, las sibilancias pueden ser tan intensas que se escuchan sin necesidad de un estetoscopio․
Tos
La tos es un reflejo natural del cuerpo para expulsar sustancias extrañas de las vías respiratorias․ En las exacerbaciones de la EPOC, la tos puede ser más frecuente, intensa y productiva, lo que significa que se acompaña de la expulsión de moco o flema․ La tos puede ser seca o húmeda, y puede ser provocada por irritantes como el humo del cigarrillo, el polvo o los alérgenos․ La tos también puede ser un signo de infección, como una bronquitis o una neumonía․
Producción de esputo
La producción de esputo, también conocida como flema, es un síntoma común de las exacerbaciones de la EPOC․ El esputo puede ser claro, blanco, amarillo, verde o incluso con sangre․ El color y la cantidad de esputo pueden proporcionar información sobre la causa de la exacerbación․ Por ejemplo, el esputo verde o amarillo puede indicar una infección bacteriana․ La producción de esputo puede ser abundante y difícil de expulsar, lo que puede contribuir a la dificultad respiratoria y la fatiga․
Opresión en el pecho
La opresión en el pecho es una sensación de constricción o presión en el pecho que puede empeorar durante una exacerbación de la EPOC․ Esta sensación puede ser causada por la inflamación de las vías respiratorias, la producción excesiva de moco o la contracción de los músculos respiratorios․ La opresión en el pecho puede ser tan intensa que dificulte la respiración profunda y provoque una sensación de ahogo․ Es importante que los pacientes con EPOC que experimenten opresión en el pecho busquen atención médica de inmediato․
Fatiga
La fatiga es un síntoma común de las exacerbaciones de la EPOC․ Se debe a la disminución del flujo de oxígeno a los músculos y tejidos del cuerpo, lo que puede provocar una sensación de debilidad y agotamiento․ La fatiga puede empeorar con el esfuerzo físico, como caminar o subir escaleras․ Los pacientes con EPOC pueden experimentar fatiga incluso durante actividades cotidianas como vestirse o bañarse․ La fatiga puede afectar significativamente la calidad de vida de los pacientes con EPOC, limitando su capacidad para participar en actividades sociales y profesionales․
Fiebre
La fiebre es otro síntoma común de las exacerbaciones de la EPOC, especialmente si la causa es una infección respiratoria․ La fiebre puede ser un signo de infección bacteriana o viral, lo que puede agravar la inflamación de las vías respiratorias y aumentar la producción de moco․ La fiebre puede variar en intensidad y duración, y puede ir acompañada de otros síntomas como escalofríos, sudoración y malestar general․ Es importante consultar a un médico si se experimenta fiebre durante una exacerbación de la EPOC, ya que puede ser necesario un tratamiento con antibióticos․
Causas de las Exacerbaciones de la EPOC
Las exacerbaciones de la EPOC pueden ser causadas por una variedad de factores, incluyendo infecciones respiratorias, exposición a irritantes y cambios en el clima․
Infecciones respiratorias
Las infecciones respiratorias, como el resfriado común, la gripe y la neumonía, son una causa común de exacerbaciones de la EPOC․ Estas infecciones pueden inflamar las vías respiratorias y producir más moco, lo que dificulta la respiración․ Las personas con EPOC tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones respiratorias debido a que sus pulmones son más susceptibles a las bacterias y los virus․ Las vacunas contra la influenza y el neumococo pueden ayudar a prevenir estas infecciones․
Exposición a irritantes
La exposición a irritantes como el humo del tabaco, la contaminación del aire, los gases de escape de los automóviles, el polvo, el humo de leña y los productos químicos puede desencadenar exacerbaciones de la EPOC․ Estos irritantes inflaman las vías respiratorias y aumentan la producción de moco, lo que dificulta la respiración․ Evitar la exposición a estos irritantes es fundamental para prevenir las exacerbaciones de la EPOC․ El abandono del hábito de fumar es uno de los pasos más importantes para reducir la exposición a irritantes․
Cambios en el clima
Los cambios bruscos en la temperatura, la humedad y la presión atmosférica pueden desencadenar exacerbaciones de la EPOC․ El aire frío y seco puede irritar las vías respiratorias, mientras que el aire húmedo puede aumentar la producción de moco․ Las tormentas de polvo y los cambios repentinos en la presión atmosférica también pueden afectar la respiración en personas con EPOC; Es importante estar atento a los cambios en el clima y tomar medidas para protegerse, como usar una bufanda para cubrir la boca y la nariz cuando se está al aire libre en clima frío y seco, y evitar la exposición a la contaminación del aire cuando hay tormentas de polvo․
Otros factores
Además de los factores mencionados anteriormente, existen otros factores que pueden contribuir a las exacerbaciones de la EPOC․ Estos incluyen el reflujo gastroesofágico (GERD), que puede irritar las vías respiratorias, el estrés psicológico, que puede aumentar la inflamación y la reactividad de las vías respiratorias, y la deshidratación, que puede espesarse el moco y dificultar la expectoración․ También se ha observado que la exposición a ciertos medicamentos, como los betabloqueantes, puede desencadenar exacerbaciones en algunas personas con EPOC․ Es importante identificar y controlar estos factores para prevenir las exacerbaciones․
Diagnóstico de una Exacerbación de la EPOC
El diagnóstico de una exacerbación de la EPOC se basa en la evaluación clínica, la historia del paciente y la exploración física, además de pruebas adicionales․
Historia clínica y examen físico
La historia clínica del paciente es fundamental para determinar la presencia de una exacerbación de la EPOC․ Se debe indagar sobre el inicio y la evolución de los síntomas, incluyendo la intensidad, la duración y la respuesta a tratamientos previos․ Es importante conocer si el paciente ha estado expuesto a factores desencadenantes como infecciones respiratorias, cambios climáticos o irritantes ambientales․ La exploración física debe incluir la auscultación pulmonar para identificar sibilancias, crepitaciones o roncus, así como la evaluación del estado general del paciente, incluyendo la frecuencia respiratoria, la saturación de oxígeno y la presencia de signos de dificultad respiratoria․
Pruebas de función pulmonar
Las pruebas de función pulmonar, como la espirometría, son esenciales para evaluar la gravedad de la EPOC y determinar el impacto de una exacerbación․ La espirometría mide el volumen de aire que los pulmones pueden contener y la velocidad a la que el aire puede ser exhalado․ Durante una exacerbación, la espirometría puede mostrar una disminución en el volumen espiratorio forzado en un segundo (FEV1) y en la capacidad vital forzada (FVC), lo que indica una obstrucción de las vías respiratorias․ La comparación de los resultados con pruebas previas puede ayudar a determinar la gravedad de la exacerbación y la respuesta al tratamiento․
Radiografía de tórax
Una radiografía de tórax puede revelar cambios en los pulmones que son consistentes con la EPOC, como hiperinsuflación (aumento del volumen de aire en los pulmones), engrosamiento de las paredes de las vías respiratorias y atelectasias (colapso de los alvéolos)․ Durante una exacerbación, la radiografía de tórax puede mostrar signos de neumonía, derrame pleural (acumulación de líquido en el espacio entre los pulmones y la pared torácica) o enfisema, lo que sugiere la presencia de una infección o complicaciones adicionales․
Análisis de sangre
Los análisis de sangre pueden ayudar a identificar la causa de la exacerbación de la EPOC․ Por ejemplo, un recuento sanguíneo completo (CSC) puede revelar una infección bacteriana, mientras que un análisis de gases en sangre arterial puede evaluar la oxigenación y la ventilación․ Los niveles de proteína C reactiva (PCR) y la velocidad de sedimentación globular (VSG) pueden estar elevados en caso de inflamación․ Además, los análisis de sangre pueden ayudar a evaluar la función renal y hepática, así como a detectar otros problemas de salud que pueden estar presentes․
Tratamiento de las Exacerbaciones de la EPOC
El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas, prevenir complicaciones y mejorar la función pulmonar․ El tratamiento suele incluir broncodilatadores, corticosteroides, antibióticos, oxigenoterapia y otros tratamientos según sea necesario․
Broncodilatadores
Los broncodilatadores son medicamentos que ayudan a abrir las vías respiratorias, lo que facilita la respiración․ Se administran por inhalación y pueden ser de acción corta o larga duración․ Los broncodilatadores de acción corta, como el albuterol, se utilizan para aliviar rápidamente la dificultad respiratoria․ Los broncodilatadores de acción larga, como el salmeterol o el formoterol, se utilizan para prevenir la dificultad respiratoria y mantener las vías respiratorias abiertas durante todo el día․ Los broncodilatadores son una parte esencial del tratamiento de las exacerbaciones de la EPOC, ya que ayudan a aliviar la dificultad respiratoria y las sibilancias․
Corticosteroides
Los corticosteroides son medicamentos que reducen la inflamación en las vías respiratorias․ Se administran por inhalación o por vía oral․ Los corticosteroides inhalados, como la fluticasona o la budesonida, se utilizan para prevenir la inflamación y mejorar la función pulmonar․ Los corticosteroides orales, como la prednisona o la metilprednisolona, se utilizan para tratar la inflamación severa durante las exacerbaciones de la EPOC․ Los corticosteroides ayudan a reducir la inflamación y a mejorar la respiración, lo que puede ayudar a prevenir nuevas exacerbaciones․
Antibióticos
Los antibióticos se utilizan para tratar las exacerbaciones de la EPOC que están causadas por una infección bacteriana․ Un médico puede recetar antibióticos si un paciente presenta fiebre, aumento de la producción de esputo o cambio en el color del esputo․ Los antibióticos más comunes utilizados para tratar las exacerbaciones de la EPOC incluyen la amoxicilina, la doxiciclina y la azitromicina․ Es importante tomar los antibióticos según las indicaciones del médico, incluso si los síntomas mejoran․ Dejar de tomar los antibióticos antes de tiempo puede aumentar el riesgo de que la infección regrese․
Oxigenoterapia
La oxigenoterapia es un tratamiento común para las exacerbaciones de la EPOC que causa dificultad respiratoria․ El oxígeno suplementario se administra a través de una cánula nasal o una máscara facial․ La oxigenoterapia ayuda a aumentar los niveles de oxígeno en la sangre, lo que puede aliviar la dificultad respiratoria y mejorar la función pulmonar․ La cantidad de oxígeno que se necesita varía según la gravedad de la exacerbación․ Los pacientes con exacerbaciones graves de la EPOC pueden necesitar oxígeno durante varias semanas․ La oxigenoterapia puede administrarse en el hospital o en el hogar․
Otros tratamientos
Además de los broncodilatadores, los corticosteroides y los antibióticos, existen otros tratamientos que pueden ser útiles para las exacerbaciones de la EPOC․ Estos incluyen⁚
- Ventilación mecánica⁚ En los casos más graves, puede ser necesaria la ventilación mecánica para ayudar a los pacientes a respirar․
- Terapia de rehabilitación pulmonar⁚ La terapia de rehabilitación pulmonar puede ayudar a los pacientes a mejorar su fuerza muscular, su capacidad respiratoria y su capacidad para realizar actividades diarias․
- Manejo del dolor⁚ El dolor puede ser un síntoma común de las exacerbaciones de la EPOC․ Los analgésicos pueden ayudar a aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente․
- Soporte nutricional⁚ Los pacientes con exacerbaciones de la EPOC pueden tener dificultades para comer debido a la dificultad respiratoria․ La nutrición adecuada es esencial para la recuperación․
Manejo a largo plazo de la EPOC
El manejo a largo plazo de la EPOC se centra en controlar los síntomas, prevenir las exacerbaciones y mejorar la calidad de vida del paciente․
Rehabilitación pulmonar
La rehabilitación pulmonar es un programa multidisciplinario que ayuda a las personas con EPOC a mejorar su fuerza muscular, capacidad respiratoria y calidad de vida․ Incluye ejercicios de respiración, entrenamiento físico, educación sobre la EPOC y apoyo psicológico․ Los beneficios de la rehabilitación pulmonar incluyen una mayor capacidad de ejercicio, una mejor calidad de vida, una reducción en la frecuencia de las exacerbaciones y una disminución en las hospitalizaciones․ La rehabilitación pulmonar es una intervención importante para las personas con EPOC, y se recomienda a todos los pacientes con EPOC, independientemente de la gravedad de su enfermedad․
Cesación del tabaquismo
Dejar de fumar es el factor más importante para detener el avance de la EPOC y prevenir exacerbaciones․ El tabaquismo es la principal causa de la EPOC, y la exposición al humo del tabaco daña los pulmones y aumenta el riesgo de infecciones respiratorias․ Dejar de fumar puede reducir el riesgo de exacerbaciones, mejorar la función pulmonar, disminuir la mortalidad y mejorar la calidad de vida․ Existen diferentes métodos para dejar de fumar, como la terapia de reemplazo de nicotina, los medicamentos y el apoyo psicológico․ Los profesionales de la salud pueden ayudar a los pacientes a encontrar el método más adecuado para ellos․
Vacunación contra la influenza y el neumococo
Las vacunas contra la influenza y el neumococo son esenciales para prevenir exacerbaciones de la EPOC․ La influenza y las infecciones neumocócicas son las causas más comunes de exacerbaciones de la EPOC, y las vacunas pueden reducir significativamente el riesgo de estas infecciones․ La vacuna contra la influenza se recomienda anualmente para todos los pacientes con EPOC, y la vacuna contra el neumococo se recomienda una vez en la vida para los pacientes con EPOC․ Estas vacunas ayudan a fortalecer el sistema inmunitario y a proteger al cuerpo de las infecciones․
Evitar la exposición a irritantes
La exposición a irritantes como el humo del tabaco, la contaminación del aire, los alérgenos y los vapores químicos puede desencadenar exacerbaciones de la EPOC․ Es fundamental evitar estos irritantes para minimizar el riesgo de exacerbaciones․ Los pacientes con EPOC deben evitar fumar y estar expuestos al humo de segunda mano․ Deben utilizar mascarillas en áreas con alta contaminación del aire, especialmente durante las actividades al aire libre․ Además, deben identificar y evitar alérgenos que desencadenen sus síntomas, como el polvo, el polen y los ácaros del polvo․ La reducción de la exposición a irritantes es crucial para el manejo a largo plazo de la EPOC․
Atención domiciliaria
La atención domiciliaria puede desempeñar un papel crucial en el manejo de la EPOC, especialmente para pacientes con exacerbaciones frecuentes o con necesidades de apoyo continuo․ Los servicios de atención domiciliaria pueden proporcionar educación sobre el autocuidado, administración de medicamentos, terapia respiratoria, oxígeno suplementario y apoyo emocional․ Los enfermeros y otros profesionales de la salud pueden visitar a los pacientes en sus hogares para controlar sus síntomas, evaluar su progreso y brindar orientación sobre el manejo de la EPOC․ La atención domiciliaria puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes con EPOC, reducir la frecuencia de hospitalizaciones y mejorar los resultados de salud․
Cuidado paliativo
El cuidado paliativo se centra en mejorar la calidad de vida de las personas que viven con enfermedades graves, como la EPOC․ Los pacientes con EPOC avanzada pueden beneficiarse del cuidado paliativo para controlar sus síntomas, aliviar el dolor y mejorar su bienestar emocional․ El cuidado paliativo no se limita a los pacientes al final de la vida, sino que puede proporcionarse en cualquier etapa de la enfermedad․ Los equipos de cuidado paliativo trabajan en colaboración con otros profesionales de la salud para brindar atención integral y apoyo a los pacientes y sus familias, ayudándoles a afrontar los desafíos de la enfermedad y a vivir lo mejor posible․
Prevención de las Exacerbaciones de la EPOC
La prevención de las exacerbaciones de la EPOC es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir la mortalidad asociada a la enfermedad․
Controlar los síntomas
El control adecuado de los síntomas de la EPOC es esencial para prevenir exacerbaciones․ Esto implica el uso regular de los medicamentos recetados, como los broncodilatadores y los corticosteroides inhalados, según las indicaciones del médico․ Es crucial que los pacientes comprendan la importancia de tomar sus medicamentos de manera consistente, incluso cuando se sienten bien, para mantener las vías respiratorias abiertas y prevenir la inflamación․ Además, es importante que los pacientes se comuniquen con su médico si experimentan un empeoramiento de los síntomas, como un aumento de la dificultad para respirar, tos o producción de esputo, para recibir tratamiento oportuno y evitar que la condición se agrave․
Evitar los desencadenantes
Identificar y evitar los desencadenantes que pueden provocar exacerbaciones de la EPOC es fundamental para la prevención․ Los desencadenantes comunes incluyen el humo del tabaco, tanto activo como pasivo, la contaminación del aire, los alérgenos como el polvo, el polen y los ácaros del polvo, las infecciones respiratorias como los resfriados y la gripe, y los cambios bruscos de temperatura․ Los pacientes deben tomar medidas para minimizar su exposición a estos factores, como evitar lugares con humo, utilizar purificadores de aire en el hogar, mantener una buena higiene personal y lavarse las manos con frecuencia, y vacunarse contra la gripe y el neumococo․
Mantener un estilo de vida saludable
Adoptar un estilo de vida saludable es esencial para la prevención de las exacerbaciones de la EPOC․ Esto implica mantener una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y proteínas, practicar ejercicio físico regular de acuerdo con las capacidades del paciente, controlar el peso corporal, evitar el consumo excesivo de alcohol y mantener una buena hidratación․ El ejercicio físico regular, incluso en personas con EPOC, puede mejorar la capacidad pulmonar, la fuerza muscular y la resistencia, lo que puede ayudar a prevenir exacerbaciones․
Vacunación
La vacunación contra la influenza y el neumococo es fundamental para prevenir las exacerbaciones de la EPOC․ La vacuna contra la influenza reduce el riesgo de infección por el virus de la influenza, que es una causa común de exacerbaciones․ La vacuna neumocócica protege contra las infecciones por bacterias neumocócicas, que también pueden desencadenar exacerbaciones․ Estas vacunas son especialmente importantes para las personas con EPOC, ya que tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves por estas infecciones․
Seguimiento médico regular
El seguimiento médico regular es esencial para el manejo de la EPOC y la prevención de exacerbaciones․ Las visitas regulares al médico permiten un control constante de los síntomas, la evaluación de la función pulmonar, la detección temprana de complicaciones y la adaptación del tratamiento según sea necesario․ Además, el médico puede proporcionar educación sobre la EPOC, las estrategias para evitar los desencadenantes y la importancia de mantener un estilo de vida saludable․ El seguimiento médico regular es fundamental para mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de exacerbaciones en las personas con EPOC․
Conclusión
Las exacerbaciones de la EPOC son un problema de salud significativo, pero con un manejo adecuado, los pacientes pueden mejorar su calidad de vida y reducir el riesgo de complicaciones․
El artículo es informativo y bien estructurado. La información sobre las complicaciones de la EPOC es particularmente útil, ya que destaca los riesgos asociados con la enfermedad. Se sugiere agregar una sección que aborde la prevención de la EPOC, incluyendo estrategias para evitar la exposición a factores de riesgo como el humo del tabaco y la contaminación del aire.
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